En pandemia han aumentado los intentos de suicidios

El Día
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El Ayuntamiento de Logroño iluminará de naranja el Cubo del Revellín y la Fuente Murrieta del 10 al 12 de septiembre para concienciar este problema "que se ha vivido en pandemia y postpandemia con datos muy preocupantes con el aumento de suicidios"

En pandemia han aumentado los intentos de suicidios - Foto: AYUNTAMIENTO DE LOGROÑO

El Ayuntamiento de Logroño iluminará de naranja el Cubo del Revellín y la Fuente de Murrieta del 10 al 12 de septiembre para conmemorar y concienciar sobre la importancia de la prevención del suicidio.

El alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, y el concejal de Servicios Sociales, Iván Reinares, han visitado este jueves la sede del Teléfono de la Esperanza con motivo del Día Internacional para la Prevención del Suicidio, que se celebra este viernes.

Además, el alcalde participará en la lectura del manifiesto para la prevención del suicidio que tendrá lugar a las 20 horas en el Paseo del Espolón y posteriormente en el acto 'Luz para la esperanza' que consistirá en el encendido de velas en memoria de las personas que han fallecido por suicidio y por todos sus familiares.

Como ha incidido Pablo Hermoso de Mendoza, "hemos querido venir a conocer la realidad del Teléfono de la Esperanza, ver cómo se ha vivido pandemia y postpandemia", una época en la que, como ha recordado, "se han dado datos muy preocupantes, con el aumento de tasa de suicidios en los jóvenes".

"Hay problemas crecientes en el ámbito de la salud mental", ha reseñado el alcalde, quien ha recalcado que "el Departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento está muy volcado en la actividad de escucha activa, poniendo todo de nuestra parte con las entidades del tercer sector para poder actuar entre todos de la mejor manera posible".

Por su parte, la presidenta del Teléfono de la Esperanza, Magdalena Pérez, "el suicidio es un problema de salud pública que es imporante visibilizar, porque siempre ha sido tabú, primero por el estigma en salud mental, algo en lo que queda mucho por recorrer, y luego, el miedo, produce mucho dolor y emociones complicadas de gestionar, de modo que no se plantea, no existe", además de "mucha desinformación".

De acuerdo con los datos que ha apuntado Pérez, 26 personas se han suicidado en La Rioja en 2020, a lo que ha sumado "el entorno que sufre mucho por la pérdida de un ser querido". Con todo, ha señalado que "no ha habido un incremento de suicidios consumados en pandemia y postpandemia, pero sí de la conducta suicida", es decir, intentos o autolesiones.

Así, ha detallado que, de las 7.000 llamadas gestionadas por el Teléfono a lo largo del año pasado, "más de 1.500 han estado relacionadas con esas conductas suicidas". Y especialmente preocupada se ha mostrado por "el incremento en la demanda de ayuda en adolescentes y jóvenes, un grupo de edad que ha sufrido especialmente en la pandemia, recibimos llamadas que así nos lo indica".

"Ahora parece que la salud normal está evolucionando a mejor con el tema de la pandemia, gracias a la vacuna y demás. Pero lo que nos queda por delante son las consecuencias psicológicas que nos afecta a todos, ese residuo emocional que va a permanecer más tiempo y que hay que atender. Y para eso hay que dotar de recursos en todos los niveles", ha reclamado.

El suicidio es un problema complejo, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales y que afecta a todas las regiones del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 800.000 personas mueren cada año por suicidio, siendo la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad.

La disminución de la tasa de mortalidad por suicidio forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que plantean que, para 2030, se reduzca en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante su prevención y tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las estrategias más eficaces para prevenir el suicidio son la restricción del acceso a sustancias tóxicas y armas de fuego; la identificación temprana y tratamiento de las personas que sufren trastornos mentales como la depresión y que consumen alcohol y sustancias tóxicas.

También se plantea la mejora del acceso a los servicios de salud y la asistencia social; la cobertura responsable de las noticias sobre suicidios en los medios de comunicación, evitando el sensacionalismo; y evitar la estigmatización de quienes buscan ayuda por comportamientos suicidas o por problemas de salud mental y apoyar a quienes han perdido a sus seres queridos por suicidio.

La prevención del suicidio exige un enfoque innovador, integral y multisectorial, con la participación tanto del sector de la salud como el de la educación, el mundo laboral, la policía, la justicia, la religión, el derecho, la política y los medios de comunicación.

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