Los alumnos de Bachillerato de La Rioja atravesarán su particular Rubicón entre los días 5 a 7 de junio cuando serán los primeros del país que se enfrenten a la, hasta entonces, prueba académica más importante de su vida, la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). A esta prueba se presentarán alrededor de unos 1.500 alumnos de una treintena de centros, tanto públicos como privados, que accederán a la universidades con la nota que promediará la calificación de la selectividad, en un 40%, y en un 60% del Bachillerato.

Es esta ponderación la que hace relevante la nota obtenida en esta  etapa académica, en la que los estudiantes riojanos de la privada sobrepasan por amplia mayoría  a los de la pública. En esta comunidad, el único centro no público con el Bachillerato concertado es Jesuitas, que lo logró hace 15 años tras un largo litigio con la Administración y la ratificación del Tribunal Supremo, y cuyas notas son más cercanas a los centros públicos que a los privados.

Según Educabase, la estadística educativa de los ministerios de Educación y Universidades, el curso pasado el 38,6% de los alumnos de los colegios religiosos obtuvieron una nota de entre nueve y diez, porcentaje que triplica a los de estudiantes de la pública, que alcanzaron esta calificación en el 13,8% de los casos.

Esta significativa diferencia se ha agudizado desde la pandemia, cuando se decidió ser más generoso con unos estudiantes que debieron permanecer encerrados y recibir sus clases online. De hecho, en 2019 solo un 10,38 de los bachilleres riojanos tuvo de media un sobresaliente, porcentaje que se disparó al 18,36 en 2021, una cifra que se moderó ligeramente el pasado curso, cuando fue del 15,08%.

Esta mejora de las calificaciones es más significativa en el caso de la privada y si  en 2019 la distancia entre ambas modalidades era irrelevante -10, 87% de esta por 9,31% de la pública-, el año siguiente, la brecha se amplió al dispararse la nota en la privada, en la que el 30,43% de sus alumnos obtuvo sobresaliente frente al 10,58% de sus compañeros de la otra modalidad educativa. En 2021, se minimizó la distancia -29,55 los unos y 16,4 los otros-.

De la misma manera, también ha crecido el número de alumnos que obtienen de media un notable, que fue el año pasado fue del 20,85% de los bachilleres, frente al 17,8 del año prepandemia. De nuevo, el porcentaje es mayor en la privada que en la pública, aunque la separación es mucho menos acusada, 22,73 frente a 20,52. Un incremento muy inferior se constata entre los alumnos que obtienen entre un 7 y un 8, al pasar del 23, 05% de le 2019 al 26,68% del año pasado, una variable en la que apenas se notó el año pasado la distancia entre ambas modalidades.

Entre el 6 y el 7. Con todo, la mayoría de los estudiantes riojanos llega a la EBAU con una calificación media de entre 6 y 7, el 28,45%, aunque el aumento de la nota media en los años poscovid ha reducido ligeramente el número, del 33% en 2019 al 28,45% en 2022. 

La brecha existente en los sobresalientes se traslada a esta nota, aunque en sentido contrario, la obtienen cerca del 29% de los chavales de centros públicos frente a un 9% de los privados.

Algo similar sucede con las calificaciones menos brillantes, entre el 5 y el 6. Son solo el  8,95%,  inferior al 15% prepandemia; en este caso, un 10% en los públicos y un testimonial 2,2 de los privados.

En general, la nota media con la que los estudiantes riojanos accedieron a la EBAU fue de 7,53 -del 7,24 en 2019-, con ocho décimas más los privados -8,3-que los públicos, que fue de 7,47 el año pasado. En ambos casos, las notas son más elevadas que en años prepandemia.

La nota final. Esta calificación se vio ligeramente rebajada tras la EBAU, y el año pasado se quedó en una media de 7,41, la más elevada, al menos, desde 2015. Es esta prueba la que equilibra las notas entre los estudiantes de la pública, que obtienen un 7,38, con los de la privada, que registran, no obstante, una calificación más elevada, de 8,01. El año pasado fueron el 99,36% de los alumnos riojanos los que superaron la EBAU en junio, lo que supuso la cifra más elevada de la historia, con todos los alumnos aprobados en 21 de los 29 centros.

La mejora nota fue para los chavales del IES Esteban Manuel Villegas de Nájera, con un 8,3. Le siguieron Alcaste, con un 8,11;y Agustinas, del 8,02.