La Rioja ha perdido ya su privilegio de única comunidad sin rebrotes de coronavirus. El primer brote se ha localizado en el hospital San Pedro y afecta a un paciente y a dos sanitarios que le atendieron después de que diera negativo en una primer test PCR, y se confirmase su positivo en una segunda prueba. Los sanitarios están asintomáticos pero en cuarentena.
Los sistemas de detección precoz del coronavirus en La Rioja han descubierto este fin de semana 24 nuevos casos confirmados, y solo uno ha sido hospitalizado. De hecho, el resto son casos asintomáticos, informó ayer el director general de Salud Pública, Consumo y Cuidados, Enrique Ramalle.
El escenario es diferente al de marzo. Hoy La Rioja cuenta con las unidades Covid, un equipo de ‘rastreadores’, formado por 30 sanitarios, que identifican los contactos de los positivos y hacen las pruebas diagnósticas. Y se detectan muchos más casos, aunque sean asintomáticos. Pero se aplica el protocolo de aislamiento de las personas afectadas. De forma que se podría cortar la cadena de transmisión cuanto antes.
Esto significa por tanto para Salud, que los sistemas de detección precoz están funcionando. Pero no hay que olvidarse de posibles transmisiones, y de ahí que se haya optado por la obligatoriedad de llevar mascarilla en La Rioja.
Ayer, tres personas estaban hospitalizadas por Covid-19, una en el Hospital San Pedro de Logroño y dos en Fundación Hospital de Calahorra. «Algunos de los nuevos casos detectados permanecen ingresados por otras enfermedades de base, pero se les ha detectado el virus SARS-CoV-2 en las pruebas previas a la hospitalización».
La Consejería de Salud hace hincapié en que los casos son aislados y solo hay un brote de tres personas, con el mismo foco epidemiológico localizado en La Rioja.
Además, los servicios de Vigilancia Epidemiológica han identificado al menos cinco casos confirmados asociados a la boda celebrada recientemente en la localidad navarra de Tudela así como contagios intrafamiliares y de personas que residen en comunidades vecinas.
La Consejería estudia poner en marcha nuevas acciones para reforzar la prevención en los centros hospitalarios de La Rioja. Desde mediados de junio, se realizan pruebas PCR a todos los pacientes que pueden requerir ingreso y a las personas que acuden a Urgencias con síntomas respiratorios.
Y entre las nuevas acciones está el uso obligatorio de la mascarilla en La Rioja desde hoy, acordado ayer por el Gobierno regional en una reunión extraordinaria. La medida entró en vigor a medianoche una vez publicada en el Boletín Oficial de La Rioja. De acuerdo con la norma aprobada, la mascarilla debe cubrir desde parte del tabique nasal hasta el mentón y deben utilizarla todas las personas mayores de seis años, tanto en la vía pública como en espacios al aire libre y espacios cerrados de uso público o abiertos al público, independientemente de que se pueda mantener o no la distancia de seguridad.
No será necesaria cuando las personas que concurran en un espacio o medio de transporte sean convivientes en un mismo domicilio. Tampoco al hacer deporte y se pueda garantizar la distancia interpersonal, al bañarse y al consumir alimentos o bebidas. También están exentos enfermos respiratorios y personas con discapacidad o dependencia que no puedan retirarse la mascarilla.
Las policías Local y Nacional y la Guardia Civil, así como cualquier otro órgano habilitado, velarán por el cumplimiento de la norma y podrán sancionar con hasta 100 euros a quien no use la mascarilla.
Lo cierto es que 10 de las 17 comunidades autónomas han tomado esta medida. Salud insiste además en la distancia de seguridad, la higiene de manos y respiratoria y ventilar los espacios cerrados.
La presidenta del Colegio de Médicos de La Rioja, Inmaculada Martínez, es partidaria de poner todos los medios para que no haya más contagios y de «estar alerta y ser exigentes con todas las precauciones». A su juicio, «se impone la realidad y ya estamos viendo que hay brotes en muchos sitios», por lo que pide no bajar la guardia bajo ningún concepto».