Ya no habrá semanas con dos partidos para el Ciudad de Logroño que, en apenas diez días, se ha visto obligado a jugar tres encuentros. Sin embargo la tempranera eliminación de la LigaEuropa tras un sorteo nada benévolo para los riojanos, alivia el calendario de los de Miguel Velasco cuyo balance de la primera semana de competición oficial es de dos derrotas y un empate.

Este martes los logroñeses se asomaron a la Asobal y lo hicieron para encajar la primera derrota de curso (27-31) ante un Sinfín más entero y con más recursos que el conjunto local.

Todo apunta a que a la competencia habitual de los Bidasoa, Granollers, Ademar, Cuenca y compañía hay que sumar también al equipo de Garabaya que, de momento, arranca con dos puntos más que iruneses, vallesanos y logroñeses. 

Aunque el 27-31 puede ser remediado, el Ciudad de Logroño ofreció una imagen desconcertante, en las antípodas de la versión ofrecida ante el Lemgo, equipo que en la Asobal sería firme candidato a destronar al Barça de su podio.

Tras veinte minutos de extrema igualdad, el equipo de Velasco se descompuso. Todas las línes naufragaron, especialmente la portería. Ni Jorge Pérez ni Markelau tuvieron una noche feliz.

El resto de jugadores de campo tampoco brillaron. Diocou, prácticamente infalible de penalti, cumplió como también lo hizo Rubiño cuando el partido estaba prácticamente decantado. 

De los recién llegados, se espera mucho más. Palomino, Preciado y Keita pasaron desapercibidos aunque el francés fue el autor del primer gol logroñés del curso.

El pasado curso, el conjunto riojano tardó en rehacerse de un inicio complicado en el que cayó ante el Barcelona y en Antequera. Los inicios de la 22-23 tampoco se presentan fáciles para los de Velasco.

Tras el tropiezo ante el Sinfín, la competición no da tregua y depara este sábado un clásico. Ademar y Ciudad de Logroño se vuelven a ver las caras Palacio Municipal de los Deportes de León (18.30), en lo que supone un auténtico derbi para leoneses y logroñeses, acostumbrados en las últimas temporadas a compartir objetivos (de hecho, el curso pasado el bloque riojano apartó al Ademar de la fase de grupos de la Liga Europa).

El conjunto leonés parte con dos puntos de ventaja tras superar por 35-40 al recién ascendido Guadalajara. La cita promete intensidad, buen balonmano y, sobre todo, muchos goles.