El voluntariado medioambiental de Cruz Roja, junto a Rafting Rioja, han organizado este domingo, 5 de junio, una actividad para conocer el Ebro "desde dentro" y celebrar así el Día Mundial del Medio Ambiente. La actividad 'Kayakea' está organizada por Cruz Roja y Rafting Rioja y las plazas ya están cubiertas desde el primer día de apertura de inscripciones.

La actividad se celebrará desde el embarcadero del Ebro en Logroño, de 10,00 a 12,00 para el público general y de 12,00 a 14,00 para familias con niños y niñas a partir de 6 años. Es necesario estar en el embarcadero 15 minutos antes del inicio de la actividad. Participarán 18 personas en cada turno, en 6 kayaks individuales y 6 kayaks dobles.

"El 5 de junio es una fecha marcada en el calendario de Cruz Roja como cita ineludible para sensibilizar a la ciudadanía de la importancia del medio ambiente en el que vivimos. Este año, bajo el lema Acciones que van, gestos que vuelven, queremos destacar la importancia de los pequeños cambios que podemos hacer cada uno de nosotros para cuidar el medio y cómo influyen globalmente. A través de esta iniciativa, damos a conocer la naturaleza más próxima desde un punto de vista diferente, desde el propio Ebro. Con esta acción, Cruz Roja en La Rioja se une a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el mayor evento anual para la acción ambiental positiva", ha señalado el presidente autonómico de Cruz Roja, Fernando Reinares.

El gerente de Rafting Rioja, Jorge Maza, ha apuntado que "el recorrido va por los puentes de Logroño, por lo que los participantes van a poder disfrutar de unas vistas únicas de la ciudad".

Por su parte, Víctor Montalvo Martín, educador ambiental y voluntario de Cruz Roja, ha explicado que "el objetivo es aprender sobre los animales y plantas que pueblan el Ebro, desde invertebrados como las náyades hasta grandes aves como las garzas o carismáticos mamíferos como los castores".

Cruz Roja promueve el cuidado del medio ambiente durante todo el año, y ha reducido en un 40% su huella de carbono en La Rioja en los tres últimos años.

Cruz Roja, en su compromiso con las personas y el medio ambiente, es la primera organización social de España que mide y registra su huella de carbono; lo hace desde hace 3 años y ha establecido un plan de reducción de su producción del C02 que ya ha conseguido una disminución del 40% en La Rioja desde su puesta en marcha, al pasar de 198 toneladas de CO2 emitidas a 120.

La huella de carbono que no pueda eliminar, la compensa con la reforestación de espacios naturales (Cruz Roja La Rioja ha plantado 8.300 árboles para reforestar casi 7 hectáreas en el valle de Ocón), y desarrollando acciones con familias en situación de vulnerabilidad y pobreza energética (en 2021 Cruz Roja ayudó a 120 familias riojanas). Éste es el fundamento de la estrategia +CO(mpensa)2, basada en la mitigación y adaptación dirigida a una transición ecológica justa.

Conscientes de que de manera más o menos directa todas las acciones que realizamos en nuestro día a día tienen un impacto sobre el entorno, Cruz Roja y Cruz Roja Juventud proponen a la sociedad incorporar nuevos hábitos que incluyan una repercusión positiva, como el reciclaje, la creación de huertos ecosociales, la reducción del consumo energético y el ahorro doméstico, o en general, la promoción de hábitos y conductas respetuosas con el medio ambiente, que incluyen la vigilancia en costas, ríos o parques nacionales, entre otros.

Todas estas iniciativas no son novedad de Cruz Roja, ya que todas pertenecen a las diferentes áreas de conocimiento en las que se divide la organización, no solo a su área de Medio Ambiente, sino también a ámbitos como la Formación, la Cooperación Internacional o la Inclusión Social.

Con todo ello se busca reducir el impacto medioambiental, reducir la huella de carbono, luchar contra el cambio climático, y también conseguir la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Cruz Roja plantea la necesidad de realizar acciones sostenibles, como utilizar fuentes de energía renovables y usar aparatos con alta eficiencia energética, separar los residuos en casa para su correcto reciclado, el uso de bolsas de tela en la compra y la adquisición de productos de proximidad, o el desplazamiento en bicicleta o a pie, con el fin de reducir el efecto invernadero y el cambio climático, la consecución de un aire más limpio, el mantenimiento de ríos y bosques más limpios y ecosistemas sanos y sostenibles, o la reducción del número de vertederos e incineraciones, entre otros.

Para Cruz Roja y Cruz Roja Juventud, el planeta nos devuelve el efecto de todas las acciones que realizamos, como en la calidad del aire que respiramos, o en forma de biodiversidad, lo que tiene un impacto directo en nuestra salud y nuestra calidad de vida.

Ante la situación de emergencia climática y ambiental que vive el mundo en la actualidad, donde cada vez más se producen desastres medioambientales y naturales, olas de calor y de frío, inundaciones extremas o sequías, se deben plantear soluciones urgentes desde lo individual y local, hasta lo colectivo y global. Las olas de calor del verano 2019 provocaron casi 3.500 muertes en Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, España, Suiza y el Reino Unido.

Así lo recoge el informe sobre Desastres Naturales de la Federación Internacional de la Cruz Roja. Durante los últimos 10 años, el 83% de los desastres desencadenados por amenazas naturales se debieron a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, y aproximadamente, una de cada siete personas han sufrido directamente los efectos de la crisis climática durante los últimos 10 años, lo que ha causado más de 410.000 muertes.

COMPROMISO CON EL MEDIOAMBIENTE

El año 2030 es la fecha marcada por la Federación Internacional de Cruz Roja y de la Media Luna Roja en su compromiso con las personas y el medio ambiente, con medidas equitativas y solidarias: preparándose para afrontar los impactos del cambio climático, basando la economía en la neutralidad antes de 2030, creando empleo verde y de calidad en el mundo rural en sintonía con la repoblación rural, reforestando espacios naturales para compensar la huella de carbono, acompañando y ayudando a las personas en situación de pobreza energética y a todas, en general, para alcanzar una mayor eficiencia energética, y fomentando hábitos responsables y sostenibles con el planeta.

Reducir el consumo, evitar los envases de plástico, reciclar adecuadamente los residuos, reaprovechar los restos de comida sobrante, comprar productos de temporada en comercios de proximidad, reutilizar envases y utilizar el transporte público para contaminar lo menos posible son algunas de las claves que Cruz Roja propone para luchar contra el cambio climático.

España es uno de los países más vulnerable al cambio climático; desastres naturales como Filomena, o las inundaciones son solo una nueva muestra, pero más de dos tercios de la superficie está en riesgo de desertificación, 8.000 kilómetros de costa están expuestos a la subida del nivel del mar, los huracanes llegarán a Canarias y la Península, la gota fría seguirá aumentando en el Mediterráneo y la captura de peces caerá un 17% en los próximos 30 años. Por todo ello, es necesario y urgente tomar medidas que reviertan esta situación, e impidan que se cumplan estas predicciones.