Se alquila habitación amplia y luminosa, con cama de 1,35 y canapé, televisión y zona de estudio. Cerca de Gran Vía y con todos los servicios alrededor. El precio es de 400 euros en los que se incluye los gastos de luz, agua y conexión a internet. Pero no los de calefacción.  Es uno de los tantos anuncios que un conocido portal inmobiliario digital publica en su web. La persona que se decida por alquilar la habitación deberá abonar la fianza de un mes y compartir la vivienda con otros dos compañeros o compañeras más. En total serán tres los inquilinos por lo que el beneficio del arrendador se eleva a 1.200 euros mensuales.Muy por encima del precio medio de los alquileres en Logroño que ronda los 700 euros. En este caso, el precio medio del alquiler de una habitación en la capital riojana es de 300 euros aunque, como casi todo, la cosa va por barrios. Cuánto más céntrica esté la vivienda más se paga por habitación: así, alquilar un cuarto en un piso en la calle San Antón cuesta más de 400 euros, tal y como reza uno de los anuncios. Sin embargo, el alquiler de una habitación en la zona este, como en calle Cigüeña o San Millán desciende hasta los 240 o 250 euros. 

Óscar Martínez, de Inmobiliaria Iregua y presidente de la Asociación de Expertos Inmobiliarios de La Rioja asegura que la opción del alquiler por habitaciones puede llegar a ser más rentable para el arrendador. «Nosotros trabajamos el alquiler completo de la vivienda. Puede ser que un grupo de estudiantes, que ya se conocen previamente, se decidan a alquilar juntos un piso», advierte Martínez, «el otro tipo de alquiler puede ser más rentable a los propietarios y, además, les resulte más sencillo desalojar al inquilino cuando no paga que si se trata de un alquiler entero». De hecho, los arrendadores pueden subir los precios cada seis o nueve meses. Esto se debe a que este tipo de contratos no están sujetos al límite del  2% decretado hasta el 31 de diciembre de 2023 para las actualizaciones anuales de renta, ya que ésta y otras medidas del Gobierno solo afectan a las viviendas habituales. Por ello, diversas asociaciones en defensa los inquilinos demandan que el alquiler por habitación se regule dentro de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).

Para frenar la subida de precios, Martínez aboga por  aumentar el parque de vivienda social y pública y dar más garantías jurídicas que anime a los arrendadores a alquilar «ya que es una buena inversión».