Más allá de Ayuso

SPC-Agencias
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El PP encara una etapa intensa, con sus congresos autonómicos aún sin fecha y todos los ojos puestos en la candidatura de la presidenta madrileña a dirigir el PP en la región

El paso adelante de Ayuso no cuenta con la bendición de Casado por ahora - Foto: Javier Lizón

Ya ha puesto las cartas sobre la mesa: quiere hacer una presentación oficial de su candidatura a liderar el PP en la comunidad. La idea de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, es hacerlo después de la Convención Nacional del partido que se celebrará en Valencia el próximo octubre.

Sin embargo, el paso al frente de Ayuso ha sido enfriado en las últimas semanas con la postura de Génova: «Ahora no toca hablar del tema», ha sido el mantra de la dirección nacional en estos días, al tiempo que se daba aire a una posible candidatura conjunta de la mandataria regional y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, o a una alternativa, encabezada por la actual secretaria general, Ana Camíns.

Esta reacción no se entiende en el equipo de Ayuso; ese afán de Génova a la hora de tratar silenciar el debate sobre la Presidencia del partido madrileño y esquivarlo con el «ahora no toca», tras semanas de declaraciones sobre esta cuestión, también por parte de la dirección nacional.

Polémicas aparte sobre el congreso de Madrid, al partido de Pablo Casado le queda otra decena de cónclaves autonómicos que pondrá a prueba la fortaleza orgánica de la formación conservadora cuando pase el hito de la convención nacional.

La Junta Directiva fijó que los congresos autonómicos pluriprovinciales se celebrarán tras la convención nacional, que finaliza el primer fin de semana de octubre. Es el caso de Andalucía, donde Juanma Moreno será reelegido antes de fin de año, o de Castilla y León, que por el momento no tiene fecha para su cónclave.

Los uniprovinciales en cambio deben esperar al primer semestre de 2022, pues Génova mantiene que no habrá adelanto, pese a la exigencia de Ayuso de hacerlo en el caso de Madrid. De las nuevas direcciones dependen las candidaturas municipales para los comicios de 2023.

Desde que Casado sucedió a Mariano Rajoy al frente del PP, ha acometido una renovación del partido «desde la base»: primero el poder provincial y después el autonómico. Su número dos, Teodoro García Egea y la secretaria de Organización, Ana Beltrán, han sido los artífices del proceso.

Y aunque la dirección nacional ha recalcado que en la gran mayoría de los casos se ha logrado listas de consenso, hay territorios, como Andalucía y Castilla y León, donde los choques entre Génova y el poder autonómico han llegado a trascender en público.

 

Desunión en el sur

Sevilla fue el congreso que más tensión evidenció. Moreno dio plantón y pidió no tratar a las estructuras territoriales de atrezo tras imponer Génova un candidato. El desencuentro obligó a coser un pacto para el resto de provincias y a hablar de tándem ganador, el de Pablo Casado y Juanma Moreno.

Moreno, cercano a Soraya Saénz de Santamaría, buscará la reelección reforzado por encuestas que prevén su permanencia en Palacio de San Telmo, donde hasta su llegada solo se habían sentado presidentes socialistas.

Una hipótesis que también planea sobre Castilla y León, donde aún no hay fecha para el congreso y en la renovación provincial hay tiranteces. El presidente, Alfonso Fernández Mañueco, pidió que no hubiese ruido porque «a nadie el gusta el rechinar».

El listado de autonomías del PP que deben actualizar sus direcciones incluye también Extremadura, donde José Antonio Monago ostenta la presidencia del partido tras perder en 2015 la de la región, en uno de los pocos liderazgos que se mantienen tras haber pasado a la oposición.

Y entre todos los barones de su partido, hay un líder al que Casado no ha hecho esperar: Alberto Núñez Feijóo, que fue reelegido por cuarta vez al frente del PP gallego en mayo. La excepción gallega hace que en este territorio, al contrario de lo que ha ocurrido en el resto, el partido haya renovado el poder autonómico antes de los congresos provinciales.

Y entre todos los cónclaves pendientes quedaría el máximo órgano del partido, el Congreso Nacional. Casado fue elegido en el verano de 2018 por lo que el próximo se cumplirán cuatro años desde que asumió las riendas del PP en un congreso extraordinario.

Con los estatutos en la mano, Casado debería renovar su liderazgo antes de las próximas generales -si estas se celebran a partir de otoño de 2023-, pero tampoco hay fecha para esta cita y en Génova juegan al despiste y señalan que informarán «paso a paso».