Con la mirada puesta en la batalla

R. M.
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El Ayuntamiento de Logroño realizó en el 2008 un llamamiento a voluntarios. Respondieron 400, que cada año recrean el asedio

Con la mirada puesta en la batalla - Foto: Óscar Solorzano

Cuesta imaginarse unas fiestas de San Bernabé sin desfiles de milicias, sin recreaciones de campamentos, sin arengas e incluso, sin la batalla final del asedio y el triunfo de las tropas logroñesas. Pues así era San Bernabé a principios de la década del 2000, cuando por las calles de la ciudad no se avistaban militares de uno y otro bando, ni sonaban tambores de guerra, ni se representaban asedios militares. Fue allá por el año 2008,  durante la legislatura encabezada por Tomás Santos como alcalde, cuando  el regionalista Ángel Varea, entonces concejal de Turismo, de la mano de la concejala socialista de Participación Ciudadana, Inmaculada Sáenz, hoy alcaldesa de Nieva de Cameros, promovieron un auténtico movimiento de voluntarios para recrear el Logroño de 1521 y dar vida a paseos militares y batallas de la época. Hasta cuatrocientos respondieron a la llamada municipal, entre ellos, asociados de un grupo de amantes de las armas antiguas.

Catorce años después, con dos de obligado paréntesis, son parte activa de la animación, junto a las peñas, de unas fiestas con un clara y marcada perspectiva histórica y que quieren llamar, como objetivo municipal, la atención del turista.

Voluntarios que adoptan su rol  ambientado en el siglo XVI con la devoción propia que exige el papel, pero sin olvidar en ningún momento el tono amable y simpático que requieren los días de fiesta. 

Con la mirada puesta en la batallaCon la mirada puesta en la batalla - Foto: Óscar SolorzanoEl primero de batallón sorprende a propios y extraños al alzar la voz sin previo aviso al contundente grito de «Viva Logroño». Un hombre que permanece impasible atento al desfile se sobresalta y el segundo del batallón reprende al primero entre risas de unos y otros ante el tono exagerado de su voz.

Ya en el año 2017, con un gobierno del PP en el Ayuntamiento de Logroño, se apostó por una vestimenta de los voluntarios de San Bernabé que apuntaba hacia un mayor rigor histórico.

La idea era que los tejidos adquirieran un mayor protagonismo con  paños de lana, algodón y lino y unos colores más apagados pero más acordes a la época que representan.

Con la mirada puesta en la batallaCon la mirada puesta en la batalla - Foto: Óscar Solorzanohacia el campo de batalla. Un nuevo «Viva Logroño» hace sonar los tambores y el ejército forma en la plaza del Mercado para iniciar el desfile militar por la calle Portales, doblar hacia la calle Sagasta y dirigirse hacia el parque del Ebro. Son las 12 horas del jueves 9 de junio y en media hora, en la orilla norte del río, en las proximidades donde hace quinientos años tuvo lugar la cruenta batalla, se recrea el asedio. 

Los tambores llaman a la guerra y los nervios se apoderan del ejército. Un búho acompaña a un batallón que cierra una mujer con un carrito de bebé. Logroño entero se suma a la defensa en 1521. Ya no hay margen para las bromas. El ejército camina hacia el parque del Ebro con la mirada fija en el objetivo, sin pestañear.  

Con la mirada puesta en la batalla
Con la mirada puesta en la batalla - Foto: Óscar Solorzano
Los voluntarios recrean el asedio en el parque del Ebro, el primer acto de la batalla, y el ejército regresa victorioso hacia lo que han asumido como su cuartel general en la plaza del Mercado, en un ambiente plenamente renacentista.