La Venta de Piqueras recupera el ambiente pastoril

El Día
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La XVI "Fiesta de la Trashumancia. La marcha de los pastores" ha revivido el momento en que los ganados ovinos partían de la sierra riojana hacia Extremadura en busca de un invierno menos riguroso

El ganado no podía faltar en una fiesta de ambientación pastoril. - Foto: Gobierno de La Rioja

La Venta de Piqueras, la ermita de la luz y el centro de interpretación de la Trashumancia se han llenado de público y animación para celebrar la XVI "Fiesta de la Trashumancia. La marcha de los pastores" y revivir el momento en que los ganados ovinos partían de la sierra riojana hacia Extremadura en busca de un invierno menos riguroso.

La programación planteada por el equipo de Educación Ambiental de la Consejería de Sostenibilidad, Transición Ecológica y Portavocía, tras dos años en que la pandemia interrumpió su celebración, buscaba llegar a la generación más joven para trasladarle la tradición de la época trashumante y autenticidad de la actividad pastoril que ha marcado la vida en Cameros y en buena parte de la sierra riojana, informa Efe.

Un público familiar de todas las edades pudo disfrutar de las diferentes propuestas de títeres, música, baile y animaciones, ha relatado este sábado el Gobierno riojano en una nota.

Las ovejas fueron las primeras protagonistas de la fiesta y el público pudo acompañar y participar en la conducción de un rebaño y su pastor que, desde San Andrés, se desplazaron hasta la Venta de Piqueras en el Parque Natural de la Sierra de Cebollera.

Así, recorrieron tres kilómetros de recorrido apto para público de todas las edades, en el mismo sentido que lo hacían los pastores de la zona.

La música fue, un año más, uno de los elementos fundamentales de la Fiesta de la Trashumancia. La mañana estuvo amenizada por pasacalles y por la actuación del grupo de Danzas de la vecina Nieva de Cameros que bailaron al son de los Dulzaineros de San Asensio y, a partir del mediodía hubo títeres, cuentacuentos y romances amenizados con música de la mano de Birloque.

Todo ello rodeado de un mercado artesano y gastronómico, que bajo el título "Compartiendo sabores y saberes" reunió a más de una veintena de puestos de artesanas y artesanos que ofrecieron entre otros productos, sus quesos, fardelejos, patés, embutidos, miel, mermelada, chocolates, mantas, cestería, artículos de piel y lana, cerámica, instrumentos musicales, o libros sobre etnografía e historias de la zona.

Por la tarde, la cita musical de la jornada fue el concierto del grupo burgalés "El nido" en su gira "Huella y camino", un conjunto que encuentra su inspiración en el folclore castellano e ibérico, para componer sus propias canciones desde un planteamiento moderno y genuino.

Los ritmos de sus canciones son de jota, ajechaos, ruedas, tocados con conchas, cucharas, tamboril, almirez y panderos cuadrados.