La mayoría de inasistencias hospitalarias se dan en Geriatría

Ana Torrecillas
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La media de las citas fallidas se eleva al 8% en 2022 lo que provoca un sobre coste sanitario. En 2022, más 11.000 pacientes no acudieron a su consulta programada con el especialista

Dos mujeres acceden a Consultas Externas del Hospital San Pedro - Foto: Óscar Solorzano

Un mensaje de SMS entra en nuestro teléfono móvil. Es del Servicio Riojano de Salud (SERIS) en el que nos recuerdan que el próximo 23 de marzo a las 10.00 horas tenemos cita en la consulta de Alergología. Llevamos tiempo esperando a ser atendidos en esta especialidad  para que evalúen nuestra dolencia pero cuando llega el día fijado, nos surge un imprevisto y no podemos acudir a la consulta. Como tampoco hemos podido avisar, esa cita se pierde y el departamento de Admisiones del Hospital San Pedro no  ha podido 'reubicar' a otro paciente que se encontraba en lista de espera. 

Esta situación se da cada vez más en las consultas hospitalarias de La Rioja. De hecho, representan un 8% de media en 2022, cuando en el año 2000, las inasistencias a las consultas programadas tan solo alcanzaban el 2%. La media mensual de primeras consultas realizadas con el especialista hospitalario asciende a 12-852, durante el año pasado se produjeron 11.520 consultas fallidas. Esto equivale a casi un mes de actividad de los diferentes servicios de especialidades del hospital.

Las inasistencias, además, agravan la lista de espera del sistema sanitario y provocan un coste innecesario ya que implican la infrautilización de los recursos humanos y materiales dispuestos para prestar una asistencia que finalmente no se realiza. Las causas de esa inasistencia son múltiples. Tal y como indica Natividad Valladolid, responsable del Servicio de Admisión del Hospital San Pedro, y se deben a olvidos, a situaciones imprevistas para el paciente o incluso porque éste está enfermo o ha ingresado por otra causa.

El servicio de Admisión se encarga de llamar por teléfono al paciente para recordarle la cita o bien, se le envía un SMS a su teléfono móvil. «La mayoría de las inasistencias no son con mala fe, sino que se deben a olvidos o a confusiones. Puede que estemos esperando el día de la cita durante mucho tiempo y que, llegado el momento, pensemos que era para el día siguiente», señala Valladolid, «también es posible que el paciente tenga fiebre o se encuentre mal y que, con las medidas de prevención por el covid-19, se tenga que quedar en casa y no acudir a la cita con el especialista».

Además, muchos pacientes que no han podido ir a la cita, avisan cuando ésta ya se ha pasado por lo que no se ha podido utilizar para 'reubicar' a otro paciente que también estaba en lista de espera.

«No consideramos grave que fallen uno o dos pacientes, pero a partir del 10% de asistencias es cuando empezamos a preocuparnos», señala Valladolid, porque esto agrava la situación de demora de la especialidad, «aunque la mayoría de la población responde correctamente y acude a la citas».

Es la consulta de Geriatría la que más inasistencias acumula, un 13,5 por ciento, le siguen Enfermedades Infecciosas, un 13,1% y Alergología. Y las que menos consultas fallidas padecen son Cirugía Cardíaca, un 0 por ciento de asistencias, y Oncología, un 0.75%.

Olvido sin mala fe. Valladolid no considera que 'el olvido' de la cita se deba a gente mayor que no se hace del todo con las nuevas tecnologías a la hora de recordar la cita, a pesar que es, precisamente, en la especialidad de Geriatría donde más inasistencias se producen. «No es una cuestión de edad, porque los pacientes son edades diversas. Desde el departamento de Admisión solemos insistir bastante con el recordatorio de la citas, especialmente en especialidades como Oncología, aunque siempre hay alguien al que no puedes localizar por teléfono por mucho que insistas», recuerda la responsable de Admisión.

La consecuencia inmediata de no haber asistido a la consulta, es que el paciente vuelve a llamar para explicar las razones que le impidieron  ir a la cita y para solicitar otra. «Es imposible que podamos darle una cita para el día siguiente, aunque solemos tener en cuenta el motivo de su ausencia: una enfermedad, una situación sobrevenida...etc, para buscarle un 'hueco en la agenda», señala Valladolid, aunque la mayoría vuelven a la lista de espera.

No hay una solución mágica para evitar el número de consultas fallidas. «Desde que existe el servicio de recordatorio de las citas, el número de las asistencias ha descendido pero estaría bien, que si se no se puede acudir a la cita por la razón que sea, que se avise con antelación para que otro paciente pueda aprovecharla».