Las tecnologías renovables produjeron el 46,7 % de toda la electricidad producida en España en 2021, registrando su mayor participación en el mix de generación desde que existen registros. La eólica es ya la principal fuente de producción eléctrica con una participación del 23,3 % del total en nuestro país y la solar fotovoltaica lidera el incremento de producción con un crecimiento del 36,7 % y supone ya el 8,1 % sobre el total, según datos de Red Eléctrica.
En La Rioja, la generación eléctrica basada en fuentes renovables alcanzó en 2021 el 55,4%, lo que ha supuesto un incremento del 10,8 % y fue la tercera región en España con mayor cuota de producción eólica en su mix, con un 41,8%;la segunda fuente de generación riojana fue el ciclo combinado (41%), muy por delante de la solar fotovoltaica (6,8%) y la hidráulica (6,5%), que se mantuvieron en niveles similares a los del periodo anual anterior.
A pesar de la exigua cuota de participación de la fotovoltaica y de que esté por debajo de la media española, la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica señala que las solicitudes para instalar paneles solares para el autoconsumo se han sextuplicado en tres años y el Barómetro emovili solar de Paneles Solares informaba ayer de que La Rioja dispone de 585 instalaciones fotovoltaicas;el año pasado registró 225 nuevas inscripciones, un 63% más que las que el ejercicio anterior.
El director general de Transición Energética y Cambio Climático, Iván Moya, argumenta esta afirmación con datos y relata que cuando cogieron las riendas del departamento, en septiembre de 2019, había 90 solicitudes pendientes de tramitar;ahora hay más de 540.
«El aumento ha sido constante, antes de 2019 fueron 25, 60 ese año;las peticiones alcanzaron 125 en 2020 y 225 nuevas el año pasado», informa el director general, que señala que en los cuatro primeros meses las peticiones se elevan ya a un centenar.
De hecho, explica, la partida prevista para subvencionar la instalación de paneles tanto para empresas, administraciones como el sector residencial se ha superado con creces y su departamento solicitará unos cuatro millones que se sumarán a los 5,2 de fondos europeos que recibió en el marco del Plan de Recuperación.
Moya explica que estas subvenciones, aprobadas a través de un Real Decreto de julio de 2021, no se han podido aplicar en La Rioja hasta febrero de este año -aunque con carácter retroactivo- y afirma que la aprobación de estas ayudas no ha acelerado «especialmente» las peticiones. «Empresas y particulares entienden que es lo que hay que hacer y justifican la inversión sin subvención», razona el director general de Transición Energética, que entiende que el autoconsumo es el presente.
De cara al futuro augura la participación activa del consumidor, «que no se limitará a pagar la factura cada dos meses, sino que generará y venderá energía».
Jorge García, vicepresidente de la Asociación Profesional de Instaladores Electricistas, de Energías Renovables y de Telecomunicaciones de La Rioja (AIER), ratifica este interés creciente y confirma que en los 20 años que lleva trabajando en el sector no había detectado «nunca» la actual predisposición a contar con paneles solares, una tendencia generalizada en todo el territorio.
Auge imparable. Las razones que explican este auge, según el especialista en energías renovables de AIER, es el imparable aumento del precio de la electricidad, que ha causado una «alta sensibilización» de los ciudadanos al respecto, lo que les ha hecho reflexionar que colocar placas en casa o en el negocio puede hacer reducir la factura «un 40, 50 o 60%», circunstancia que se ha visto favorecida por la importante suma de fondos europeos Next Generation destinada a energías renovables.
No obstante, García coincide en que «muchos clientes están colocando los paneles al margen de que les concedan o no la ayuda» porque, con los precios de la electricidad tan elevados, «las placas se amortizan sin subvención en cuatro o cinco años».
García confirma que el interés «desmesurado» se está traduciendo en nuevas instalaciones tanto en empresas, «que siempre han estado» y, particularmente, en el sector residencial, tanto en vivienda unifamiliar como comunitaria.
«Hay muchísimo movimiento de información y muchísimo movimiento real de instalaciones», reitera el experto en renovables, que informa de que el precio puede oscilar en un unifamiliar «entre los 5.000 o 6.000 euros», que en el caso de las comunidades de vecinos, el precio de la instalación puede bajar hasta 3.000 euros por vecino. Resalta también el importante crecimiento de la demanda de las instalaciones con batería para almacenar, «lo que se produce por el día y gastarlo por la noche».
El vicepresidente de los instaladores explica que a lo largo de su trayectoria profesional ha asistido a «picos de subidas y bajadas», pero se han alcanzado volúmenes de demanda «nunca vistos», que le hacen prever que se prolongarán en el futuro.