Por su desinteresada dedicación como presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales de La Rioja, María Ángeles Matute conoce muchos establecimientos. Para esta entrevista se decanta por la cafetería Las Palmeras, en la logroñesa calle Gonzalo de Berceo. 

La elección se debe a que le «pilla cerca del trabajo y siempre tienen pinchos muy ricos que van variando cada semana; además, los viernes hacen pinchopote y por 2 euros el pincho y el vino está muy bien». 

Apunta que «las Palmeras es un bar de barrio, con mucho tránsito y clientela fija, además de unas camareras que dan un trato muy cercano, como de estar en tu casa».
De sus diversas visitas ya tiene sus pinchos preferidos, «aquí suelo coger la tortilla de patata que tiene el punto perfecto, hasta para llevar, un pincho de gambas que está exquisito, otro de calamares que también está muy bueno y las tostas». 

LAS PALMERAS. Tosta de rulo de queso de cabra con cebolla caramelizada y confitura de tomate (2,20 euros) y copa de vino blanco Rioja (1,20 euros). En 'pinchopote', pincho y vino: 2 euros. - Foto: Ingrid

Dentro de las tostas también tiene sus predilecciones: «está la de queso, la de brandada de bacalao, según lo que tengan... pero, la tosta de rulo de queso, con confitura de tomate y cebolla caramelizada me gusta muchísimo».

Es su elección, que acompaña de un vino blanco recomendado por el personal de la cafetería.

Apunta que «no es sencillo hacer una buena cebolla caramelizada, que esté en su punto justo, y aquí la hacen bien. Si no lo conoces, no esperas que esté tan rico».
Matute indica que cuando viaja se da cuenta de la suerte que tenemos en esta región.

«Nuestra gastronomía es un privilegio que a veces no valoramos suficientemente porque tenemos muy normalizado poder tener un buen vino y un buen pincho en cualquier sitio», resalta. «Vayas donde vayas, aunque no sea en las zonas típicas de Laurel o San Juan, en cualquier bar de cualquier zona tienes pinchos interesantes y elaborados», subraya.
Confiesa que llegó al ámbito asociativo vecinal de forma circunstancial. «La asociación de vecinos El Carmen me pidió que les ayudara con unas cuestiones por mi trabajo como abogada y me quedé por la gente y las actividades culturales que se hacen». 

Desde la federación observa cómo «cada asociación es distinta: en las zonas consolidadas se hace más por la socialización vecinal con actividades culturales; pero, en los barrios nuevos y en los pueblos son más reivindicativos y reclaman los servicios que no tienen».