De calles abiertas y supermanzanas

Feli Agustín
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La estrategia de Logroño se asienta en las áreas pacificadas e inicia la consolidación de una de ellas, Madre de Dios, en unos días

Supermanzana de Madre de Dios, que en unos días estará en obras. - Foto: Óscar Solorzano

Logroño ha elegido su propia ruta para dar respuesta a la exigencia de zonas de bajas emisiones (ZBE), estrategia que se sustenta en las supermanzanas o áreas pacificadas que ya contempla el Plan de Movilidad Sostenible de 2013 (PMUS), que evitan el tráfico de paso y reducen su intensidad, lo que ha de desembocar en la mejora de las condiciones ambientales de aire y ruido. «Cualquier actuación que lo consiga estará dando respuesta a las exigencias de las ZBE», argumenta el concejal de Desarrollo Urbano, Jaime Caballero, que constata que en cada una de estas supermanzanas hay un colegio, «y todos los entornos escolares deberían ser zonas de bajas emisiones».

Afirma que la concreción de las 13 supermanzanas del PMUS es uno de sus objetivos, como la de Madre de Dios que, sometida a una intervención de urbanismo táctico durante la pandemia, va a iniciar las obras de consolidación en unos días. «Ya vimos en una semana cómo reducir la intensidad del tráfico en un entorno mejora la calidad de vida de quienes allí habitan», afirma el edil de urbanismo, que destaca como «transforma el espacio dejar de escuchar coches y pasar a oír a los niños jugar o los pájaros cantar».

Además de esta intervención, que tiene en el entorno de la biblioteca Rafael Azcona su aspecto más emblemático, se han acometido otras actuaciones, como en República Argentina o la peatonalización de la calle Guardia Civil, y otras continúan en marcha.

Así, desde hace 15 días se trabaja en la calle Fundición, una de las áreas pacificadas también definidas en el PMUS de 2013,  que se sometió a una intervención a causa del covid dentro de la estrategia de calles abiertas y donde se mantendrá la prioridad peatonal.  Se desarrolla también la segunda fase del tramo este-oeste del eje ciclista, entre El Espolón y El Cubo y se ha reformado la calle Murrieta, desde la rotonda de Carmen Medrano con Duques de Nájera hasta Las Palmeras, «donde  los vecinos constatan la reducción de ruido».