Aguilà, una vez más en la cuerda floja

El Día
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Diez puntos de 24 posibles es el balance del técnico de la UDL cuya continuidad está en entredicho

Aguilà se saluda con su homologo en el Cornellà. - Foto: Óscar Solorzano

La UniónDeportiva Logroñés revivió este lunes su enésimo día de la marmota. Los blanquirrojos digirieron, con amargura, el cuarto tropiezo de un curso que deja, una vez más, a Albert Aguilà contra las cuerdas. Su continuidad vuelve a estar en entredicho, nada nuevo en el horizonte del conjunto riojano que desde el 30 de mayo de 2021 se asoma, de forma cíclica, al precipicio. Ese día, Las Palmas finiquitaba la aventura de los riojanos en el fútbol profesional.Fue un 0-1 y acabó siendo el último día de Sergio Rodríguez al frente del banquillo logroñés. Año y medio después, otro 0-1, esta vez firmado por el Cornellà, vuelve a acechar al máximo responsable del vestuario blanquirrojo.

La dirección deportiva guarda silencio y evita pronunciarse sobre la situación del equipo (undécimo clasificado con diez puntos) aunque el hartazgo de los aficionados es máximo.

El técnico ilerdense se encuentra en el centro de las críticas. Nada nuevo desde que el viernes 8 de abril debutara, en sustitución de Mere Hermoso, al frente del primer equipo con un triunfo de mínimos frente al Tudelano (1-0). El preparador salvó su primer match ball de la presente temporada en el Stadium Gal (0-3), resolvió el segundo en el Estadio Balear (1-2) y todo apunta a que el tercero llegará en El Collado (domingo, 12 horas). Eso si antes no hay volantazo de última hora.

Aunque Albert Aguilà concentra todas las críticas, el sufrido hincha logroñés no oculta que los responsables de la confección de la plantilla (corta de efectivos aunque polivalente pese a que en el centro del campo no se intuyen futbolistas suficientes) han sido David Torices 'Dupi' y Sergio Rodríguez. Al primero le acusan de haber transigido en la continuidad del preparador blanquirrojo mientras que al segundo, actual gerente deportivo de la entidad, le piden que dé un paso al frente y asuma la dirección de un bloque a la deriva. Tampoco escapa de la crítica Félix Revuelta, máximo mandatario de la UDL. Al empresario le persigue la frase lapidaria pronunciada el 24 de marzo de 2021 a las puertas del Mundial 82: «Si bajamos no pasa nada». Lo que era un mensaje de apoyo a la plantilla, se ha convertido en una declaración que resume a la perfección el zeitgeist blanquirrojo, entidad en la que lo futbolístico no siempre es lo más importante.

Sus cifras. A la espera de lo que depare la semana (la plantilla vuelve este miércoles al trabajo en el Mundial), los números siguen restando credibilidad a Albert Aguilà.

Esta temporada el conjunto riojano ha conseguido el 41% de los puntos en juego, lo que se traduce en tres victorias (Real Unión, Baleares y Sabadell), un empate (Nàstic, en el arranque de la jornada y en uno de los mejores partidos del curso) y cuatro derrotas, a cada cual más dolorosa: Bilbao Athletic, SDL, OsasunaPromesas y Cornellà. Los números, segregados de la temporada pasada, son malos, insostenibles. Pero el recuerdo de la recta final de la 2021-22 tampoco favorece al preparador blanquirrojo. Cuatro victorias (Tudelano, Zamora, Badajoz yCultural) y cuatro derrotas (Racing de Santander, Ferrol, Deportivo y SDL) en liga regular le permitieron aferrarse a la quinta plaza y sellar su continuidad. El Villarreal B asestó la quinta derrota, poniendo fin a la campaña. 

Cuatro tropiezos después, la UDLsigue atascada en un bucle melancólico. La visita a Alcoy dictará sentencia sobre un técnico que, a ojos de sus seguidores, hace tiempo que agotó su crédito.