Esteban Peña (Logroño, 1976) mecánico del Emirates, lleva un verano de locos desde que en julio se pusiera en marcha el calendario UCI. Strade Bianche, Tour de Limousin, Milán-Turín, Giro de Lombardía,Milán-San Remo, Tirreno Adriática y la Grand Boucle recién concluida han sido el tour de force de este profesional que ahora descansa, en el sentido figurado, antes de poner rumbo a Palermo para iniciar el Giro. Entre carrera y carrera, el logroñés ha tenido tiempo para disfrutar la de hazaña de Tadej Pogacar, sorprendente ganador del Tour pospandémico.
Pogacar. ¿Ha nacido una estrella?
Ya lo era. Pero es cierto que era tan joven pero ya nos tocó sufrirlo hace dos años en el Tour del Porvenir, en el que ganó a Barceló, una de las mejores promesas españolas y que ahora está en el Cofidis. Ya se veía que era un fenómeno. Tercero en su primera Vuelta y ahora, de primeras, el Tour.
Tres etapas, maillot de la montaña, el blanco y, sobre todo, el amarillo. ¡Sólo le ha faltado el verde!
¡Y con tres etapas lo podía haber ganado! Ha sido increíble.
Pogacar, Evenepoel, Bernal, Van der Poel. ¡Qué generación!
Hacen que Enric Mas, que es joven, no lo parezca. Son insultantemente jóvenes.
La crono del sábado fue mítica. Los paralelismos con la del 89 (Lemond-Fignon) son inevitables.
Está en la cabeza de todos, hay muchas similitudes. Parecía que Roglic iba a ganar como parecía que lo iba a hacer Fignon. Pero Primo nunca hizo declaraciones a lo Fignon...
¿Se creía en el Emirates en la victoria?
Antes de la crono teníamos esperanzas pero nadie hablaba de ganar el Tour. Trabajamos mucho para ello. Sí que creo que en el Jumbo veían la victoria más cerca, tendrían ya preparada la bici amarilla, etc.
¿Cómo es la vida de un mecánico en el Tour?
Nos levantamos a las 6.30-7 horas, cargamos el camión, controlamos las bicis, preparamos las tres bicicletas que cada correr tiene: la de carreras, la que va en el coche 1 y la que va en el 2. A veces una cuarta va en el camión. Después, estamos listos para las zonas técnicas y de avituallamiento. Hay veces que cuando vamos en el coche, hasta podemos dormir porque conduce el director (Matxin, en este caso). ¡Muchas veces los traslados, tanto a la salida como al hotel, son lo peor!
Matxin, al volante, ¿es de los proactivos o no?
No, no. Es de los tranquilos. Muchas veces es hasta contraproducente dar tantas órdenes...
Como Pogacar, ¿has ganado en tu primer Tour?
Sí que es cierto. Había hecho cuatro Vueltas, estuve en los Juegos de Río pero este es mi primer Tour. Aunque que conste que me sumé en la última semana. El lunes acabó la Tirreno y me junté con el equipo, que estaba a cuatro horas. ¡Y el domingo ya estab en Logroño!
El calendario de la UCI es muy difícil de digerir no sólo como profesional sino como aficionado. Carreras que se solapan, clásicas en medio de las tres grandes, etc.
Es muy difícil de seguir. Es de locos. Desde julio estamos todos prácticamente a piñón. Prácticamente no hay tiempo para descansar, pero es cierto que me puedo considerar un privilegiado...
El Emirates tiene patrocinio emiratí, sede helvética, director español,... ¿Cuál es la lengua franca del equipo?
En el equipo hay moldavos, italianos, españoles,... La verdad es que se habla inglés e italiano. Nos comunicamos como podemos.
Ha militado en el Acquablu, Mitchelton, Tinkoff y ahora en el Emirates. ¿Le da tiempo a compaginar este perfil profesional con llevar al día el taller de Pasión Ciclista?
Cuando estoy aquí, sí. La verdad es que me divierto pero paso 170 días al año fuera de casa. Lo compagino como puedo pero donde verdaderamente se aprende es en el taller de una tienda.