La incertidumbre sigue cerniéndose sobre el tejido productivo riojano, al que la guerra de Ucrania limita su expansión y, por ello, la radiografía del mundo empresarial en 2022 deja un sabor agridulce, con un decrecimiento en nuevas sociedades, aunque con un importante aumento de la cuantía aportada para su constitución.

 Así se crearon 392 empresas, un número inferior a las 430 de 2021, siguiendo una ruta similar a la recorrida por el conjunto del país que, a pesar de registrar la tercera cifra más alta de nacimientos de nuevas compañías de la última década, con 99.502, no alcanzó las 100.000 del año anterior;de hecho el retroceso se produjo en la mayoría de las comunidades autónomas. 

Lo que sí se superó en La Rioja el año pasado fue el capital invertido en la creación de nuevas compañías, un ránking que, precisamente, lideró esta región, con un incremento del 268,07%, al crecer desde los 15,4 millones de 2021 a los 56,7 del año pasado, gracias en gran parte al incremento de diciembre, mes en el que se registraron 43 empresas nuevas que arrancaron con 21,3 millones, un 11071,24% más.

En este capítulo, La Rioja presentó mejor comportamiento que el conjunto nacional porque, aunque creció de forma general la cuantía invertida, fueron más las comunidades autónomas que muestran un balance negativo, entre ellas todas las vecinas.

Según recoge un estudio de Informa D&B, fue construcción y actividades inmobiliarias el sector más dinámico el año pasado, al constituir 81 negocios nuevos, por delante de los 74 de comercio, los 51 de transportes y 43 de servicios  empresariales.

Respecto a las empresas que ampliaron capital, hasta noviembre, últimas cifras que proporciona el Instituto Nacional de Estadística (INE), fueron 142, con un cuantía que se acercó a los 83 millones de euros. 

Disolución. Son los mismos sectores los que lideran la disolución de empresas, una circunstancia que sufrieron 187, cuatro menos que el ejercicio precedente, siendo una de las pocas comunidades -junto a Galicia y el País Vasco- que escapó de la tendencia general de crecimiento. Fue comercio, con 52, el ámbito que más pérdidas societarias registró, por 49 de construcción y 28 de servicios empresariales.

Por lo que se refiere a los concursos, no se produjo apenas variación (25 en 2021 frente a los 24 del último ejercicio), volviendo a ser una de las tres comunidades, esta vez junto a los dos archipiélagos, Baleares y Canarias, donde no se experimentó un alza. 

Fueron también servicios empresariales y construcción, a los que se sumó industria, los ámbitos laborales que sufrieron más concursos. Por lo que respecta a la migración empresarial, salieron once firmas más que las que llegaron a una comunidad que, a principios de 2022 contaba con 22.532 empresas, de las que solo 173 sumaban en sus plantillas más de 50 trabajadores y 12.041 no tienen ningún asalariado.

sin recuperar las 23.000. El Directorio Central de Empresas (DIRCE), cuya última actualización es a 1 de enero de 2022, muestra un crecimiento sobre el año precedente, el primero de pandemia, aunque hay que remontarse ocho años para encontrar un número más bajo de negocios registrados.

De hecho, el tejido productivo riojano no recupera las 23.000 empresas [2008, con 23.834, fue el año de mayor número] y se queda en 22.532, con un ligero aumento de 175, según la información que facilita el Instituto de Estadística de La Rioja, respecto a 2020.

La última actualización DIRCE  muestras que el ámbito que acumula mayor número de firmas es servicio, con 12.812, lo que representa el 56,9 % del total en La Rioja; por delante de 4.753 de comercio, lo que supone un 21,1 % del tejido empresarial de la comunidad.

El peso de las 2.777 empresas de construcción en la región fue del 12,3 % mientras que industria representó un 9,7 % con 2.190. Las empresas activas riojanas registradas en el DIRCE desarrollaron sus actividades en 26.456 locales implantados en todo el territorio regional, esto es. 1,2 por cada compañía.

El mayor aumento respecto a 2021 en el número de empresas activas en La Rioja se dio entre aquellas sin asalariados (230 unidades más). Por el contrario, variaron en -170 las que tenían entre uno y dos empleados.