15 agentes de FSE están en vigilancia especial en la cárcel

R. Muro
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Son miembros de la Guardia Civil, Policía Nacional y de la Ertzaintza. La mayoría cumple condena por delitos contra la salud pública y tráfico de droga

Vista de la prisión de Logroño - Foto: Óscar Solorzano

Hasta quince agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado permanecen bajo vigilancia especial en el centro penitenciario de Logroño. Agentes que Instituciones Penitenciarias integra en los denominados Fies, es decir, Ficheros de Internos de Especial Seguimiento en el que también figuran narcotraficantes a gran escala, bandas criminales, terroristas, yihadistas y funcionarios de las Fuerzas de Seguridad o de Instituciones Penitenciarias. 

Dicho de otra forma, todo interno que por peligrosidad o seguridad precisa de un tratamiento con restricciones en sus comunicaciones, tanto directas como telefónicas. En el caso de la prisión de la capital riojana hace años que no permanece en calidad de recluso ningún trabajador de prisiones pero sí hay cierta representación de agentes de los cuerpos de seguridad, guardia civiles, policías nacionales, además de ertzaintzas. Y en concreto, la mayoría de ellos permanecen encarcelados por delitos contra la salud pública y tráfico de drogas. Todos los agentes presos en Logroño son de fuera de la Comunidad Autónoma.

Hay que tener en cuenta que a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado no se les integra, por motivos obvios, en módulos con otros presos comunes.

También permanecen en el centro penitenciario de Logroño dos miembros de la banda terrorista ETA integrados en los ficheros Fies, muchos menos de los que ha acogido a lo largo de los años la cárcel logroñesa de forma previa al proceso de acercamiento a las prisiones vascas de presos etarras.

Son los 17 reclusos que actualmente integran los ficheros de vigilancia especial en el centro penitenciario de la capital riojana.

De esta forma, tampoco hay en estos momentos narcotraficantes, ni integrantes de bandas criminales, ni yihadistas, como así ocurrió allá por el año 2015, cuando se decretó este tipo de control a dos hombres de nacionalidad marroquí y a una joven natural del Principado de Asturias.

Ahora bien, los funcionarios de prisiones sí han establecido cierto control sobre un recluso de origen también marroquí que, a pesar de  un relativo buen comportamiento,   sospechan de que podría estar inmerso en un proceso de radicalización integrista. 

De hecho, el centro penitenciario de la capital riojana es de los pocos de España, junto a la de Ávila y Alcalá Meco que disponen de módulos especiales de vigilancia especial.

Radiografía. Es a grandes rasgos la radiografía del centro penitenciario de la capital riojana, que alberga actualmente alrededor de 265 reclusos, 40 de ellos diagnosticados y bajo tratamiento por patologías psiquiátricas y que suelen escenificar brotes violentos.

Todo ello en un contexto en el que los principales sindicatos con representación en la cárcel mantienen sus demandas por el número de empleados públicos adscritos al servicio penitenciario y que marca, según sus propias denuncias, una evidente tendencia a la baja.