La Sociedad Deportiva Logroñés puede oficializar este sábado un cambio de discurso. Para eso tiene que ganar al Racing de Ferrol, equipo que llega a Las Gaunas (17 horas)en un gran momento de forma y que, a buen seguro, aspira a cobrarse la revancha del 0-2 de A Malata.

Si el equipo ferrolano llega en buen momento después de haber conseguido 17 puntos en las últimas siete jornadas, los blanquirrojos se han hecho fuertes en casa como queda demostrado con la victoria, por la mínima ante Deportivo y San Sebastián de los Reyes.

El conjunto gallego se planta en Logroño con 46 unidades y una quinta plaza que ambicionan equipos como Unión Deportiva Logroñés yCalahorra. El horizonte clasificatorio de la SDL, por ahora, no mira tan lejos aunque un triunfo ante los de Cristóbal Parralo puede oficializar un cambio de discurso de cara a las diez últimas jornadas de liga.

Raúl Llona, en su intervención ante los medios, reconoció que la SDLentra en una fase de calendario «motivadora» ante rivales de entidad que determinarán el horizonte clasificatorio que espera a los blanquirrojos.

Así, tras recibir este sábado al Ferrol, los riojanos viajarán el domingo a Santander para medirse al Racing, equipo que pase lo que pase en Calahorra seguirán liderando la clasificación. Tras esta visita, el equipo riojano recibirá al Badajoz, otro de los equipos que sueñan con engancharse a la quinta posición.

El empate ante la Cultural acerca a los riojanos al objetivo aunque el diezmo que tuvo que pagar el equipo por el 2-2 en el Reino de León ha sido alto.

Los riojanos no pueden contar para este sábado con Asier Córdoba ni con Jaime Paredes. El objetivo es que ambos puedan alistarse para el encuentro ante el Racing en El Sardinero.

Asier Córdoba, a la espera de conocer los resultados de las pruebas a las que fue sometido, se entrena en solitario. Por su parte, Jaime Paredes, que recibió un fuerte golpe en la nariz el pasado domingo, guarda reposo a la espera de poder sumarse la próxima semana al trabajo.

Estas son las dos únicas bajas de un Llona que confía en volver a superar a un siempre peligroso Racing.