El domingo acabó la temporada para los tres máximos representantes riojanos. El curso ha sido, objetivamente, malo. No por los resultados deportivos y sí por la falta de concreción pensando en la temporada 2022-23. Logrobasket lo seguirá intentando en EBA, el Clavijo ha recuperado la ilusión cinco años después pero el Promete, el único representante riojano en LigaFemenina, enfila su despedida a la elite desde la puerta atrás.
Promete. Once victorias y diecinueve derrotas es el aséptico balance del Promete, salvado con holgura en la LigaFemenina.El equipo de César Aneas firmó dos tercios de temporada excelentes, y no es una hipérbole, y un tercio final desastroso. Tampoco es una exageración. Los riojanos pelearon en la primera vuelta por clasificarse para la Copa de la Reina y, hasta las dos últimas jornadas, por meterse en la lucha por el título. No se consiguió y aunque se salvó deportivamente la temporada, las dudas envuelven a la entidad.
El futuro del equipo en la elite está comprometido. La entidad tiene de plazo hasta julio para confirmar su inscripción pero todo apunta a que renunciará a la LigaFemenina. El Promete podría dar un paso atrás y partir de la Liga Challenge, intercambiando la plaza con el Clarinos, recién descendido. Otra opción pasa por arrancar desde Liga Femenina 2, tercer escalón femenino, aunque para eso necesita que el filial pelee por el ascenso. Pese a la decepción del primer equipo, la cantera sí ha cumplido como lo demuestra el séptimo puesto de las júnior en el Campeonato de España de la categoría.
Clavijo. La quinta temporada de Jenaro Díaz en el Clavijo concluyó el domingo en Ourense y lo hizo con buenas sensaciones. Pese a la eliminación en cuartos de final, el Reina Yogur ha conseguido enganchar a los aficionados riojanos al baloncesto y, sobre todo, recuperar la fe de los suyos.
Como casi siempre, el conjunto logroñés firmó un arranque desastroso del que supo reponerse. Sus últimos tres meses de competición han sido notables, rozando el sobresaliente. Tras eludir matemáticamente el descenso, consiguieron acabar el curso en séptima posición. En octavos destrozaron al Sant Antoni, subcampeón de la Copa Princesa, y en cuartos pusieron contra las cuerdas al COB, el rival a batir de toda la LEBPlata. No lo consiguieron aunque la sensación que trascendió es que el equipo riojano no fue inferior a los gallegos.
El Clavijo emprenderá ahora su renovación permanente. Si durante el curso retocó su plantilla hasta dar con la tecla, todo apunta a que jugadores comoBerni, Balasko, Kovalov o Norris, por citar solo a unos cuantos, dificílmente seguirán en el Palacio. El futuro de Jenaro Díaz no está escrito. Aunque cuesta entender un Clavijo sin el asturiano.
Logrobasket. El Logrobasket disputó su segunda temporada en la EBA, cuarta categoría nacional, y lo hizo con sensaciones agridulces.
Si en su debut rozaron el sobresaliente, en la temporada de la consolidación han amagado con el suspenso. La sexta posición (diecisiete victorias y trece derrotas) sabe a nada. Los blanquirrojos lograron buenos números en su estreno en Lobete pero fuera de casa cedieron un tercio de sus partidos, registro que les condenaron al anonimato. La competición es tan exigente que solo Santurtzi, líder de la primera fase, y el filial del Baskonia, tercero, continúan en competición en busca de una plaza de ascenso.
Pese al regusto amargo de la temporada 21-22, los logroñeses lo volverán a intentar. «La idea es volver a hacer un equipo competitivo con la base de los jugadores de Logroño, y conseguir que se repita en Lobete el gran ambiente que en muchos partidos ha habido», apuntaba Álvaro Valle que calificaba de «decepcionante» el año. Nacho Arbués, el técnico, también era autocrítico en declaraciones recogidas por la entidad: «Como entrenador ha sido una de mis peores temporadas en todos los niveles».