Jafi Marvel: "La música es una profesión de riesgo"

Víctor Zurrunero
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Este artista de pop-rock electrónico nació en Zaragoza, pero lleva varios años viviendo en La Rioja. Con una larga trayectoria musical como integrante de varias bandas y compositor, cuenta también con tres discos en solitario.

En la imagen, Jafi Marvel, músico y DJ. - Foto: Óscar Solorzano

Con apenas ocho años tocó la guitarra por primera vez, gracias a la influencia de los programas musicales de la televisión de su niñez. Pero Jafi Marvel dio sus primeros pasos como guitarrista en su Zaragoza natal para luego destacar como cantante y compositor. En 2007 inició su proyecto en solitario, con el que ha grabado tres discos y ha ofrecido más de un centenar de conciertos. Una carrera musical que compagina con sus sesiones como DJ, pinchando en festivales como Fárdelej o Actual y en eventos como  La Cata del Barrio de la Estación, San Mateo o el Orgullo LGTBI+. Cuando la música se lo permite, disfruta montando en bici. Además, apoya activamente la lucha contra el SIDA.  

 

¿Qué hace un maño como usted en La Rioja?
Es un tierra que me parece muy acogedora, aparte de que tiene muchos encantos y virtudes. En Logroño, donde resido, tienes de todo y todo al alcance. Lo que puedes hacer aquí en un día, en una gran ciudad como Madrid o Barcelona te costaría tres. 

 

Viviendo aquí, ¿qué se le ha pegado de los riojanos?
Quizás la pasión por el vino (sonríe) y espero que más cosas y todas buenas. 

 

¿Cuál fue el primer instrumento que tocó?
La guitarra española a los 8 años. En casa había una vieja guitarra de mi hermano, que era bastante mayor que yo y casi no la tocaba. Yo creo que la explosión de los programas musicales de la televisión pública me llamó mucho la atención y al ver a gente con guitarras, yo quise saber cómo era eso. 

 

¿Había antecedentes musicales en la familia?
No. A mi padre le gustaba mucho la pintura, pero en el aspecto musical no tenía ningun antecedente familiar.

 

¿Cómo recuerda esos primeros años tocando por locales de Zaragoza?
Los recuerdo muy intensos y con mucha ilusión. Yo era el ‘cachorrito’ del grupo, con gente que tenía muchos años de experiencia. Tenía ganas de comerme el mundo. Además, personas que admiraba se iban fijando en las canciones que componía y querían incluirlas en sus discos. Eso te da mucha energía para seguir trabajando y, a día de hoy, sigue tan viva como entonces. 


Por el estilo de su música, algunos podrían sorprenderse al saber que usted empezó tocando la guitarra clásica. 
Puede ser, pero yo siempre digo que el saber no ocupa lugar. Considero que la música clásica es la más rica que hay. Comprende una gran variedad de melodías, ritmos o cambios de tempo.

 

¿Cuándo empezó a cantar?
Tendría unos 18 años. José Tapia, que para mí es uno de los mejores, se empeñó en que montáramos un grupo en el que yo cantara mis canciones y seguir componiendo juntos. Creo que en casa de mi madre sigue esa primera grabación, que hicimos con un cassette para ir probando, y yo cantaba como si pisaran a un gato (ríe). Él me fue enseñando técnicas y me fui metiendo en el papel de cantante, papel para el que nunca me había mentalizado.

 

¿En qué se inspira para componer sus canciones?
Siempre me ha dado miedo que se agotaran las ideas, pero haber aprendido a manejar otros instrumentos te hace tener siempre recursos que salen a flote. Lo que más me llega por inspiración son la melodías. Las letras siempre van al final porque tienen que estar a la medida de lo melodía y es algo en lo que empleo casi más tiempo. 

 

¿De dónde viene el nombre de Jafi?
Fue un compañero de la época de las primeras bandas en Zaragoza, que me empezó a llamar ‘Jafi’ en vez de Javi (sonríe). 

 

¿Quiénes han sido su referentes en el mundo de la música?
Hay gente muy buena y de todos se aprende. Tengo muchos referentes. Cuando empezaba a tocar la guitarra, Mike Oldfield  y con el pop rock, U2. Luego, cuando empecé a moverme por terrenos más electrónicos, quizás gente como Depeche Mode o The Chemical Brothers. 

 

Como artista, su estética siempre ha sido llamativa, ¿se considera un provocador?
A día de hoy ya no (ríe). En tiempos puede. Siempre he pesando que el escenario, como un buen decorado para un plató, tiene que aportar algo distinto al disco. Creo que el directo tiene que ofrecer algo más. 

 

¿Qué supuso para usted sacar su primer disco?
Una alegría muy grande. El primer disco en solitario fue como haber cumplido un sueño enorme. Llegar a casa, escucharlo y ver que sonaba tan bien como los discos que compraba,  fue un gustazo. Pero también supuso un poco de temor porque el segundo tenía que dar la talla. 

 

¿Qué supone para usted la música?
Me llena tanto que la considero como la espina dorsal de la vida.

 

¿Se puede vivir de la música?
Es muy complicado. Chapó a las personas que lo consiguen. Mucha gente a la que admiramos y pensamos que vive bien de la música, pasa penurias. Es una profesión de riesgo y muy complicada a día de hoy.  Aparte de la pandemia, la cultura, por desgracia en este país, es algo muy  inseguro y muy inestable. 

 

¿Qué prefiere que le llamen, DJ o pinchadiscos?
Pinchadiscos. 

 

¿Qué otras aficiones tiene?
Me gusta montar en bicicleta. Es un deporte que he practicado desde pequeño. 

 

¿Qué ruta es su favorita?
Me encanta la vía romana del Iregua o la ruta que va  hacia Hornos de Moncalvillo o Daroca de Rioja.

 

Además de la música, usted está comprometido con otras causas, como por ejemplo, la lucha contra el SIDA. 
Fue una debacle a finales del siglo XX, algo que nos superó a todos. Ahora, parece que nos hemos olvidado. La medicina ha avanzado y hay tratamientos que han disminuido la mortalidad del SIDA, pero sigue estando ahí. La gente parece olvidarlo y no toma medidas, no hay prevención y formación.