Miguel Ledo (Logroño, 1990) hiz o historia desde 2009 hasta 2022 con la Sociedad Deportiva Logroñés y, desde ayer, es leyenda blanquirroja. El capitán y el símbolo de la SDL se reconoce molesto con la forma en la que se ha gestionó su despedida aunque recuerda que estos trece años«han merecido la pena».  

Trece años de relación futbolística que tocaron a su fin. Son muchos años en el mismo club.

Empecé de cero, saliendo de juvenil, sin saber lo que me iba a encontrar pero era un proyecto ilusionante.

Llega  del Balsamaiso DHJ de Llona, ¿es así, verdad?

(Se lo piensa) Sí, así es.

En la 21-21 fue de los últimos en renovar y ahora el primero en decir adiós.  ¡Curioso!

Sí que agradezco al club que me lo haya dicho cuanto antes para poder buscarme la vida. El pasado año me costó mucho renovar pero fue por mí. Pedí excedencia...

Los aficionados consideran que el comunicado de su despedida fue frío. También me consta que a usted no le gustan las ceremonias...

No tenía muchas ganas de nada, la verdad. El día del Celta B era el día. Creo que es mejor hacer los homenajes cuando uno está en activo.

¿Sospechaba que el día del Celta B era el último? ¿Cuándo se vio fuera de la SDL?

Creo que se sabía y está claro que el último en saberlo he sido yo. Se barruntaba que era el último, por la ovación... Al final, tengo la sensación de que te están estando sin tú saber por qué.

Trece años como blanquirrojo. ¿Con qué se queda?

El día más bonito fue el de la llegada, de eso no me cabe duda. Era una nueva etapa, había mucha ilusión. Luego está claro que ha habido ascensos y que han sido muy especiales. Y luego, los amigos que uno hace en el fútbol, que es muy importante.

¿Con qué amigos se queda?

Con Laencina, con Murías, con Miguel (Zizou), que fue el primer capitán del equipo.

¿Qué tal su relación con Llona?

Esta temporada hemos tenido una relación laboral. Pero en las otras etapas la relación era más personal. Este año, la relación ha sido más profesional que otra cosa.

¿Se ha sido injusto con usted?

Bueno, este año no se me han dado muchas oportunidades visto el rendimiento que dio en los dos primeros partidos. Pero creo que he aprovechado los ratos que me ha dado la oportunidad.

Daba la sensación de que su continuidad era un problema para el club. ¿Lo ve así?

No lo veo así. Pero es cierto que cuando me han dado la baja he tenido una sensación rara porque no había directivos. Tras trece años, se hubiera agradecido su presencia.

Y ahora, ¿qué va a hacer Miguel Ledo?

No lo sé, sinceramente. Pero voy a seguir jugando al fútbol. No tengo claro en qué categoría aunque me imagino que en 2ª RFEF o Tercera. Voy a primar el jugar porque a mi edad (31 años) lo que quiero es pasármelo bien. Quiero volver a sentirme futbolista.

¿Cree que han merecido la pena estas trece temporadas?

Sí, sí, han sido trece años en los que he estado a gusto.

Físicamente, ¿qué tal está? ¿Ha podido completar los entrenamientos? ¿Ha vuelto a sufrir mareos?

Los mareos ya no han vuelto. Me hicieron todo tipo de pruebas pero no ha vuelto a pasar. Físicamente, en los entrenos creo que he estado al nivel de mis compañeros.

Regional, Tercera, 2ª By Primera RFEF. ¿Tuvo la tentación de marcharse en Tercera?

Sí, es cierto que ha habido alguna oportunidad de haberme marchado. La verdad es que los seis años en Tercera se hicieron duros, pero siempre dije que me encontraba a gusto en el club y lo he cumplido. Ha habido cosas de fuera de Logroño pero la Sociedad Deportiva Logroñés siempre fue mi primera opción.

Tras trece años, ¿recuerda algún rival que le haya puesto en especiales dificultades? ¿O un equipo que se le haya atragantado?

De rival, no lo sé. A bote pronto, no se me ocurre ninguno al que no quisiera enfrentarme. Pero como equipo que se nos ha dado mal, de siempre, el Calahorra en todas las categorías.

Hemos hablado de su mejor momento. ¿Cuál ha sido su momento más bajo en la SDL?

Pues los ha dicho tú. Lo de los mareos fue el peor momento.  Fueron cuatro o cinco meses que tuve que estar parado, sin conocer cuál era la causa de los mareos pero, por fortuna, ya pasaron.

¿Qué sintió ante el Celta B? Pues, en primer lugar, alegría e ilusión por jugar, porque lo hacía en Las Gaunas ante mi familia y mi gente. Es con eso con lo que me quedo, más allá de la ovación.

Le guste o no, es un futbolista que ha trascendido. La Sociedad Deportiva Logroñés es un club modesto pero para los aficionados es parte del escudo.

Sí, no sé por qué pero sí sé que a la afición le he caído siempre bien, creo que por mi forma de ser, porque soy noble. Me he sentido siempre muy querido. Se agradece, la verdad. Con eso me quedo.

Es capitán y símbolo, pero para La Grada es el 'Rastafari'  y para  gran parte de la afición su 'Látigo'. ¿Con qué apodo se queda?

La verdad es que no me molesta, me gustan todos. Llegan desde el respeto.

Durante muchos años ha lucido el dorsal número 4'. ¿Qué hacemos con él?

Me han llegado las iniciativas de retirar el número, me han llegado, pero no sé qué pensar. Me hace ilusión pero uno nunca es tan importante.

Marcó uno de los goles más icónicos de la Sociedad Deportiva Logroñés. Lo hizo en Riazor. ¿Qué supuso ese tanto para usted.

Un gran logro, la verdad. Por el punto, por el escenario en el que llegó, por la entidad del rival, por el minuto,...

Fue su décimo gol en Segunda B y Primera RFEF. También el último por ahora. ¿Se acuerda de todos?

Me acuerdo de los diez. De los derbis. El del Barakaldo (en la jornada 38 de la 12-13, que dejó al conjunto vizcaíno fuera del 'play off') también fue muy bonito.

Y bien pagado, ¿no?

¡Qué cabrón! (Se ríe). Eso que se dicen son bulos.