"Contra los incendios, trabajamos antes, durante y después"

Gustavo Basurto
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Curtido en las canchas de baloncesto y en la gestión deportiva, Salva Díez (Albelda de Iregua, 1963) aplica lo aprendido, trabajo en equipo y capacidad de reacción, a su actual responsabilidad como director general de Emergencias y Protección Civil

Salva Díez, en la sala de operaciones del SOS Rioja, en su etapa en el Gobierno riojano. - Foto: INGRID

De dirigir el juego, en sus tiempos de profesional, en el Barcelona o en la Selección Española de Baloncesto, a Salva Díez le ha quedado grabada a fuego la consigna de la coordinación y el trabajo en equipo. Como director general de Emergencias y Protección Civil del Gobierno de La Rioja afronta un verano intenso en la gestión de servicios clave como el SOS Rioja y los cuatro parques de bomberos del Consorcio para el Servicio de Extinción de Incendios, Salvamento y Protección Civil de La Rioja (CEIS).

Como en el baloncesto, ¿garantizar la seguridad ciudadana requiere una labor de equipo, coordinación y no bajar nunca la guardia?

Las similitudes son muchas: trabajo en equipo y transmitir la idea de que luchamos todos por los mismos objetivos. He estado en la gerencia de un campo de golf y en la Federación Española de Baloncesto; y ahora aquí, esa es la idea: proteger al ciudadano con los medios que tenemos y trabajando todos con el mismo objetivo. La coordinación, como en un equipo de baloncesto, a través del entrenador, con sus jugadas y sus métodos, la trasladamos y prácticamente es lo mismo. 

Uno de los cometidos que le encargó la consejera de Salud fue la integración del transporte sanitario en la nueva empresa pública Sociedad Riojana de Cuidados Integrales. ¿Ha culminado ya ese proceso?

Se ha culminado en el tiempo establecido. Desde el 1 de abril está internalizado en el Gobierno de La Rioja. El siguiente objetivo es trabajar en una reestructuración total del CEIS y en un acercamiento al trabajador, al bombero, al conductor, al sargento y el cabo. El reto es conseguir mejores condiciones, en todos los sentidos. Y otro reto es la internalización del SOS Rioja, de todo el sistema de llamadas, del que también se hará cargo el Gobierno de La Rioja. Queremos que esté internalizado el 1 de enero de 2023. Son trabajos de servicio público y tienen que estar dentro del Gobierno.

Lleva apenas medio año como director general de Emergencias y se enfrenta a la peor ola de calor que se recuerda y a la amenaza de los incendios. ¿Esperaba tanta tensión?

No. Estaba en un proceso de adaptación, con los técnicos poniéndome al día en muchas cosas. Pero las prácticas se han convertido en la realidad de tener que enfrentarnos a este tipo de circunstancias; como el incendio de Yerga, en el que se tuvo que declarar el nivel 2 y reclamar ayuda de la UME. He tenido que adaptarme rápido y en eso me ha ayudado mi experiencia en el deporte, al haber pasado por tantos sitios.

¿Qué aprendizaje hay que sacar de este verano tan castigado por el fuego?

Al menos por hora, la superficie quemada en La Rioja no está ni mucho menos al nivel de lo que está pasando en Zamora, en Galicia, Ávila o en Aragón. Con los incendios que hemos tenido en el monte Yerga y los de Rioja Alta podemos estar hablando de en torno a 600 hectáreas. La enseñanza que tenemos que sacar es que el monte y nuestro paisaje agrario hay que protegerlo y debemos trabajar de forma previa en invierno para que en el verano los incendios sean lo menos dañinos posible. Es cierto que los trabajos de agricultores y ganaderos que protegían y limpiaban el monte con su ganado han decrecido por varias circunstancias, por lo que nos toca también esa responsabilidad de limpiar. Las altas temperaturas y el cambio climático harán que este tipo de actuaciones humanas, con sus fallos, provoquen incendios que van a ser mucho más graves, por circunstancias de calor y del terreno que está más vivo para quemarse. Tenemos que trabajar antes, durante y después, con una concienciación y mejora de medios y personas.  

El Gobierno sospecha que los fuegos del pasado martes en Rioja Alta fueron provocados. Después de décadas de concienciación y endurecimiento de las penas contra los pirómanos, ¿qué más se puede hacer?

Muchas veces resulta más fácil actuar a nivel de leyes, de plasmarlo en un papel, que localizar a quien provoca los incendios. En esos incendios había indicios fehacientes, con varios focos a la vez, en periodos de unos quince minutos entre uno y otro. La investigación se ha trasladado a la Guardia Civil. Quizá sea difícil pillar a los autores, pero en la cabeza de todos está que esto está siendo provocado. Cualquier información que se pueda aportar a la Guardia Civil o al SOS Rioja puede ser importante. Hay pesquisas y nosotros lo que podemos hacer ante estos incendios es actuar rápido y eficazmente.

¿Qué intención cree que puede haber detrás de esos incendios?

Buscan el terreno agrícola y el miedo que tenemos es que el fuego se sobrepase a zonas forestales y sobre todo se acerque a las poblaciones. La prioridad es la población, viviendas y patrimonio.

¿Están suficientemente dotadas las plantillas de los parques del CEIS?

Todos querríamos más. Lo que sí es importante y se trabaja en ello, tanto en la Consejería de Sostenibilidad, con sus agentes forestales, como nosotros con el CEIS, son las rotaciones. Hay que pensar que ese bombero que está actuando tiene que descansar y eso es esencial. Es cierto que necesitamos más personal en nuestras plantillas  y se trabaja ya en una reestructuración para conseguir este tipo de cosas. La seguridad de los profesionales es prioritaria y cuando decimos que hay que proteger a la población, ellos son también parte de la población.

Uno de los retos era estabilizar las plantillas y rebajar el índice de interinidad. ¿Cómo va ese proceso?

Este año se han incorporado ocho bomberos conductores y con la reestructuración pretendemos que de aquí a 2026 pueda haber 24 efectivos más y otros dos sargentos, con una plantilla mucho más estabilizada. Estamos hablando con ellos, porque es trabajo de conjunto y es un esfuerzo por parte suya y nuestra. Muchas veces la parte económica es importante, pero también la seguridad, trabajar con más plantilla para poder tener más tiempo y descansar más. 

¿Los medios materiales son suficientes?

La partida de inversiones en recursos logísticos está y este mismo año llegará una autoescalera que no pudo llegar el año pasado por la pandemia. Y en septiembre u octubre se incorporarán dos unidades de mando. Tenemos una cantidad económica dispuesta para mejoras e incorporaciones nuevas. 

¿Se necesita algún parque más?

En el Consorcio, del que forman parte todos los ayuntamientos de La Rioja, salvo Logroño, que tiene su propio parque, hablas con los alcaldes y a todos les gusta tener un parque cercano, pero los medios son los que son y con eso tenemos que actuar. Para la parte que va desde Lardero hacia Cameros tenemos un convenio con el Ayuntamiento de Logroño para que sus bomberos cubran esa zona central de la región. Ahora mismo con ese convenio con Logroño estamos muy bien y la coordinación es perfecta.

¿Los tiempos de respuesta de los bomberos del CEIS son mejorables?

Estamos en tres minutos de tiempo de salida del parque desde que se produce la primera llamada; luego depende de hasta dónde tengamos que llegar, pero con los cuatro parques y la coordinación con Logroño, nuestras previsiones suelen estar en torno a diez minutos con actuación directa sobre el foco, salvo Cameros que suele estar en veintitantos minutos. 

La ola de calor de este verano ha demostrado el riesgo real sobre la población, con un aumento de los fallecimientos. ¿Hay que revisar los planes de emergencias y la protección civil por el cambio climático?

Si los humanos lo permitimos, eso irá a más y cuanto más lo dejemos pasar, más consecuencias directas tendrá sobre la población. El calor lo están sufriendo especialmente personas mayores y con dolencias previas. Desde Madrid, cada cuatro o cinco horas nos informan sobre cambios y aumentos de temperatura y nosotros lo trasladamos con mensajes a la población. Dentro de poco, desde el centro SOS Rioja podremos lanzar mensajes, con recomendaciones, indicaciones o avisos, que llegarán a todo el mundo simplemente con tener cobertura en el teléfono. A veces parece que cuando recomendamos permanecer a la sombra o no hacer deporte con temperaturas muy altas estamos con lo mismo de todos los años, pero es que seguimos teniendo que enviar ambulancias a recoger a gente que ha salido a correr a las cinco de la tarde y ha sufrido un golpe de calor. La sociedad tiene que ser consciente y hacer caso de estos avisos.

¿Qué amenazas irán a más en el futuro?

Desde el SOS trabajamos también sobre salud mental con Cruz Roja y el Teléfono de la Esperanza, en temas como intentos autolíticos de suicidios y desgraciadamente suicidios que se producen. Es cada vez mayor el número de llamadas en este ámbito, de gente que pide ayuda y para ello se estableció el teléfono 024 a nivel nacional. Desde La Rioja, tenemos la colaboración con el Teléfono de la Esperanza y Cruz Roja, que atienden urgencias de servicios sociales. Desgraciadamente cada vez hay más llamadas y casos. El plan de salud mental será fundamental. La gente está sufriendo de verdad y tenemos que ayudar.

El covid ha puesto a prueba al sistema sanitario, pero también a las emergencias y la protección civil.

Desde Protección Civil se ha movilizado todo para actuar en puntos lejanos o para llevar las vacunas y asegurar la asistencia en todos los lugares. Somos pequeños, pero llegamos a muchos sitios. 

¿Los accidentes de tráfico también requieren cada vez más trabajo a los bomberos del CEIS? 

Cuando vemos esas campañas tan duras de la Dirección General de Tráfico es porque los accidentes van a más. Y admiro cómo se enfrentan los bomberos del CEIS a situaciones como cuando hay que excarcelar a alguien en un accidente de tráfico o cuando actúan en circunstancias con personas en muy mal estado o desgraciadamente fallecidas. 

¿La Rioja tiene algún riesgo especial?

No somos una tierra de alto riesgo. En problemas provocados por las condiciones invernales, comparados con Navarra, Álava o Burgos, el frío no es tan intenso. Y tampoco el calor, comparado, por ejemplo, con Aragón. Y en otros aspectos no relacionados con el clima tampoco tenemos tantos acontecimientos que nos hagan destacar a nivel nacional, por lo que hay que ver la parte positiva y algo estaremos haciendo bien.

El presente verano ha dejado ya al menos cuatro ahogamientos de bañistas. ¿Se puede hacer algo más por evitar ese tipo de accidentes?

Es importante insistir en las recomendaciones de tener cuidado, sobre todo si no sabes nadar. Por nuestra parte, seguimos trabajando en la rapidez y la eficacia desde que llega una llamada. Muchas veces salen más medios de los que se necesitan, pero no escatimamos.

En ocasiones da la impresión de que se hace un despliegue excesivo para sucesos de poca importancia. ¿Es necesario?

Desde el centro del centro de coordinación de SOS Rioja se establecen protocolos y recursos logísticos que se van añadiendo según se recibe información. Por ejemplo, con los incendios de este verano las primeras informaciones eran abrumadoras y la gente llamaba porque veía el humo y unos decían que era en un pueblo y otros que en otro, pero luego hay que reorganizar esas llamadas y establecer con precisión la información para movilizar al personal. Pero siempre es mejor pecar por exceso que por defecto.

A veces, ante un suceso surgen quejas por el tiempo de respuesta de las emergencias. ¿Siente que la ciudadanía valora el esfuerzo que hacen?

Hay también muchas llamadas de agradecimiento y eso es reconfortante. La mayoría de llamadas son de tema sanitario y lógicamente las quejas también. Tenemos que verlo desde el lado positivo e intentar buscar soluciones, aunque no es fácil y muchas veces vemos que más no se puede hacer. Hay que establecer prioridades; en los últimos incendios hubo alguna queja, pero es que cuando vimos que podía haber riesgo para la población se reubicaron los medios para protegerla, porque eso es prioritario.

¿El hecho de que algunos agricultores tuvieran que salir con sus tractores a hacer cortafuegos significa que fallaron las emergencias?

No. Es más, se les pide esa ayuda. Dentro del protocolo figura la llamada a los alcaldes para solicitar ayuda, porque son fundamentales; y de hecho, en estos incendios lo han sido y he llamado a varios para agradecérselo y a la gente de sus pueblos que acudió a colaborar. Somos una región agrícola y hay un gran respeto por nuestro campo, nuestra tierra y nuestro monte y eso se nota.   

¿El incendio de la planta de biodiésel de Calahorra obliga a revisar los protocolos en el caso de empresas potencialmente peligrosas?

Todo este tipo de industria que tienen agentes químicos de una peligrosidad extrema tienen que presentar sus planes de autoprotección ante SOS Rioja y los técnicos de Protección Civil. Cada cierto tiempo, deben revisar esos planes y en este caso estaba todo en regla. A veces hay fallos humanos y desgraciadamente en ese suceso fallecieron dos personas por una actividad que realizaban, que posiblemente ese nivel de autoprotección no permitía, pero para eso hay una investigación judicial en marcha. 

Las inundaciones del Ebro son recurrentes en La Rioja. ¿Qué cabe mejorar en ese aspecto?

Muchas veces, por muchas circunstancias, los humanos hemos retocado los cauces naturales de los ríos. Ahora, el tema de la inundabilidad está muy bien estudiado y cada vez somos más cautos a la hora de permitir cosas. Nuestros planes estudian el cauce que ha podido tener el  río incluso quinientos años atrás. Con el cambio climático, las tormentas serán mucho más contundentes, con una mayor cantidad de agua en menor tiempo. Pero los estudios nos permiten conocer casi a ciencia cierta cuándo se producirá la inundación y dar los pasos previos para que no cause tanto daño.