"La Rioja es cuna de matemáticos y las empresas se los rifan"

Francisco Martín Losa
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Sempiterno profesor de Matemáticas, impulsor de las actividades deportivas e investigador del IER. Alberto Bretón, Pablo Hermoso de Mendoza, Conrado Escobar o Jesús Ángel Garrido han sido alumnos suyos. Luis Laborda traza retazos de su vida

Luis Laborda Velasco. - Foto: Óscar Solorzano

Se dice que Confucio, el que quizás haya sido el mayor pensador chino de la historia, afirmó una vez que la vida es muy sencilla pero insistimos en complicarla si nos desviamos y alteramos la vocación de lo que queremos ser. No sé si le dice algo a los lectores bucear sobre nuestro personaje que ya no anda detrás de los focos mediáticos ni persigue el flash de una cámara pero ha dejado huella en la enseñanza riojana. Luis Laborda, sesenta y ocho años recién cumplidos, ha desarrollado, a lo largo de sus treinta y tantos años, una vivencia constante, ligado a la docencia y, a la vez, enriquecido su quehacer diario con multitud de hechos, responsabilidades en el ámbito de la educación y anécdotas que no resultan acartonadas y le han permitido su actividad profesional, disfrutar de amigos, de familia y de aficiones deportivas, convertidas en una auténtica vocación.

Luis es un santanderino de nacimiento que se siente riojano de pura cepa y  en los prolegómenos de su jubilación, conserva intactas sus ganas de la persona inquieta que ha sido y es. Le gusta vivir la evolución, sin permanecer en el pasado, no es nostálgico ni por un segundo y cubre las horas entre su gestión de los programas deportivos del colegio Maristas, su casa y su afición de agricultor en su pequeña huerta que, a diario, se acerca, acompañado de su perrillo.  

La educación, una auténtica vocación. Con la felicidad por dentro, se ha pasado media vida impartiendo matemáticas porque le han gustado siempre y como profesión: « Nací en Torrelavega, en Cantabria, el 2 de junio de 1954. Mi padre era administrador de Correos y, a los 16 años, lo destinaron a Logroño y nos vinimos toda la familia, ocho hermanos y mis padres, claro,  y, desde entonces, siempre he vivido en Logroño, tengo dos hijos ya mayores y soy un riojano activo. La enseñanza ha sido mi vocación y soy de la primera promoción que inauguró el Instituto D´Elhuyar. Los primeros años de Matemáticas los hice en Logroño y terminé la carrera en Zaragoza».

Parafraseando al poeta, nuestro protagonista empieza a hacer camino al andar.  «Nada más licenciarme, tuve la suerte de  que me llamaran para una sustitución en Maristas, hago la sustitución en el COU Valvanera y, desde entonces, toda mi vida ha sido la de profesor, de educador de Valvanera, paso a Maristas y he dado clases en Escolapias y en Escolapios, en Agustinos, que era un seminario menor y también en Bachillerato Santa María. De Maristas, que ha sido mi colegio, iba a Escolapios o Escolapias, un paseo, y solía encargarme de dos o tres cursos de tercero de BUP para completar la jornada».

 

Siempre matemático. Un servidor, que es de Letras, siempre se ha sentido intrigado por las  Ciencias y dónde se cogía el punto para sentir la atracción de las matemáticas. «A mí, me gustaban desde crío y si me preguntaban qué quería ser de mayor, decía  siempre yo, matemático. Las matemáticas han formado parte de mi vida, es una manera de vivir y nunca he pensado en otra profesión que no fuera ser matemático».

Dicho lo cual, no cabe indagar por otros derroteros en sus preferencias. «Las matemáticas, a nivel bajo, en los niños pequeños, son fáciles y se puede hacer muchas cosas. Cuando se va  subiendo a cursos superiores, en Bachillerato, hay currículos que hacer y unos objetivos que  cumplir y entonces no son tan sencillas. A la gente le suele costar pero, al que le gustan, le gustan de verdad y al que no las entiende, las rechaza. La enseñanza es como todo: existen buenos profesores de matemáticas y malos y, en ocasiones, las matemáticas las dan los físicos, los ingenieros y químicos y esa situación cambia la dinámica de la asignatura. A un pequeño, lo importante es que no le dé miedo y comprender bien las cosas, que sepa que 'esto que hago, es por qué y para qué'. Muchas veces, a un niño, cuando le hablas de operaciones, hay que explicarle para qué sirve un problema y resolverlo. Quien tiene vocación, la enseñanza es una vocación pura y, cuando lo entiende los chavales, la solución les resulta más fácil».

Con tanta innovación y tecnología, las matemáticas no cambian, mejor dicho, lo justo. «La matemática, que se imparte hasta Bachillerato, es prácticamente la misma de siempre. Ahora se da en otros niveles y es verdad que esos niveles han bajado un poquito. Antiguamente, había que explicar todas las teorías, las tenían que aprender y hoy todo es automáticamente y eso es la base de la comprensión. No solo es hacer el ejercicio mentalmente sino por qué lo hago, para qué y de donde viene».

Las empresas se los rifan. Nuestro personaje defiende sus ideas y sus principios con gallardía, con precisión y con soltura a la hora de valorar los nuevos sistemas educativos. «La compresión está muy bien pero se ha pasado de memorizar todo a una comprensión matemática, a todo comprensión y el nivel de los niños es cero porque, para saber una cosa, hay que estudiarla, hay que memorizarla, hay que comprender estudiando porque, si solo lo comprendo y luego no lo memorizo, no lo interiorizo para mí, no sé al final. Y eso ha bajado el nivel. Lo que pasa es que es un tema político. Lo que quiere el político es no tener problemas, que todos los niños sean felices, que todos los niños aprueben y, si saben o no salen, da igual».

Le ha salido la vena de profesor en un mundo que arrincona los métodos tradicionales a toda costa. «Con menos conocimientos básicos, la base que habíamos adquirido es mucho mayor que la que tienen los chicos de ahora. Lo que pasa es que los expertos en educación dicen que no necesitas base  y, si necesitas algo, lo buscas por internet. Para buscar algo, hay que tener ilusión y conocimiento que proporciona el aprendizaje y eso es lo que falta."

Prudentemente audaz, Luis Laborda hace un canto a las matemáticas: «Ahora en matemáticas, entra mucho la informática y, al completarse con lo digital, las empresas buscan  matemáticos y en seguida, los contratan y están muy cotizados. En una empresa, un matemático, que domine lo digital, gana siete veces más que en la enseñanza. Se los rifan».

La Rioja, cuna de matemáticos. Los planes de nuestro protagonista, tuvieran el nombre que tuvieran, se han caracterizado por su afecto al colegio Maristas. «Nunca me ha dado por trabajar a la empresa privada, me tentaron para dar clases en Estadística  de Zaragoza pero mi colegio es mi colegio y nunca he pretendido salir de aquí.  Mi objetivo ha sido ser feliz, soy feliz con mis compañeros y con mis alumnos, sobre todo. En la empresa privada, alguna vez me comentaron algo pero mis clases me llenaban mis aspiraciones y no ha pasado más allá de un comentario».

Es verdad que no es oro todo lo que reluce, mejor dicho, que nuestra región tiene un plus: «La Rioja es cuna de matemáticos, quizás sea la región donde más abundan en proporción a su población. En La Rioja, a los alumnos, las matemáticas les van muy bien y los he tenido muy brillantes, he tenido de todo pero me encuentro con muchos que han desarrollado unas carreras y profesiones muy consideradas. Algunos se han movido en la política, quiero recordar a Conrado Escobar, a Alberto Bretón o el portavoz del PP en el Parlamento Regional, José Ángel Garrido y también me acuerdo de Salva Díez, gran deportista internacional, ahora en el Gobierno o del actual alcalde Pablo Hermoso, que estuvo en uno de los equipos de baloncesto y me suena también Gonzalo Peña, por ejemplo. Los he tenido de todos los colores políticos».  Una de sus pasiones es la familia, su mujer Dominica, sus dos hijos y sus nietos, que son catalanes : Carmen es psicóloga  y Luis tiene una empresa de coctelería .

 Inquieto hasta la extenuación, fuera de las clases, ha aportado sus conocimientos y pareceres. «He estado  en el Consejo Social de la Universidad, soy uno de sus fundadores, en el Consejo Escolar de La Rioja, durante muchos años y en el Consejo Estatal, dos o tres. No he parado y me tocó participar, como presidente de la Comisión de Educación, en el momento de las transferencias a la Rioja, preparando todo el proceso, desde la etapa escolar hasta la Universidad».

Competencias exclusivas del Estado. Entramos en un terreno más polémico y movedizo por su carga de opinión.  «Hay materias que deben transferirse  y otras que no, partiendo del principio de la igualdad de oportunidades que rige nuestro Estado autonómico. Hoy en día, estudiar en La Rioja, o donde fuera, es distinto. En La Rioja, se exige más que si estudias por el Sur y hay chicos muy preparados que tienen menos oportunidades que otros para el acceso a la Universidad Pública y hay estudiantes, con menos conocimientos que acceden mejor porque sus notas son superiores pero que no se corresponden con sus conocimientos. En el Norte, se exige más, eso está demostrado y no es justo. Se debiera modificar el sistema y todo el mundo estudiar determinada materia con el mismo tiempo y el mismo examen».

Sin salirnos del carril de las transferencia, expone su criterio y experiencia contrastada. «La  competencia del Estado debiera ser en dos aspectos: uno, la igualdad de oportunidades. Por  ejemplo, la selectividad no debe ser impartida por cada comunidad autónoma y cada Universidad, sino estatal. Y dos,  la lengua ha de ser estatal y es el Estado quien impone la lengua en todo el territorio nacional. Luego, cada comunidad autónoma tendrá su propia lengua y la impartirá en números campos de actuación pero el Estado tendrá que velar por la lengua estatal y en La Rioja soy defensor de que sus habitantes se expresen en castellano. Por supuesto, se tienen otras asignaturas que se imparten y no pasa nada, como puede ser la historia de su propia región. Sería bonito que los chavales sepan la historia de su región y la historia general del Estado. Eso de quitar una y me quedo con otra, no me parece bien».

No le dice mucho el Informe PISA pero si le preocupa la salud actual de la enseñanza en España : «A nivel global, ha caído mucho, sin culpar a los estudiantes ni a los profesores sino a la clase política. Si se exige un cierto nivel y suspendo a 20 alumnos de 200, los que sean, eso crea una situación de inquietud social que no veas.¿Qué es lo fácil?: que aprueban todos, aprobado general y  contentos los niños, contentos los papás, contento el Estado y la sociedad contenta»..

Siempre se hace política con la educación y todo se iguala en la Universidad. Ella es la que se encarga de que un estudiante demuestre lo que  sabe, es quien hace la criba.

 

El deporte, su otra vocación. Siempre la educación, es verdad, pero la ha tirado el deporte, que le ha servido además, para transmitir unos valores que están en el ADN marista. He jugado al balonmano con el equipo de Escolapios muchos años, en el Estrella del Norte y en un momento dado, desapareció del colegio porque al hermano Agustín le encantaba el baloncesto y todo Dios jugaba en Maristas a baloncesto mientras el balonmano se quedó en Escolapios, que mi entrenador fue José Luis Bermejo, que era compañero. Luego se dedicó a la política y ha sido un alcalde fenomenal de Logroño. Ahora tenemos dos equipos de balonmano en categoría nacional : uno de chicas en Primera División y otro de chicos en Segunda».

 Hoy, ya jubilado, hace tres años, lleva como voluntario, la gerencia del Club Deportivo Maristas y hay equipos de baloncesto y de balonmano en todas las categorías. «Tenemos más de 200 chicos y chicas jugando todos los días. En la clase, veían al profesor de Matemáticas y en el deporte, te ven como Luis, que juega y entrena. Yo no soy profesor, soy educador y hace dos años, Logroño-Deporte me dio un premio a mi trayectoria deportiva. Soy muy inquieto y no puedo estar parado, sin hacer nada y le doy a lo que sea. Estar en contacto con los chavales, te hace sentirte más joven, su contacto te da una cierta alegría».

La historia de Maristas, en Logroño. En esta época tan individualizada, su afán es exteriorizar lo que lleva dentro y, como todos tenemos derecho a nuestro pasado, Luis ha ido recopilando libros, fotos, revistas, cuadrados, estatuas y demás que tenga que ver con la historia de Maristas en Logroño. «El año que viene, el 15 de septiembre, se cumplen 125 años de la llegada de los Maristas a Logroño y voy a montar una exposición marista en el colegio con todo lo que he podido recopilar, a lo largo de 30 años, sobre una institución que ha sido y es un referente en la vida de Logroño y de toda La Rioja. Por sus aulas, han pasado miles de jóvenes, cientos de profesores y la mayoría de exalumnos guardan un recuerdo de su estancia en el centro. Cuando voy a Barcelona a ver a mi hija, me recorro las librerías antiguas en busca de cualquier objeto que tenga que ver con Maristas. Tengo una verdadera recopilación de todo lo que había en el colegio antiguo, incluso he conseguido hacerme, prácticamente, con todos los números de una revista Amistad, editada por Maristas, que salió en 1959 y desapareció en 1965. Los libros de Ciencias Naturales, que se estudiaban, también los tengo. Va ser una exposición llena de recuerdos y en homenaje a la Orden, por sus desvelos y generosidad infinita, a lo largo de su dilatada presencia en La Rioja».

En unas breves pinceladas, nuestro personaje echa hacia atrás la manivela del tiempo: . «El colegio se ubicó en la calle Los Baños, un edificio muy deteriorado. Luego, se trasladaron a un centro, que cerró, en el inmueble que ocupa ahora la Consejería de Hacienda, en la calle del Mercado, número 9. Estuvieron allí años hasta que en 1925 se construyó el de Calvo Sotelo que todos hemos conocido, cuando se llamaba General Zurbano.  Entre medio, se levantó el colegio Valvanera, frente al antiguo Correos, en Portales, con la idea de que pudieran estudiar niños de la ciudad con menos recursos. El último traslado se hizo hace ocho años a las magníficas instalaciones en la Calle Vieja, en pleno campo, todavía».

Luis Laborda pretende montar la exposición en el actual Maristas y después, quien sabe, situarla en algún espacio urbano de Logroño.

Agricultor y abastecedor de toda la familia. Arroja tenacidad este personaje, doctor en matemáticas porque le apetecía, que exhibe una forma espléndida de ánimo, sin disfraz en la vida. Años y experiencia han discurrido por el mismo sendero. Conserva su vivacidad hasta aventurarse. Incluso para hacerse con una pequeña huerta y que le da su buena cosecha de tomates, pimientos, ajos, puerros, pellas, tomates, calabacines, un poco de todo que reparte entre la familia y, lo que sobra, va a Cocina Económica. Es del Madrid, muy madridista y ha tocado, también, la política de la mano de Pilar Salarrullana, profesora suya de francés, con el desaparecido PDP, para echar una mano, apunta, y de Domingo Ruiz de Viñaspre que lo metió en el PP como militante de base, aunque presidió un tiempo la Comisión de Educación del partido. Está convencido que, para política no sirve. «Me hubiera gustado ser concejal de mi pueblo pero ya no es mi tiempo».

He agitado un poco más el jarrón de su vida, y han salido cosas como investigador en el Instituto de Estudios Riojanos, en el Departamento de Estadística de Zaragoza y le ha dado tiempo para asistir, dos o tres años, a las cursos  de catas de la Cofradía del Vino y hace gala de  que uno de sus antepasados, el poeta gallego Eduardo Pondal es el  autor de la letra del Himno de Galicia. Ya no fuma por una promesa, al detectarle un cáncer de vejiga, que lo cogieron a tiempo, pero confiesa que, en sus buenos tiempos, acabó con las existencias de toda una tabacalera.

Hemos llegado al final de este encuentro y contar una parte de la historia de Luis Laborda me ha parecido un hermoso trabajo periodístico, hasta interesante. Como riojano, cumple entre muy bien y sobresaliente.