Sangre y casquillos de bala, claves en el caso Entrena

R. Muro
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El abogado de la pareja de Javier Ovejas arma su argumentación con los restos anguíneos y de munición hallados en la casa y en el coche del detenido. Llamará a declarar a 25 testigos

El detenido observa un registro en la lonja de su vivienda, donde se hallaron sangre y casquillos de bala - Foto: Óscar Solorzano

La desaparición de Javier Ovejas  a finales de julio de 2021 enfila sus últimos pasos previos al juicio que llevará a Óscar P. R. al banquillo de los acusados. Las acusaciones particulares, ejercidas por la pareja y por la familia del joven de Entrena, solicitan ambas 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y otros tres por tenencia ilícita de armas. Las dos acusaciones particulares han presentado escritos similares basados fundamentalmente en los restos de sangre hallados en el transcurso de la investigación que llevó a la Guardia Civil hasta el número 32 de la calle Santa Ana de la localidad riojana de Entrena. Restos de sangre que, según recogen los escritos de acusación, fueron hallados en la lonja perteneciente al inmueble de dos plantas propiedad del detenido. También encontraron los agentes restos sanguíneos en el coche propiedad de Óscar P. R. El abogado de la compañera sentimental de Javier Ovejas, Sergio Ruiz Perrella,  señala que «en principio, los restos de sangre pertenecen» al joven desaparecido.

Es uno de los argumentos que esgrimirá la acusación particular junto a los ocho casquillos de bala que el Instituto Armado encontró también en las propiedades del acusado. Unos casquillos que no pertenecen a la misma arma, según el testimonio del letrado de la compañera del joven de Entrena.  Un arma, que por otro lado, no ha sido hallada en el seno de la investigación.

Con todo, la acusación llamará a testificar, tal y como consta en el escrito de acusación, a todos los guardia civiles que en algún momento participaron en los diferentes operativos de rastreo y búsqueda que se desarrollaron hasta que se dio por cerrada la investigación por parte de la Guardia Civil el pasado mes de septiembre. En total,  veinte agentes de diferentes unidades del Instituto Armado, además de otras seis declaraciones a cargo de testigos civiles. En este sentido cabe recordar que algunos vecinos escucharon llamadas de auxilio la noche del 29 de julio, en la que no se volvió a saber nada del joven nacido en la localidad riojana de Cornago y afincado en Entrena. 

También presentará la acusación en el transcurso de un juicio, que aún no se ha señalado, los informes de inspecciones oculares, criminalísticos y biológicos que se han ido elaborando a lo largo del proceso. Ruiz Perrella considera que «existen pruebas suficientes» como para solicitar una condena de 25 años para un acusado que permanece actualmente en prisión por estos hechos. El letrado de la acusación no desveló si en su escrito si vincula la participación de segundas personas en la desaparición de Javier Ovejas. «Acusamos a Óscar P. R.», sentenció.

«Falta de pruebas». Sin embargo, la defensa del acusado solicitará la libre absolución del acusado ante «una evidente falta de pruebas y la inconsistencia de las mismas». La Guardia Civil, tras una exhaustiva investigación, no ha conseguido hallar indicios del paradero de Javier Ovejas, ni del arma  que refiere la defensa. Todo ello después del uso de perros especializados en rastreo y de tecnología georradar.