La recogida selectiva de ropa en Logroño alcanzó un nuevo récord en 2021 con 357.970 kilos de ropa en los 34 contenedores naranjas instalados en la ciudad, lo que supone diez toneladas más que en 2019.

El concejal de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga, y el responsable de Medio Ambiente de la Fundación Cáritas-Chavicar, José García Vaquero, han presentado, este martes, en una rueda informativa, los datos de la Memoria 2021 de la recogida selectiva de textil en los contenedores de la vía pública de Logroño.

Zúñiga ha informado que los 32 contenedores instalados en la vía pública más los otros dos en instalaciones deportivas y en el punto limpio recogieron, de media, 10,22 toneladas de ropa en 2021, "lo que supone 300 kilos más al año en cada uno de los puntos de recogida, con un incremento del 7,72 %".

En concreto, estos contenedores recogieron un total de 357.970 kilos de ropa, diez toneladas más que en 2019, lo que ha supuesto un nuevo récord.

"Unos datos que muy positivos y que vuelven a situar a Logroño en la trayectoria ascendente que solo se vio interrumpida en 2020 como consecuencia de la pandemia y la reducción de movilidad", ha subrayado.

Ha destacado el "mayor" grado de concienciación que existe en la ciudadanía logroñesa por el reciclaje en general y también por la labor que desarrolla la Fundación Cáritas Chavicar, "una colaboración entre Ayuntamiento de Logroño y Fundación que se remonta al año 2012".

En ese sentido, ha resaltado el hecho de que la media de residuo textil recogido en Logroño suponga un 17% de la ropa desechada por los ciudadanos logroñeses, "cinco puntos por encima de la media nacional, que se sitúa en un 12%".

Por su parte, Vaquero ha recordado que la red global de la Fundación Cáritas Chavicar recogió un total de 133 toneladas de residuo textil en puntos con corazón ubicados en instalaciones privadas de Logroño, como colegios concertados, parroquias o algunas grandes superficies.

El total de toneladas de residuos textiles ha conseguido varios objetivos importantes, como una "considerable" reducción del efecto invernadero, ya que "el dato de contaminación de este producto supone un 20% de la contaminación mundial, y en concreto, fabricar un solo pantalón vaquero requiere 10.000 litros de agua, y a su vez, se expulsan 13 kilos de emisiones de CO2 a la atmosfera".

Un segundo objetivo, ha indicado, ha sido la creación y mantenimiento del empleo en colectivos de personas vulnerables o en riesgo de exclusión, ya que "este residuo textil contribuye a la estabilización de puestos de trabajo para personas con dificultades de acceso al mercado laboral normalizado".

Otro objetivo ha consistido en dignificar el modo de recibir la ropa a través de los espacios con corazón de Cáritas Chavicar, es decir, "una entrega digna para personas con pocos recursos que puedan acudir a esos espacios y obtener lo que necesitan a un bajo coste".

Por todo esto, ha animado a la ciudadanía a que continúe depositando la ropa usada en estos contendores, y de ese modo, "contribuir a la sostenibilidad y colaborar con la economía circular de las tres R, reutilizar, reducir y reciclar".

"Este pequeño gesto de buscar un contenedor naranja es apostar por convertir un residuo en materia prima, que además de reducir el coste energético, contribuye a la creación de empleo", ha remarcado.

Por otro lado, el concejal ha informado que algunos contenedores han sido reubicados, como los puntos de recogida de la calle Serradero y del Paseo de Las Norias, que se han movido a las calles Torremuña y Acequia, al igual que en la calle Gonzalo de Berceo, junto a la esquina de la calle Industria, donde se ha instalado uno nuevo.

"Estos cambios se han hecho con el objetivo de optimizar la recogida en los diferentes contenedores naranjas", ha explicado.