Rusia confía en tomar todo el Donbás antes de finales de año

Agencias
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Moscú continúa con su avance sobre Donetsk y conquista la estratégica ciudad de Síversk, mientras advierte que «capturará o destuirá» el armamento que Occidente envíe a Ucrania

Antes de que acabe el año, Rusia podría haber conseguido su objetivo de tomar por completo la región del Donbás, la razón por la que, según el Kremlin, se lanzó la invasión sobre Ucrania el pasado 24 de febrero. «Tenemos un determinado avance y, respecto al futuro, no daremos fechas concretas, pero la liberación del Donbás concluirá este año», declaró el portavoz de las milicias separatistas, Eduard Basurin. 

Además, se refirió al armamento occidental que ha llegado durante las últimas semanas al frente y ha servido al Ejército local para destruir arsenales rusos en la retaguardia. Un envío que quiso minimizar: «No importa cuánto traigan, nosotros lo capturaremos o lo destruiremos, no hay otras variantes». 

Y, a nivel estratégico, adelantó que, al no conocer el próximo objetivo de Moscú y las repúblicas de Donetsk y Lugansk, las Fuerzas Armadas de Kiev tienen desplegadas a sus tropas a lo largo de todo el país, lo que «facilita el avance» de los soldados invasores. 

En cuanto al parte de guerra, el Kremlin se jactó ayer de haber tomado el control de la localidad de Síversk, un importante nudo ferroviario en Donetsk, considerado clave para el avance de la ofensiva en el Donbás y situado a unos 30 kilómetros de la también conquistada Lisichansk, en Lugansk.

«Síversk está bajo nuestro control», apuntó un portavoz del Ejecutivo ruso, mientras que desde Ucrania optaron por el silencio sobre este aspecto. 

Reorganización en Kiev

Y es que en la exrepública soviética tuvieron ayer importantes movimientos en el ámbito político, puesto que el presidente del país, Volodimir Zelenski, destituyó a su fiscal general, Irina Venediktova, y al jefe de los Servicios de Seguridad, Ivan Bakanov, por «desempeño inadecuado de sus deberes con el consiguiente coste de vidas humanas».

Zelenski aseguró, además, que más de 60 empleados de ambos departamentos permanecieron en los territorios ocupados y «trabajan contra nuestro Estado», incidiendo en que se habían detectado conexiones entre Fuerzas de Seguridad ucranianas y los servicios especiales de Rusia, lo que «constituía un crimen contra los cimientos de la seguridad nacional». 

El mandatario aseguró también que ya «se han registrado 651 procesos penales por traición a la patria y actividades de colaboración en empleados de fiscalías, órganos de instrucción y otras agencias encargadas del cumplimiento de la ley».