La voz, actuación, la pasión y el sentimiento de José Sacristán dejan huella por donde pasa y en Arnedo se le ha querido reconocer de forma literal. El actor que el mismo domingo deleitó a cientos de arnedanos con su obra Señora de Rojo con fondo gris en el teatro Cervantes en su primera actuación sin restricciones de aforo tras el covid, fue galardonado ayer con el Premio Rafael Azcona de la 23 edición de Octubre Corto, festival de Arnedo. Ytambién dejó su huella en el Bulevar del Calzado de Arnedo.
Este acto fue ayer preámbulo al festival, que empezará el día 14 de octubre, «y entregamos muy felices y muy agradecidos el Premio Rafael Azcona a José Sacristán, quien participó en numerosas películas con guión del genial escritor riojano».
Sacristán ha sido reconocido con numerosos premios como con la Concha de Plata del Festival de cine de San Sebastián en dos ocasiones, el premio Goya, varios Fotogramas de Plata, el premio Feroz y el Premio Cóndor de Plata a la trayectoria, considerado el máximo galardón al cine en Argentina. Pero, según él mismo ha asegurado en Arnedo, «hay ocasiones en las que los reconocimientos no tienen la misma transcendencia o repercusión que otros, pero hay mucho más que celebrar en otros, como en este». Sacristán puso su huella con una bota utilizada en una de sus películas más queridas, Un lugar en el mundo, rodada en Argentina. El actor agradeció en todo momento, «estos reconocimientos, que siento que solo no se me dan como actor, sino como ciudadano de este país, creo que hay algo que tiene que ver con mi manera de relacionarme con mis semejantes. Y así lo recibo».
El día anterior sobre las tablas del Cervantes Sacristán hizo sentir la agonía del personaje de la obra adaptada de Miguel Delibes en el público, agradeció la gran acogida e ironizó que «no podía marcharme de aquí sin dejar mi huella».
Y así quedará para siempre la escultura de la pisada de Sacristán, junto a otras huellas de personas ilustres como Veronica Forqué, Miliki, Rafael Azcona, Antonio Ozores, Juanito Oiarzábal, Miguel Induraín, Arancha Sánchez Vicario y Fernando Romay. Como indican desde el Ayuntamiento, "se trata de un muy particular paseo de la fama que acoge las pisdas de un pie desnudo y de un zapato caracteristico de estas importantes personas que han dejado su huella en la sociedad".