El Calahorra revive en Lezama

M. A. G-S.
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Los rojillos remontan al Athletic B (2-3) y mantiene viva la esperanza de la permanencia

Miguel Martínez de Corta regresó a la meta riojana. - Foto: Athletic Club

Ficha técnica:

Athletic B: Ibon Ispizua, Urko Izeta, Mendibe, Jon Cabo (Bari, 60) , Mikel Goti, Unai Gómez, Egíluz, Oier López (Barandaya, 60), Beñat de Jesús (Iñigo López, 79), Rego (Luis Bilbao, 70) y Gerenabarrena (Trespalacios, 79).
Calahorra: Miguel Martínez de Corta; Ángel López, Joan Rojas, Zubiri, Kortazar; Ibarrondo (Pedro Pata, 90), Davo Fernández (Adrián Jiménez, 90), Pablo Santana, Quezada (Sergio Gil, 66); Pablo Sáenz (Oier Calvillo, 70) y Marcos Baselga.
Árbitro: Ramo Andrés (colegio aragonés). Amonestó a Baselga y Barandalla.
Goles: 1-0, M. 18: Izeta, en acción personal; 1-1, M. 22: Marcos Baselga firma un remate inapelable a pase de Davo Fernández; 1-2, M. 25: Marcos Baselga, de disparo potente; 2-2, M. 37: Mikel Goti de espectacular disparo; 2-3, M. 89: Oier Calvillo caza un rechazo en el área pequeña.
Incidencias: encuentro disputado en Lezama.

No sabemos si el Calahorra podrá salvar la categoría pero un gol en el 89 de Oier Calvillo permite al cuadro de Pouso seguir soñando. Los rojillos remontaron 2-3 a un Athletic B que se acerca al descenso matemático. El Calahorra se la jugará el domingo en La Planilla ante la UDL en un duelo por la permanencia cargado de morbo. De momento, los calagurritanos sonríen después de inflingirle al Athletic B la lección aprendida ante el Cornellà.

Athletic B y Calahorra no se ahorraron ningún esfuerzo en un cuarto de hora frenético. Ni Miguel Martínez de Corta ni Ibon Ispizua intervinieron aunque hubo llegadas continuas en ambas área con Marcos Baselga y Urko Izeta como agitadores. En vez de especular, apuesta de ambos equipos por sumar de tres.

Y el que se llevó el gato al agua fue Urko Izeta, el más peligroso. Lleva el dorsal del lateral derecho pero es un depredador del área. Primero se marchó de Kortazar, acto seguido eludió a Joan Rojas y, poco después, a Gustavo Quezada. Tras desembarazarse de estos tres marcadores, ajustó raso al palo izquierdo del meta riojano. Fue un golazo pese a las consecuencias negativas del mismo en clave rojilla.

El Calahorra tuvo respuesta de equipo grande. En su siguiente aproximación al área rojiblanca, restableció la paridad. Davo Fernández peleó el cuero, asistió a Marcos Baselga que, desde la frontal, remató con saña. Mendibe, en su intento por despejar, cambió por completo la trayectoria del cuero.

Y, tras el 1-1, la remontada inmediata con una ejecución similar. El delantero aragonés golpeó con potencia e Ibon Ispizua fue incapaz de atajar su remate centrado. El Calahorra pasó del abismo a la esperanza en apenas dos minutos.

El Athletic B replicó con prontitud pero sin suerte. En media hora habían pasado más cosas que en media temporada. Y aún pudo el cuadro de Pouso incrementar su renta si el siempre insidioso Davo Fernández hubiera controlado una cesión suicida de Egiluz para su meta. El asturiano no acertó en una cita de ida y vuelta como demostró el cabezazo sin dirección de Mendibe tras asistencia precisa y preciosa de Mikel Goti.

Sin embargo, el duelo se fue al descanso con paridad después de Mikel Goti superara la obra maestra de Izeta con un disparo con rosca que fue a la escuadra. El meta logroñés solo pudo sacar el cuero de dentro.

Pese al intento por bajar las revoluciones, al poco de reanudarse el juego Marcos Baselga tuvo el hat trick pero no acertó a firmar la ejecución. El pase de Davo Fernández merecía el gol.

El partido se serenó, con el Calahorra bien posicionado y buscando su fortaleza área. Si al cuarto de hora el Athletic B comenzó a mover el banquillo, no tardó Pouso en agitar lo suyo aunque lo hizo por la gravísima lesión de Gustavo Quezada, que abandonó Lezama en camilla, ante las miradas descompuestas de sus compañeros y rivales.

Aunque sin ser capaces de igualar el ritmo del primer acto, no faltaron oportunidades para haber movido el marcador. La tuvo Bari, en acción personal, y en los últimos minutos, con Oier Calvillo, Ángel López y Baselga como hilos conductores, lo intentó el Calahorra.

Parecía no haber opción de alterar el marcador en un duelo muy vistoso entre dos candidatos al descenso. Sin embargo en el 89, en una acción embarullada en el área rojiblanca, Oier Calvillo libre de marca y asistido por Baselga, empujó a la red un gol que quizás no valga para asegurar la permanencia aunque sí sirve para alargar la esperanza de un equipo que, con la llegada de Pouso, ha demostrado que sabe competir.