La cesta se va por las nubes

Ana Torrecillas
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El precio de los alimentos sigue disparado en octubre y ya roza el 14 % de subida en un año. Frutas, verduras y carnes registran el mayor incremento: la achicoria se paga a tres euros y el solomillo de ternera escala a los 37 euros el kilo

Dos mujeres observan el precio de los productos - Foto: Óscar Solorzano

En el mercado de la Plaza de Abastos de Logroño hay un trasiego de clientes continúo. Muchos de ellos, parapetados con sus carros de la compra, miran inquisitivamente los precios de los productos de frutas y verduras; y carne y embutidos. Otros prefieren no fijarse demasiado "para ahorrarse el susto" previo a la hora de pasar por caja. Y es que los precios de los alimentos prosiguen con la escalada que comenzó principios de año. El dato del Índice de Precios al Consumo (IPC) del mes de octubre confirma la tendencia  nacional de la subida de los alimentos frescos y de las bebidas no alcohólicas que suben un 2,2 por ciento y la subida anual escala hasta casi el 14 %. Este sector, junto con el del Vestido y Calzado que sube un 9,2%, es el que registra mayor incremento. Los productos que más se encarecen son las verduras frescas, un 8,3% con respecto al mes pasado y las frutas, un 10% más.

No solo la escalada de precios la notan los consumidores. Los tenderos de la Plaza de Abastos de Logroño lo hacen cada día cuando escriben los precios en el pizarrillo que colocan en las cestas de los productos. «Ahora lo que más ha subido es la achicoria  cuyo precio es de 3 euros la unidad pero también está bastante más cara la alubia con 4,50 euros el kilo", reconoce Joana, dependiente del puesto JC Davadillo. Una de las clientas, Conchi Bezares, paga con tarjeta la cuenta final que asciende a 20 euros. «Me he llevado kiwis y aguacates, zanahorias, lechugas y puerros», dice de memoria, «claro que noto que todo ha subido, pero igualmente tengo que comprar».

Es lo que reconocen la mayoría de los compradores: todo es más caro. Algunos aseguran que evitan comprar aquellos productos con un precio desorbitado. «El otro día me pidieron 10 euros por un costillar de cerdo y les pregunté: entonces, ¿cuánto vale todo el cerdo?», indica con sentido del humor Luis, un jubilado que espera su turno en el puesto de carne y embutidos. Estos productos también han visto como su precio aumentaba mes a mes. En ese puesto, se nota la subida del cordero, a puertas de la Navidad. La unidad está a 120 euros, cuando el año pasado se pagaba 20 euros menos. Pero es que la carestía está aupada por la falta de producción. «El problema es que, además de la subida del precio de la energía, se suma a que no hay oferta y sí mucha demanda», asegura el presidente de la Asociación de la Plaza de Abastos y carnicero, Alfredo Iturriaga. También ha subido la ternera: el solomillo está a 36,80 euros el kilo, mientras hace un año se podía adquirir a 32,80 euros. Y es un suma y sigue, porque la cinta de lomo se paga hoy a 8,70 euros el kilo, un euro más cara que hace un año. La carne de ave como la del pollo también ha subido pero menos, cerca de un 3%. «Los márgenes de beneficio que antes rondaban en torno a un 10 o un 15 por ciento, se están reduciendo mucho porque los comerciantes estamos asumiendo la subida de precios", afirma Iturriaga, «y eso se nota en el pequeño comercio, no así en las grandes superficies. Un ejemplo: una caja de galletas ha subido casi un euro y medio en unos meses», recuerda este comerciante, «tenemos que apoyar al pequeño comercio local que está al lado de los consumidores, aguantando los precios. Porque de seguir así, desaparecerá y veremos qué es lo que pasa».

 

«Sí o sí hay que comprar». Apoyando esta tesis está Isabel, que regenta un puesto de carnes y embutidos: «Pero es que la subida de la electricidad, el gas y el transporte la estamos asumiendo los comerciantes», asevera la carnicera. Los compradores no se plantean la lista de la compra de cara a las próximas fiestas.  La mayoría reconoce ir a día a día y pensar en la lista de la compra a corto plazo. Es el caso de Isabel y María, madre e hija de Logroño, que afirman que «todo ha subido muchísimo, llevamos meses notando esta subida. Pero es que sí o sí hay que comprar. Nosotras solo hemos adelantado la compra de turrones de cara a Navidad».

Amparo Rubio que regenta el puesto de carnes y embutidos 'Pedro y Amparo', se solidariza con sus clientes. «Entiendo perfectamente a mis clientes cuando se quejan de que no llegan a fin de mes, es que todo está mucho más caro».