Los riojanos deben trabajar 193 días para pagar al Estado

Feli Agustín
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Todo lo que ganaron los autónomos y asalariados de esta comunidad hasta el 12 de julio fue para pagar impuestos y cuotas con la Seguridad Social, un día menos que la media del país

Ciudadanos paseando por la Gran Vía de Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

La Fundación Civismo ha calculado que las medidas impositivas que el Gobierno central tiene previsto aplicar en 2023 obligarán a los españoles a trabajar 210 días para saldar cuentas con Hacienda y la Seguridad Social, casi tres semanas más que el presente ejercicio. Esta situación se trasladará casi de manera idéntica a La Rioja, cuyo Gobierno se ha mantenido al margen de la batalla fiscal que han emprendido otras comunidades autónomas y ha decidido no bajar impuestos y mantener inamovibles las cuotas tributarias.

La aprobación casi segura por parte del Congreso de los Diputados del proyecto presupuestario elaborado por el Ministerio de María Jesús Montero implicará que los riojanos deberán trabajar el próximo ejercicio hasta el 29 de julio, 17 días más que este año, para liquidar las cuentas con las administraciones, un objetivo que este año se ha cumplido el 12 de julio, un día antes que la media de las comunidades españolas. Es este ránking constata que son los habitantes de Cataluña los que afrontan más obligaciones fiscales (han saldado cuentas el 22 de julio) y los ciudadanos de Ceuta;Melilla y Murcia los que menos, hasta el 10 de julio.

Los contribuyentes riojanos se encuentra entre los 'privilegiados' pues es, con Madrid, Andalucía y Castilla-León, una de las comunidades que antes alcanza el llamado Día de la Liberalización Fiscal, «aquel a partir del que toda la renta queda disponible para consumir y ahorrar». 

Civatitis calcula el sueldo neto que ingresa un asalariado cuyo salario bruto alcanza los 20.000 euros y constata la profunda diferencia entre las distintas comunidades autónomas, tanto forales cono de régimen común. Según este estudio, los riojanos se encuentran entre los más beneficiados, y percibirían una de las nóminas más elevadas del país, de 16.409 euros. De hecho, los sueldos solo son más altos en País Vasco, de 17.064;es de 16.879 euros en Navarra; y en Madrid que, con 16.426 euros, es la comunidad autónoma de régimen común con los salarios más elevados. Serían, de nuevo, los ciudadanos de Cataluña los más castigados  fiscalmente y un sueldo bruto anual de 20.000 euros les supone un neto de 16.219 euros.

Competitividad fiscal. Y, precisamente, la estructura del sistema fiscal en cada comunidad autónoma analiza el  Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF), elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad y la Tax Foundation, que  señala que La Rioja ha perdido un puesto en este ránking y se sitúa como la novena comunidad más atractiva para invertir. Este estudio  coincide en los extremos con el elaborado por Civitatis y apunta que Madrid es la comunidad más competitiva fiscalmente, seguida de las tres provincias vascas, mientras que Cataluña se coloca en la cola.

Para fijar este ránking, los elaboradores del informe han estudiado  varios impuestos, el de la renta, patrimonio, sucesiones y transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, en los que La Rioja figura en una situación intermedia. 

El informe señala que La Rioja ocupa la novena posición en la clasificación, con una bajada de tres escalones con respecto a 2017. Hace un recorrido por los últimos movimientos fiscales acometidos tanto por el Gobierno de José Ignacio Ceniceros como el de Concha Andreu y recuerda que en 2018 se aplicó una bajada de los tipos impositivos para las bases liquidables de hasta 50.000 euros y también reformó  patrimonio subiendo la bonificación del 50 al 75%. Además, en 2019, volvió a modificar el IRPF con una rebaja de 0,5 puntos el tipo mínimo.

No obstante, en 2020, subió 1,5 puntos el tipo marginal de los dos últimos tramos del IRPF, que pasó a ser el más alto de los de régimen común en dicho ejercicio. También eliminó la bonificación del 75% en la cuota del impuesto sobre el patrimonio y redujo en algunos casos la deducción en Sucesiones hasta un 50%. 

En 2021, y sin tarifa propia para el impuesto sobre el patrimonio, La Rioja se ha visto afectada por la introducción de una nueva estatal, lo que le ha llevado a a reducir su puntuación en el índice correspondiente, una circunstancia que, sin duda, se verá acentuada en 2023 ante la bajada generalizada de este tributo por las comunidades autónomas. 

Ante la pérdida de competitividad fiscal, el informe elaborado por a Fundación para el Avance de la Libertad y la Tax Foundation introduce una serie de recomendaciones y aconseja a La Rioja  reformar el impuesto sobre la renta reduciendo los tipos impositivos de todos los tramos y, especialmente, en los más elevados en 4 puntos, con un máximo del 23% para alcanzar un tipo marginal máximo conjunto estatal y autonómico del 47,5%, parecido al de Alemania.

Igualmente considera que también «podría derogar» la reforma de del IRPF de 2020 y deflactar todos los años de forma automática el IRPF con la inflación y derogar el impuesto sobre el patrimonio o reintroducir la bonificación del 75%, o incluso del 100%. De no ser posible, recomienda el aumento del mínimo exento a un millón de euros y aplicar un tipo impositivo máximo del 2,5%.