Cerca de 11.000 mujeres mayores de 65 años viven en soledad

Javier Alfaro
-

La media para entrar al programa de teleasistencia es de 136 días ahora frente a los más de 450 de hace un año · De los 16.000 mayores que viven en soledad, solo 5.000 son varones

Un hombre mayor desayuna en su casa en solitario. - Foto: Óscar Solorzano

En torno a 16.000 mayores de 65 años viven en soledad en La Rioja. Son algo más del 5% de la población de la comunidad autónoma. La mayoría, 10.800, son mujeres, según los últimos datos completos del Instituto de Estadística de La Rioja, correspondientes a 2020.

Para facilitar esta vida autónoma, a medida que la vida avanza y mientras esta se hace en el domicilio, son muchas las personas que recurrer a la teleasistencia, un servicio recogido en la Ley riojana de Servicios Sociales.

El Gobierno de La Rioja la ofrece gratuitamente al usuario con cobertura para 3.222 personas actualmente, según datos ofrecidos por la Consejería de Servicios Sociales. Se estima que cerca de 500 personas han solicitado el servicio en el último año, cuyos expendientes están en proceso de tramitación, admisión o rechazo. En el caso de ser aceptados, el periodo de espera en diciembre de 2022 era de 136 días, frente a una media de más de 450 días de hace un año. 

Dispositivo de teleasistencia para personas mayores o dependientes.Dispositivo de teleasistencia para personas mayores o dependientes. - Foto: Óscar SolorzanoLa directora general regional de Dependencia, Discapacidad y Mayores, Carmen Benito, afirma que el contrato actual puede ampliar el número de dispositivos disponibles; sin embargo, «la crisis de microchips también afecta a la fabricación de este tipo de aparatos, que actualmente escasean y se han encarecido, aunque aún así con el cambio de concesionaria se han ido renovando». La gestión está en manos de la empresa Sacyr Social desde la primavera de 2022. 

Respecto del servicio, destaca que permite «que los mayores permanezcan en sus casas, vigilados y atendidos ante cualquier incidencia que tengan a cualquier hora del día, porque al otro lado siempre va a haber alguien que les escuche, porque uno de los grandes problemas actuales es la soledad no deseada».

Beatriz Gil, técnico de Cruz Roja, subraya que «cada vez son más las mujeres mayores que viven solas, es el principal perfil que vemos en teleasistencia». Las razones varían, desde que al tener una mayor esperanza de vida sobreviven a sus parejas, hasta que cuando los varones se quedan solos son más proclives a cobijarse con otros familiares o en residencias, mientras que ellas mantienen la independencia.

Evitar tragedias.

Una de las virtudes del servicio de teleasistencia, ya sea público y gratuito, o privado, es que permite un control sobre el usuario de forma que si sufre una caída y aprieta el botón «o si no responde a las llamadas de control, se activa una incidencia y rápidamente una persona acude al domicilio, si es necesario se avisa al cuerpo policial más cercano y a los bomberos para cerciorarnos de que la persona está bien, y en función de lo que se vea se activan los recursos sanitarios o del mismo modo en que funciona el centro coordinador de emergencias 112», indica Benito.

«Se pretende evitar que sigan sucediendo estas situaciones tan terribles de que aparezca una persona fallecida en su casa varios días después del deceso», apunta.

Actualmente se están implementando «sistemas de geolocalización y teleasistencia móvil, y poco a poco incorporaremos dispositivos inteligentes instalables, por ejemplo, en el frigorífico, que todos debemos abrir cada día; si no se abre una mañana, el sistema daría la alerta necesaria y actuaríamos», adelanta la directora general.

 

La edad no es un obstáculo social

Mantener la mejor autonomía posible es el deseo de cualquiera a medida que se cumplen años. Por eso entidades sociales y públicas ponen a disposición de los mayores de 60 años diferentes planes para mantener su independencia y facilitar la socialización.

Participación activa. A través de los servicios sociales municipales y autonómicosse promueve la convivencia, la solidaridad, la participación y la integración social, a través de actividades y talleres que permiten gozar de una mayor autonomía personal y a prevenir lsituaciones de dependencia. En la capital, los talleres Vida Sana  y Siempre Acompañados, junto a Cruz Roja, gozan de gran aceptación.

Asistencia a domicilio. La ayuda a domicilio para la higiene, tareas domésticas y alimentación es otro de los servicios ofertados para ayudar a que los mayores puedan seguir viviendo solos en sus hogares.

Centros de día. En ellos, profesionales especializados en la tercera edad, incluidos sanitarios, psicológicos y sociosanitarios, se encargan de la prevención, tratamiento y cuidado del envejecimiento. Son especialmente útiles para aquellos mayores que comienzan a tener un deterioro más profundo sin recurrir a la residencia.

Residencias. Aquellas personas que ya no pueden valerse por sí mismas pueden recurrir al internamiento con un cuidado completo las 24 horas.