Logroño despide a los Jesuitas, tras 4 siglos en la ciudad

El Día
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Una misa sirve de homenaje a los 4 religiosos que quedaban en la comunidad, en torno a la parroquia de San Ignacio. La Compañía de Jesús mantiene el colegio

Misa en la parroquia de San Ignacio, para despedir a los últimos cuatro miembros de la Comunidad de Jesuitas que quedaban en Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

Cientos de personas participaron este domingo en la celebración religiosa con la que la comunidad Jesuita puso fin a más de cuatro siglos en Logroño, de donde salen los cuatro religiosos que pertenecían a la parroquia de San Ignacio. El obispo de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya, presidió la celebración, en la que intervinieron los cuatro jesuitas, junto a otros miembros de esta orden y autoridades religiosas; además, acudió el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza.

Tras la decisión de los Jesuitas de dejar esta parroquia, dentro de su proceso de reorganización, será ahora la Diócesis la que tenga que nombrar un nuevo párroco para este templo, ubicado en pleno centro de Logroño, junto a un centro educativo, explicó a Efe el obispo antes de la celebración.

El colegio sí continuará bajo la titularidad de los Jesuitas, a través de una Fundación que se constituirá para agrupar a los colegios en diferentes provincias. Así lo detalló José Manuel Peco, que era el vicesuperior de la comunidad, que recalcó que con la continuidad del colegio «la Compañía de Jesús no se va del todo de Logroño» en donde está «desde hace 463 años, cuando Francisco de Borja autorizó el primer colegio de la orden en la ciudad».

«Hoy es un día triste, porque cada vez que uno se va de un sitio es deja muchas cosas, a personas que conoce, pero la vida es así, lamentó Peco, que incidió en que «de la Compañía de Jesús se quedan el colegio y la Fundación Entreculturas». Admitió que «ha costado tomar esta decisión, pero los motivos son los que son», falta de vocaciones y la necesidad de reorganización «que nos ha llevado a dejar una parroquia en la que estábamos desde 1988, con dolor y pena», dijo.

Peco irá a una parroquia del barrio de La Ventilla en Madrid, otros dos religiosos saldrán hacia  Villagarcía de Campos (Valladolid) y un cuarto a Burgos.