«Traslado confianza, la confusión la dejo al Gobierno»

Feli Agustín
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«Si no se produce un rebrote, la actividad en todos los sectores se va a ir recuperando», estima el presidente de la FER, Jaime García Calzada

Jaime García-Calzada, presidente de la FER y de la Cámara de Comercio de La Rioja - Foto: Clara Larrea

Confianza, confianza y confianza. Es la palabra que reitera a lo largo de toda la entrevista el presidente de la Federación de Empresas de La Rioja (FER), Jaime García-Calzada, la confianza de que estamos superando la crisis sanitaria y podamos perder el miedo a emular la vida prepandima;la confianza que deben transmitir las administraciones para que los empresarios retomen la actividad con la seguridad de que caminan con firmeza hacia el futuro.

Propietario del hotel Marqués de Vallejo y, por tanto, vinculado al sector turístico, contempla con optimismo el futuro, aunque  sin  echar las campanas al vuelo:La Rioja no saldrá de esta ni mejor ni peor que la media, hay comunidades que demuestran más fortalezas, y hay territorios que sufren mayores debilidades, pero considera que disponemos de mimbres para cofeccionar un buen cesto, una afirmación que habrá que considerar como la postura oficial del empresariado riojano. Porque si esto es evidente en el presidente de cualquier patronal, en su caso esta circunstancia es aún más acusada por el consenso que concita entre los suyos: además de renovar con el apoyo de todas las federaciones la presidencia de la FER, es también presidente de la Cámara de Comercio e Industria, algo que no había sucedido nunca en el entorno empresarial riojano. García-Calzada se deshace en elogios hacia los trabajadores de la Federación que, desde sus casas, han mantenido un altísimo nivel de compromiso para ayudar, aconsejar  y apoyar a las compañías riojanas, asociadas y no asociadas.

Preguntar como se encuentra la empresa riojana en esta situación parece una obviedad.

Estamos en la desescalada de una pandemia que no tiene parangón con los sufrimientos acaecidos desde la llegada de la Democracia. La equipararía a los efectos conjuntos de la Depresión de 1929 y la II Guerra Mundial en su concepto de crisis global, por lo que su repercusión es mucho más importante que ninguna otra. En este momento, parece que esta pandemia está remitiendo, que es lo importante:salvar la vida de las personas y proteger la salud, porque, sin esto, excusamos de hablar de todo lo demás. Obviamente, esta crisis sanitaria ha provocado una crisis económica, que nada tiene que ver con la ocurrida en 2008; aquella tuvo un carácter financiero, y esta es de demanda: está todo cerrado, no hay ventas y las empresas no hacen caja. 

Así ha sido, pero ya están abriendo sus puertas. ¿Con qué expectativas? 

La apertura está siendo suave; el comercio ha retomado, con mucha ilusión, la actividad, pero las ventas se ven muy constreñidas. Respecto a la hostelería, hay terrazas que están funcionando muy bien, pero otras están a medio gas, al 40% o, incluso, al 20% Lo más importante es transmitir confianza para que perdamos todos el miedo y recuperemos la seguridad y podamos comenzar a funcionar de manera aceptable. Porque si a corto plazo tuviéramos un rebrote de la enfermedad sería muy peligroso; habríamos dado dos pasos adelante y 15 hacia atrás. Por tanto, estamos en una época en que la responsabilidad de ciudadanos, empresarios y trabajadores deber ser máxima:obedecer los protocolos que dicta la autoridad sanitaria y, a partir de ahí, intentar recuperar la actividad. Los empresarios hemos sufrido el problema, pero estamos empezando a ver la luz. Estamos ilusionados con  la apertura de nuestros negocios para empezar a funcionar. Por ello, el Gobierno debe transmitirnos la confianza de que todo va a salir bien.

Usted es hotelero. Es obligatorio preguntarle por un sector que se está viendo muy afectado.

Todos los sectores están afectados, quizá la excepción sean las TIC o los de transformaciones digitales. El sector turístico ha resultado muy perjudicado ante la ausencia de movimiento nacional e internacional;ningún ciudadano logroñés utiliza un hotel en Logroño. Pero, por supuesto, el turismo se va a recuperar:es, junto a la construcción y la automoción, uno de los principales sectores de la economía española; somos el segundo país del mundo en la recepción de visitantes y su importancia en el PIB es de gran magnitud.

¿Y en La Rioja? 

Tenemos muy  buena posición en el turismo interior:encabezamos el área enoturística, llevábamos dos años de crecimiento y las perspectivas para este ejercicio eran excepcionales, son planes que se han trastocado. Es turismo de corta estancia, que viene atraído por otra serie de atractivos turísticos, como es el Camino de Santiago, que confío en que este año no sea un desierto: el turista va a huir de grandes aglomeraciones, y esta es una ruta llena de naturaleza y espero que tenga su relevancia, al igual que el turismo rural, que pienso que  va a salir fortalecido. No obstante, sigue siendo una incógnita, y va a haber muchos establecimientos hoteleros que no van a abrir o van a hacerlo con mínimos. Pero, sino se produce un rebrote de la enfermedad, la actividad se va a ir recuperando paulatinamente, y no solo en el sector turístico, sino en todos. Quiero trasladas un mensaje de confianza, de desconfianza e incertidumbre estamos llenos;la incertidumbre y la confusión se las dejo al Gobierno de España que nos las traslade. La confianza es lo más importante para la recuperación.

Le veo optimista.

Los empresarios somos optimistas por naturaleza, pero también somos realistas, yo no sé cuando voy a abrir el hotel;tengo colegas en otros destinos geográficos de costa que no van a abrir en todo el año.  Pero nosotros, en cuanto se reanude la comunicación interregional y se reactiven las conexiones aéreas, porque cada vez tenemos más turismo extranjero, enológico e industrial, saldremos adelante.

Además de presidente de la FER, lo es también de la Cámara de Comercio. Hay puesto en marcha ya el bono descuento, pero las expectativas tampoco parecen muy halagüeñas.

El comercio, como todos los sectores, está atravesando un momento muy complicado; todos estamos muy afectados. El comercio ya estaba perjudicado por la  competencia, sobre todo de las plataformas online. Pero hay que tener en cuenta que en La Rioja hay 2.500 tiendas, lo que demuestra su potencial y es momento de reconocer su trabajo durante estos dos meses de confinamiento:muchos de ellos han permanecido abiertos y han hecho un esfuerzo por mantener la vida en las ciudades, dando servicio a los clientes. Estos establecimientos de proximidad muchas veces no se han visto recompensados económicamente, y ahora es el momento de agradecer al comercio riojano lo que nos ha dado. A la tienda de barrio hay que apoyarla, hay que gastar en ella;el comerciante que tiene la puerta abierta, además de autoemplearse, mantiene trabajadores, cotiza a la Seguridad Social y crea riqueza.

A pesar de que el daño está siendo general, hay unos sectores más perjudicados que otros.

Sí, el sector de las TIC que, en general, pasa un momento dulce debido al teletrabajo. La agroalimentación no ha sufrido la crisis en el caso de las empresas que distribuyen a los supermercados, pero si trabaja para el canal hostelero, su facturación ha sido 0. El sector del vino ha resultado muy perjudicado, no solo por lo que ha perdido en restauración, sino por la caída de las exportaciones.

En Laurel hablan de que varios bares no podrán reabrir ¿Prevé la desaparición de pequeñas empresas?

Hay un estudio de Cepyme, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, que  calcula que el 15% de las pequeñas empresas van a cerrar. No cabe duda de que compañías con fuerte compromiso de pago, ya sea alquileres, créditos vinculados a la empresa, u otras cargas, van  a tener dificultades para aguantar y, para ello, necesitan liquidez.

El Gobierno central ya ha implementado medidas al respecto.

Sí, ha puesto liquidez en manos de las empresa, pero por medio del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Pero, claro, en muchos casos, a autónomos y a muy pequeñas empresas, no ha llegado. Y, además, la banca ha exigido ciertas condiciones que han obligado a garantizar personalmente los créditos, aparte del aval del Gobierno. Desaparecer, claro que desaparecerán empresas;de hecho, el Gobierno calcula que el paro aumentará de un 14 a un 20%; esos seis puntos diferenciales vendrán  de las empresas. 

¿Qué otras líneas de financiación se pueden aplicar para ayudar a las empresas?

En la situación en la que estamos inmersos, una empresa debe tener liquidez para salir adelante, pero tampoco debe conllevar el crecimiento excesivo de su deuda y, a partir de ahí, hay que estudiar como se devuelve. Pensamos que, la misma moratoria que se ha aprobado para el pago  de hipotecas, se podía haber implementado para los compromisos que las empresas  mantienen con las entidades financieras,montante que pasaría a abonarse al final de la vida del crédito. Eso no grava a la empresa, porque no aumenta su deuda y le permite aguantar el periodo de retomar una paulatina actividad.

Claro, las grandes compañías siempre guardan ases bajo la manga.

Muchas de ellas han hecho ERTE, y todo depende de como se recupere la actividad:si una empresa está trabajando al 40% no puede recuperar la totalidad de sus recursos humanos, porque está abocada al desastre económico;irá recolocando a los trabajadores a medida de que va remontando la actividad. Por eso es tan importante prolongar los ERTE de fuerza mayor más allá del 30 de junio.

 

¿Han sido buenos los ERTE?

Por supuesto. Están funcionando perfectamente, son una herramienta de contención ante la destrucción de empresas y empleos;si no hubieran existido, no creo que habrían podido sobrevivir más de la mitad de las empresas de nuestra país. 

Son fruto de la reforma laboral, que parece que van a derogar.

Considero que la reforma laboral ha sido muy buena, y evitó el cierre de miles de empresas y el despido de miles trabajadores a consecuencia de la crisis de 2008. Se puso en marcha en 2010, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, y se reactivó en 2012, con Mariano Rajoy, que fue quien la amplió, ya en La Moncloa. Decíamos entonces que si se hubiera aplicado mucho antes, se habrían limitado los cierres de empresas. Considero un auténtico disparate, sobre todo, el acuerdo político alcanzado para su derogación en este contexto, bajo una crisis sanitaria y con el país en  estado de alarma. De hecho,  muchos miembros del Gobierno lo desconocían, y tanto sindicatos como patronal se enteraron por la prensa. Yo tuve conocimiento de ello por televisión;obviamente, no es momento de hablar de la abolición de la reforma laboral con la crisis tan galopante que nos acecha.

¿Son los autónomos grandes perjudicados en esta crisis?

La mitad de las empresas de La Rioja están conformadas por autónomos sin trabajadores a su cargo. Lo están sufriendo más que cualquier otro, porque carecen del pulmón financiero que les permita aguantar dos, tres o cuatro meses sin ingresos. Insisto, lo están pasando fatal. Opino que su protección es fundamental;no hay que olvidar que es un empresario que se contrata a si mismo. Hay que potenciar a los autónomos, protegerlos y cuidarlos porque forman una parte muy importante del empresariado español.

¿Yes momento de subir los impuestos?

Por supuesto que no;si hay que hacer algo es minorarlos:hay que bajar el impuesto de sociedades, aplazar el de la renta... Se deben dar facilidades para fomentar el consumo, que debe  crecer para reactivar la economía. Si tenemos un país que no se atreve a consumir, temeroso y falto de confianza que, insisto, es para mi la clave, pues poco avanzamos. A quien quería comprar un coche hace cuatro meses, y conserva su trabajo y su sueldo, hay que darle confianza para que lo haga, que adquiera el vehículo para ayudar así a un sector muy importante en la economía de nuestro país. Creo que este es el camino.

Las exportaciones no han hecho sino crecer en los últimos años. ¿Qué previsiones de caída estima?

Hasta finales de marzo han descendido algo más del 2%, pero las caídas han sido en abril, con la actividad parada. Las previsiones en nuestro país son de un  descenso del 27%; aquí no será muy diferente.