La Covid-19 trunca la tradición de los zancos de Anguiano

El Día
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La presencia de miles de personas que acuden cada 22 de julio a esta manifestación folclórica, la más antigua de La Rioja, resulta incompatible con la normativa sanitaria

Los danzadores no podrán bajar el 22 de julio con sus zancos por el empedrado de Anguiano. - Foto: Tomás Alonso

La crisis del coronavirus se lleva por delante otra de las celebraciones más emblemáticas de La Rioja. Los danzadores de Anguiano no bajarán con sus zancos por la cuesta de  desde la plaza de la iglesia, como hacían cada 22 de julio rodeados de miles de personas, debido a las restricciones sanitarias, que impiden celebrar actos multitudinarios. Se trata de la manifestación folclórica más antigua de La Rioja.  

Aunque se venía especulando con la posibilidad de que la normativa contra la Covid-19 obligase a suspender las celebraciones de Santa María Magdalena, que incluye la bajada de los danzadores, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial, ha sido este sábado cuando el Ayuntamiento ha hecho oficial la decisión. La alcaldesa de Anguiano, Gemma López, asegura en un escrito que a la vista de la normativa sanitaria y después de tratar la situación con la Asociación Cultura Aidillo, la Peña Los Zancos y con los propios danzadores, se ha tomado la decisión de suspender la «querida y entrañable danza».

López destaca lo «excepcional» de la situación, que significa de romper con una tradición de varios siglos y que resulta «muy doloroso» para los vecinos, pero argumenta que la presencia del numero público que atrae la danza, tanto local como visitante, resulta «incompatible» con la necesidad de cumplir la normativa vigente para preservar la salud de las personas frente a la pandemia de coronavirus.  Como alternativa, el Ayuntamiento de Aguiano ha decidido organizar una serie de actividades culturales durante los días de las fiestas de Santa María Magdalena.

 

La bajada de los danzadores tiene fama internacional por la espectacular danza sobre zancos  de madera, de 45 centímetros de altura que realizan ocho jóvenes del pueblo, ataviados con chalecos de colores y faldones amarillos, que se lanzan desde la iglesia por la cuesta empedrada hasta la plaza de Anguiano.  Hay documentos escritos sobre la danza de Anguiano fechados en 1603, aunque se supone un origen mucho más antiguo.

Cada 22 de julio, Fiesta de la Magdalena, después de misa, los danzadores comienzan la danza delante de la imagen de la Santa, acompañados por la música de gaita y tamboril, bailando El Agudo con sus castañuelas. 

Los jóvenes bajan los seis escalones de piedra que separan  la plaza de la iglesia de la calle. Posteriormente, de uno en uno, los danzadores se lanzarán por la cuesta empedrada, girando vertiginosamente sobre sí mismos hasta terminar en la plaza. 

Los danzadores vuelven a subir y se lanzan de nuevo con sus zancos, mientras desciende la imagen de Santa María Magdalena en andas. Cuando todos han llegado a la plaza, ahora con palos, bailan los ‘troqueaos’. La danza se repite por la tarde, después del rosario, como recuerda La Rioja Turismo en su página web.

Los danzadores de Anguiano volverán a repetir este rito el último sábado de septiembre, cuando la imagen de la Magdalena regresa a su ermita para pasar el invierno, junto a la fuente de agua intermitente.