"El cine es mi religión y nadie me va a cambiar de idea"

Juana Samanes
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Fiel. Como los directores clásicos, las películas que firma este cineasta tienen su propia personalidad y estilo, con una buena dosis cargada de suspense

Night Shyamalan, el director de 'Llaman a la puerta', posa en un festival - Foto: Daniel Mayrit

Desde que en 1999 nos estremeció con El Sexto sentido, el director estadounidense Night Shyamalan, de origen indio, ha seguido una interesante trayectoria cuya constante radica en intrigar o aterrorizar al espectador. Ahora lo vuelve a hacer con una de contenido apocalíptico titulada Llaman a la puerta, que está inspirada libremente en una novela del escritor Paul Trembley.

¿Qué intención tenía al narrar una historia apocalíptica donde se habla de temas como el sacrificio que pueden sonar a bíblicos?

Yo considero la religión como otro tipo de mitologías que me gustan. Soy indio de nacimiento, crecí en EEUU y asistí durante 10 años a un colegio católico. A mí me agrada plantear una historia en un mundo real, pero introducir elementos bíblicos pero adaptados al tiempo actual. 

Usted se ha basado en el libro de Paul Trembley, pero hay muchos cambios en su película. ¿Cómo decide qué trasladar a imágenes y qué se queda fuera?

Creo que es una adaptación atípica. Porque lo primero que hice fui cambiar el título, para no crear falsas expectativas por parte de los fans de la novela de Trembley. Desde el primer momento pensé que la premisa de arranque era increíble, pero que de alguna manera había que cerrarla de otra forma para que me resultase satisfactoria. 

Prácticamente, toda la acción se desarrolla en el interior de la cabaña. ¿Le gusta enfrentarse a retos técnicos, y también artísticos? 

Me encanta, como cuando el mejor de los chefs elige los mejores ingredientes, y de más calidad, para cocinar su plato, para saborear todo, así lo veo yo. Estoy sentado con usted y creo que es lo suficiente para imaginar una escena y no me hace falta salir a la calle para hacer una historia que llevar a la gran pantalla. 

Aúna escenas de suspense con otras dramáticas. ¿Ha sido complicado unir ambas líneas narrativas?

Yo creo que soy algo malvado porque me gusta en este filme presentar un flash back agradable sobre la historia de amor de la pareja protagonista y meter un elemento de terror. En esta película ese equilibrio ha sido especialmente delicado. 

Usted ha trabajado en series pero, sobre todo, en el cine. ¿Qué diferencias encuentra en ambos medios?

Normalmente, las series televisivas son una experiencia sobre todo basada en personajes, el público les coge cariño y le gusta volver a verles. 

El cine es mi religión, mi mejor sushi, es la forma más elevada de arte y nadie me va a cambiar de idea.

¿Cómo lograr explicar a una niña escenas tan dramáticas?

Kristen Cui es una niña muy inteligente. Y yo le digo lo mismo a todos los actores: no hagáis nada con el cuerpo o con la cara, no intentéis engañarme porque os lo voy a decir. A Kristen le decía qué crees que siente el personaje de Wen cuando ve cómo sufre su padre, cuál sería su reacción. Se lo repetí y, al final, lo entendió. Kristen es todo un personaje.