Un centro de día o de participación activa

Feli Agustín
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Los Servicios Sociales municipales no ha definido aún que tipo de dotación para mayores se habilitará, aunque garantiza un espacio para la población de más edad

Fachada de la estación de autobuses. - Foto: Óscar Solorzano

Además del área deportiva, el futuro proyecto La vieja estación contempla un uso con carácter social, destinado a los más mayores, que está aún sin definir.

El concejal de Servicios Sociales, Iván Reinares, explica que está indeterminación obedece a la necesidad de conocer la superficie concreta que se va a emplear en la zona deportiva para decidir después qué dotación se habilitará. Al respecto, explica que se encuentra en conversaciones con la Consejería de Servicios Sociales a expensas del espacio que tengan disponible para crear un centro de participación activa, un centro de día o ambos. «En las últimas conversaciones que hemos mantenido con el consejero, Pablo Rubio, hemos abordado  esta última posibilidad», explica Iván Reinares, que informa de que en Logroño existen los dos modelos.

«Va a depender de los metros y de otras condiciones, que habrá que analizar», añade el concejal de Servicios Sociales, que se compromete a que si el futuro proyecto «no le encaja al Gobierno» lo acometerá en solitario el Ayuntamiento de Logroño. «Se va a hacer un centro para mayores, seguro», afirma Reinares, que indica que si el Ejecutivo no acomete la actuación, «se podría llegar a otro tipo de acuerdo», aunque no sería un centro de participación activa.

Zona polivalente. Independientemente de la definición del proyecto, el concejal logroñés insiste en lo que «todo el mundo tiene claro» es la necesidad de una dotación para las personas mayores de la zona centro, que carecen de ningún tipo de espacio desde que se cerró la sala de lectura de Ibercaja. Con lo que sí parece claro que contará será con un gran espacio central polivalente en el que se puedan realizar diversas actuaciones, como habilitar una sala de baile, que ha sido muy demandada. «Hay muchas personas que se cogen el autobús y se van a bailar a Bilbao», cuenta Reinares, que explica que podría, en determinadas ocasiones, complementarse con el espacio anexo donde se ubica al monumento a la Madre para la realización de determinadas actividades y convertirse así en un centro abierto a la ciudad.