La Junta de Gobierno Local de Logroño ha aprobado este miércoles la reducción al 66 por ciento del aforo del auditorio municipal, que solo podrá ser ocupado por 526 personas sentadas, quienes deberán llevar mascarilla y proporcionar sus datos personales al organizador del acto que se celebre.

El portavoz del equipo de Gobierno municipal de Logroño, Kilian Cruz, ha detallado en una rueda informativa los principales asuntos aprobados por la Junta, entre ellos la nueva normativa de uso del auditorio, en base a las resoluciones de la Consejería de Salud para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, según detalla Efe.

Cruz ha detallado que el aforo se reduce a dos tercios y pasa de 791 asientos a 526 localidades, ocho de ellas reservadas para personas con discapacidad.

El Ayuntamiento aportará al solicitante del auditorio municipal un plano con las butacas inhabilitadas y el nuevo aforo, de modo que los organizadores de actividades que hayan sido autorizados a usar este espacio público deberán preasignar las butacas habilitadas y obtener los datos personales (nombres, apellidos, dirección postal y teléfono) de los asistentes a cada acto.

También deben disponer de la misma información relativa a las personas que participen en la actividad: equipos artísticos y técnicos, personal de apoyo y cualesquiera otros que acudan al desarrollo de la actividad.

El portavoz municipal ha recalcado que deberá cumplirse en todo caso la normativa de protección de datos de carácter personal y la obligación de preasignación de butacas y obtención de datos se mantiene, tanto para actividades con venta de entradas, como para actividades de acceso gratuito.

Finalmente, respecto a otras normas de obligado cumplimiento para los organizadores y asistentes a cualquier actividad se incorpora que los asistentes deberán llevar mascarilla puesta en todo momento.

Igualmente será obligatorio el uso de mascarilla para el personal técnico, artístico, de apoyo o control que concurra en cualquier actividad programada en el auditorio, incluyendo accesos y todos los espacios que comprende.

Esta obligación solo se exceptuará para los artistas cuando la propia naturaleza de la actividad resulte incompatible con el uso de la mascarilla.

El aforo de los cuatro camerinos será de dos personas en tres de ellos y de tres en el otro restante.

Dado que los asientos son preasignados, en caso de que cualquier asistente abandone su puesto en el momento de la celebración de la actuación, la butaca vacía no podrá ser ocupado por otra persona.

Además, el organizador deberá disponer de una persona encargada de garantizar que la entrada y salida a los actos se lleve a cabo de manera escalonada con el fin de evitar aglomeraciones.