La Rioja cerró el pasado mes de mayo con 14.240 desempleados, pero las empresas, prácticamente de todos los sectores, no encuentran mano de obra mínimamente ajustada a sus necesidades. Es la desesperada paradoja que acompaña a los integrantes de las listas del paro, pero también a los departamentos de recursos humanos del tejido empresarial riojano. No es, desde luego, una situación que afecte en exclusiva a la Comunidad, pero La Rioja lleva tiempo alzando la voz de alarma ante una situación que amenaza con amedrentar las aspiraciones competitivas y de desarrollo empresarial, además de no aportar solución alguna al desempleo.
La realidad manda, y por unos motivos u otros, las empresas riojanas precisan más de 2.300 perfiles, fundamentalmente cualificados, en los sectores tecnológicos, de la construcción, hostelería y transporte de mercancías. Un mal que afecta también a industria y agricultura, aunque no existen estimaciones fiables de los empleos que pudieran necesitar a corto o medio plazo en estos dos últimos.
El sector tecnológico, según los datos facilitados por Aertic, asociación integrada en la Federación de Empresas de La Rioja (FER), necesita 230 ingenieros, 250 técnicos y 91 puestos integrados en el epígrafe 'otros perfiles', según refleja la última encuesta realizada entre sus asociados a finales del pasado mes de abril. En este sentido, el presidente de Aertic no entiende que ante la existencia de una amplia demanda de jóvenes «que quieren estudiar Ingeniería Informática, no se amplíe la oferta de plazas en la Universidad de La Rioja, sabiendo además que terminarán sus estudios con un contrato laboral».
Por su parte, el sector de la construcción necesita 700 empleos «para poder afrontar el dinero que llega de los fondos Next Generation», detalla Juan Ramón Liébana, secretario de la Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines de la patronal riojana. No es que las necesidades en este sector en concreto se centren en la mano de obra cualificada, «sino en la mano de obra en general». Liébana es consciente de que más allá de las condiciones económicas, influyen otros factores «como el trabajo al aire libre» y el hecho de ser un sector tradicionalmente duro, que frenan a los posibles candidatos.
La hostelería es otra de las áreas económicas que camina también por el alambre del mercado laboral. Necesitan en La Rioja 250 camareros cualificados. Empleos que «se están cubriendo actualmente con trabajadores no preparados», señala Francisco Martínez Bergés. El presidente de los hosteleros alerta así de una realidad que condena al sector «al no poder cubrir todos los servicios, ni cumplir con los horarios permitidos». Como ejemplo del hábitat actual que atraviesa la hostelería, Bergés mira a Pamplona, «donde no encuentran profesionales para San Fermín».
800 conductores
La Confederación Española de Transportes de Mercancías (Cetm) en La Rioja, echa en falta hasta 800 conductores de camión para dar cobertura a las necesidades del transporte en el ámbito de la Comunidad autónoma en los próximos dos años. Entre los motivos que esgrime Javier Cámara, secretario general de la organización en La Rioja, figuran los requisitos para acceder al carnet correspondiente, pero también «la cantidad de horas fuera de casa y lejos de las familias que deben pasar los conductores».
La agricultura también padece un mal similar aunque en este caso, y debido a la subjetividad que rodea a los datos de contratación, resulta complicado ajustar una estimación de las necesidades actuales. Desde la Unión de Agricultores señalan que «cada vez llegan menos trabajadores y a los parados riojanos, el campo, ni su temporalidad, les resulta atractivo» Existe «la necesidad de mano obra y problemas para contratar», afirma el sindicato agrario. Entre agosto y octubre de 2021, el sector agrario formalizó 5.131 contratos, según los datos facilitados por la delegación del Gobierno.