La siniestralidad tiene cara de mujer

Feli Agustín
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La accidentabilidad crece entre las féminas en un 64% y el 12% en los hombres al faltar una evaluación con perspectiva de género

Una enfermera en el hospital San Pedro durante la pandemia. - Foto: Óscar Solorzano

La accidentabilidad en La Rioja tiene perspectiva de género».Así lo entiende la responsable del área de Salud laboral de CCOO, Eva Fernández Antón, al analizar los datos de siniestralidad laboral en 2022, que muestran un crecimiento del 64% entre las mujeres, al experimentar una  subida de 1.355 en los once primeros meses de 2021 a los 2.235 en 2022.

En el caso de los hombres, también se registra un incremento, aunque menor, del 12%, al pasar de 2.963 a 3.336. «Hay más hombres en el mercado de trabajo que mujeres [en noviembre de 2022, hubo de media 69.705 afiliados por 64.395 afiliadas] y resulta que la accidentabilidad nos la llevamos nosotras», argumenta la sindicalista, que contempla varias circunstancias que justifican esta  situación. Entre ellas, cita la «carga de trabajo», femenino, aunque  no resta importancia a la posible «falta de valoración de riesgos en los puestos de trabajo», que conduce a las mujeres a adoptar menos medidas y, por tanto, sufrir mayor siniestralidad. Considera que el trabajo de la mujer «está más precarizado; a la hora de evaluarlo no se tiene en cuenta la perspectiva de género»,  y no se contemplan las características específicas del mismo. «No es la misma tolerancia a la carga la de hombres y mujeres, que tienen trabajos más repetitivos, mientras los de los varones son más pesados», razona Fernández, que entiende que la falta de visibilidad de estos riesgos en las evaluaciones provoca que no se adopten medidas preventivas.