Nueve meses para cumplir un sueño

Felo Agustín
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Pablo Hermoso de Mendoza, alcalde de Logroño, tiene por delante una ardua tarea pedagógica para convencer a escépticos, adversariose indiferentes de que su modelo es el de la ciudad del futuro

El alcalde, junto al concejal Iván reinares, en la apertura de la remodelada Vara de Rey. - Foto: Óscar Solorzano

Una vez que concluya San Mateo, las máquinas volverán a perforar las calles de Logroño, en este caso Fundición y los aledaños de la plaza de la Diversidad, para convertir en definitivas a través de obra civil las intervenciones que se acometieron de manera provisional durante la pandemia, incluidas en la que ha sido la principal actuación municipal durante esta legislatura, Calles Abiertas.

Pablo Hermoso de Mendoza, un desconocido en política hace cuatro años, ha dejado en manos de Jaime Caballero, otro ajeno a este mundo, la principal apuesta de su gestión al frente de la Alcaldía de Logroño, una revolución en la movilidad, lo que ha conllevado una reconfiguración de la trama urbana. Ya lo dijo el vienes, cuando solo, sin ningún documento sobre la mesa, sin siglas ni carteles, anunciaba su «voluntad» de presentarse a la reelección:«tengo un sueño, el sueño de que nuestros hijos o nietos puedan ir en bicicleta al colegio sin que una madre o un padre les diga que no salgan  porque les van a atropellar».

Y para poder intentar cumplir ese sueño, que le haría «tremendamente feliz», tiene nueve meses, el tiempo que resta hasta las elecciones municipales, previstas para el último fin de semana de mayo de 2023, plazo del que dispone para convencer a escépticos, adversarios y enemigos declarados de que su modelo es el que ha de consolidar a Logroño como una ciudad de futuro.

A pesar de las críticas aceradas que ha sufrido por algunas de las intervenciones urbanas, particularmente en Duquesa de la Victoria que, no obstante, ya ha reconocido que es «muy mejorable», considera que está logrando que muchos logroñeses compartan su visión sobre su proyecto para la capital. «Noto que los ciudadanos van cambiando de opinión; al principio había cierta irritación, cansancio y desasosiego, que se va transformando poco a poco en comprensión», reflexionó el primer edil, que se enfrenta al juicio de los ciudadanos con la «intuición de que una profunda mayoría comparte lo que estamos desarrollando». 

No parece, no obstante, que sea una tarea fácil, por lo que deberá insistir en su labor pedagógica en estos meses que restan hasta el escrutinio en las urnas, aunque la conclusión de algunas obras, como   el nudo de Vara de Rey, las Cien Tiendas o las actuaciones en Fundición y más adelante en Sagasta, pueden hacer a algunos ciudadanos reconsiderar sus convicciones iniciales.

Sea como fuere, se mantiene firme en su apuesta y, de ser reelegido, ya piensa en reformar San Antón, como ha repetido en varias ocasiones;en Vara de Rey o en el casco antiguo, en particular en el entorno del Revellín, «un almacén de coches». 

El más centrado. Hermoso de Mendoza, una de las figuras políticas más controvertidas de los últimos tiempos por  el efecto palpable de su gestión en la vida de los ciudadanos, aspira a repetir en un cargo con una mayoría más amplía de la que le llevó a la Alcaldía, para lo que deberá convencer a los 10.000 votantes de Ciudadanos de que la opción que él representa es la «más concentrada y centrada» para Logroño.

Para defender su argumento, aseguró que «no fue por casualidad» la visita del Rey a inaugurar el espacio Lagares los pasados sanmateos, la jura de bandera en la plaza del Ayuntamiento y la celebración del sínodo, con el nuevo obispo, en el edificio consistorial. «Yo me siento español», afirmó con convencimiento para  disipar cualquier sombra de duda que puedan generar sus socios de gobierno, Unidas Podemos, de quienes, no obstante, al igual que del concejal regionalista, Rubén Antoñanzas, elogió «la lealtad, responsabilidad y trabajo», que le han permitido un gobierno «de gran estabilidad».

Además, no olvidó recordar que antes de llegar al Ayuntamiento había trabajado ocho años en la Federación de Empresas, en un guiño a un electorado temeroso a formulaciones de carácter económico muy alejadas de los posicionamientos liberales. Con escaso bagaje político [su victoria en las primarias socialistas, en las que derrotó a la ahora flamante delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz, le convirtió en candidato a la Alcaldía], mantiene «ilusión, ganas y fuerza» para enfrentar de nuevo el desafío de convertirse en alcalde de Logroño, un reto para el que no parece temer a sus posibles rivales.   Sin contrincante conocido en el principal partido de la oposición,  su evaluación al respecto de quien puede ser el candidato, Conrado Escobar, la resumió en una única frase:«quien solo sabe de política no sabe de nada». «Cuando alguien lleva mucho tiempo en política, ya se sabe lo que da de sí, a muchos los conocemos desde los años 90, no han hecho otra cosa más que política, y ahí están», apuntó. «El camino está muy bien trazado», afirma Hermoso, que necesita cuatro años más para, al menos en parte, cumplir su sueño.

El partido. Pablo Hermoso de Mendoza anunciaba el viernes su voluntad de volver a pelear por la Alcaldía de Logroño, despejando una de las principales incógnitas de la política regional, con permiso del Partido Popular, que sigue sin contar con un líder que guíe sus destinos. Se enfrenta así al reto de la reelección, un logro que sí alcanzó el primer alcalde socialista de Logroño, Manuel Sáinz, pero que no consiguió Tomás Santos que, en el cargo por minoría [necesitó la complicidad del Partido Riojano para gobernar], resultó arrollado en 2011 por la ola popular que recorría nuestro país.

También Hermoso de Mendoza, que ganó las elecciones con dos concejales más que el PP, requiere para gobernar el apoyo de la coalición Unidas Podemos y del PR, para cuyos concejales solo tiene palabras de agradecimiento. 

No obstante, aspira a vencer «con una mayoría más amplia» para lo que cuenta con el respaldo «explícito» de un  partido «con 140 años de historia», el socialista. A pesar de los innumerables rumores que han corrido por los mentideros, que apuntaban que la exdelegada del Gobierno, María Marrodán, iba a moverle la silla, Hermoso de Mendoza ha desmentido cualquier tipo de confrontación y aseguró que nadie le ha condicionado ningún nombre en su futura nómina electoral. Sin embargo, anunció su intención de presentarse a la reelección en la Casa de los Periodistas,  terreno neutral «y la casa de todos», elegida para transmitir con nitidez su voluntad de ser un candidato de confluencia. Sin ningún cartel de la rosa y el puño,  quiso volver a dejar patente, a pesar de que le amparan unas siglas, una independencia con la que permanecer ajeno a la política.