La normativa que regula la distancia libre que debe haber para el paso de peatones en las calles, que también afecta a la calle Laurel e impide colocar algunos elementos de mobiliario urbano, está en vigor desde mayo y los hosteleros eran conscientes de ello.

Así lo ha explicado a EFE el concejal de Desarrollo Urbano de Logroño, Jaime Caballero, quien ha admitido que aunque esa normativa estaba vigente, el gran esfuerzo hecho por el Ayuntamiento para adaptar a la normativa terrazas de toda la ciudad habría llevado en un primer momento a que no se cumpliera de forma estricta en zonas como la calle Laurel.

Caballero, a preguntas de EFE, se ha referido a la polémica surgida en la calle Laurel por la negativa de la Policía Local a que se instalen elementos de mobiliario urbano como barricas o mesas altas en las calles con más bares y restaurantes del Casco Antiguo de Logroño.

Tras mantener diferentes conversaciones ayer sábado se acordó el permitir esos elementos, sin que estén de forma paralela, en tres calles de la zona, en las que se puede guardar la distancia exigida de 6,5 metros de separación.

Sin embargo, ha admitido el concejal, ese acuerdo no se podrá tramitar de forma oficial y administrativa al menos hasta mañana, por lo que este mismo domingo, mientras los bares reabrían, la Policía Local les ha recordado la normativa en vigor.

"Nos acusan de improvisación, pero la realidad es que esto está en vigor desde el 8 de mayo", ha repetido el concejal, que ha asegurado que desde el Consistorio se ha recordado de forma verbal a los hosteleros esta situación de forma verbal en varias ocasiones.

Caballero ha incidido en que entre el final de la primavera y el pasado 27 de octubre -cuando se decretó el cierre de los locales- el Ayuntamiento ha tramitado un centenar de permisos especiales para terrazas, ha controlado la ubicación de estos espacios y su distribución y "ha desarrollado un gran trabajo" en el que se han implicado varios departamentos.

En medio de ese trabajo "con la calle Laurel se iba poco a poco" aunque "la normativa era la que era" y "coincidió que cuando se les iba a recordar de nuevo esta situación se decretó el cierre" de los establecimientos en toda la ciudad", ha dicho.

Ha reconocido que "se han producido algunos momentos de tensión" motivados porque "a la Policía no le había llegado formalmente el acuerdo para instalar esos elementos en donde se puede" pero prevé que "mañana mismo llegue esa instrucción por el cauce adecuado".

En cualquier caso Caballero ha subrayado que "estamos hablando de medidas sanitarias y de una distancia que se establece por la situación en la que estamos" y "ante eso solo nos queda ser responsables".

Además, ha incidido, "entendemos la difícil situación de los hosteleros" pero "esto que ha ocurrido es algo sobrevenido, porque hubo cierta permisividad con esos elementos en un momento concreto, pero la normativa es la que es y ellos lo sabían, porque yo se lo había dicho", ha asegurado Caballero, que también ha recordado que la Policía Local de Logroño forma parte de un organismo de coordinación, el CECOR, que es quien determina diferentes medidas y vela por su cumplimiento.

No obstante ha reconocido que desde mañana el ayuntamiento volverá a intentar "unificar criterios y tener todo más claro para que al menos las cosas estén más tranquilas"