Treinta minutos no bastan

El Día
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El Ciudad de Logroño neutraliza al Barcelona en la primera mitad pero sucumbe tras el descanso

El Ciudad de Logroño cuajó una gran primera mitad. - Foto: El Día

Ciudad de Logroño: Jorge Pérez, Edu Ortiz (1), Serradilla (5), Diocou (9), Javi Rodríguez (7), Preciado (2) y Keita (1) -septeto titular-; Markelau (1) (p. s.), Rubiño, Dutra (3), Kisselev, David Cadarso (1), El Korchi, Palomino y Rivero. 
Barcelona: Nielsen, Carlsbogard (1), Mem (5), N'Guessan (3), Wanne (3), Aleix Gómez (4, 3p), Cindric (2) y Janc (4) -siete titular-; Gonzalo Pérez de Vargas (p. s.), Makuc, Lángaro (2), Richardson (2), Fàbregas (8) yDiogo (1).
Árbitros: Alberto García y José Manuel Iniesta. Excluyeron con dos minutos a Javi Rodríguez y Kisselev así como al catalán Carlsbogard, Richardson y a Lángaro.
Parciales: 4-4, 8-8, 12-11, 15-16, 17-19 y 21-21 (descanso); 21-25, 21-28, 23-30, 26-32, 28-33 y 30-35.
Incidencias: unos 700 espectadores en el Palacio.

El Barça cumplió la lógica y en el Palacio continuó con su marcha expedita (30-35). Gana todo lo que juega en casa aunque en Logroño, durante media hora, su infalibilidad estuvo en entredicho. El equipo de Miguel Velasco neutralizó al cuadro de Ortega en una primera mitad sobresaliente. Pero, tras la pausa, el Ciudad de Logroño se desconectó. No es que los blaugranas lucieran todas sus virtudes. Simplemente el conjunto riojano se borró. Doce minutos sin anotar le condenaron a una derrota lógica aunque, durante treinta minutos, se vio al Ciudad de Logroño de las grandes citas europeas. Pero eso, en cualquier caso, no fue suficiente.

El encuentro entre primero y quinto arrancó con ritmo, con Ciudad de Logroño y Barcelona firmando el pleno en prácticamente todos sus ataques. Los azulgranas tardaron en ajustar su defensa y los riojanos lo agradecieron. Álvaro Preciado, con dos goles consecutivos, devolvió la ventaja a los riojanos (7-6). A los catalanes les tocaba hacer la goma. Diocou, como casi siempre, era el más incisivo mientras que Aleix, de penalti, se mostraba infalible. Jorge Pérez y Nielsen solo intervenían para sacar el balón de sus redes.

En un cuarto de hora, ya se habían visto una veintena de goles, con Diocou, Serradilla y Mem mostrando un repertorio inagotable de remates. El Ciudad de Logroño, pese a jugar en inferioridad, siguió percutiendo con acierto. Los riojanos tiraban de elaboración, los catalanes de transiciones fulmíneas con Mem como hilo conductor. Aunque no acababa el lateral derecha, lo hacía Aleix desde los siete metros. Un mal lanzamiento y un ataque errado dieron la primera ventaja significativa al Barça que abrió un resquicio (13-15) que los de Velasco cerraron con el enésimo acierto de Serradilla y una vaselina tan efectiva como efectista de Javi Rodríguez.

Sin embargo, la primera inferioridad culé sentó bien a los visitantes. Respaldados por Gonzalo Pérez de Vargas, los azulgranas abrieron hueco, yéndose tres arriba en la máxima diferencia del partido (15-18). El arrojo de Keita y el infalible Serradilla evitaron el despegue (17-19). En el último parcial, el Ciudad de Logroño aguantó el pulso al Barça, yéndose al descanso con un equilibrado 21-21.

Tras la pausa, se vio al verdadero Barça. Los barceloneses oviaron a Markelau y se cobraron un colchón de cinco goles después de que el equipo de Miguel Velasco tardase doce minutos en anotar (22-29). Los lanzamientos riojanos eran telegrafiados y Pérez de Vargas no tenía ningún problema en atajarlos. En la otra portería, Markelau se veía impotente.

Tras media hora de igualdad, el encuentro se rompió y solo la ambición de Diocou impidió que el Barcelona firmase un parcial con el que cerró el partido (23-30). El último cuarto de hora sobró (30-35).