La Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño no se opone a que pueda ser retirada la inscripción franquista grabada en tiempos de la dictadura en la fachada principal de la concatedral de La Redonda, aunque aclara que es una decisión que no le compete, ni tampoco los trabajos para su eliminación, puesto que no fue la Iglesia quien la realizó y además está sobre un edificio de valor patrimonial.
La respuesta del Obispado se produce después de que el abogado de víctimas del franquismo Eduardo Ranz presentase el martes peticiones a ocho municipios españoles para que cambien su nombre y a veinte arzobispados y obispados, entre ellos el riojano, para que retiren simbologías franquistas, en aplicación de la nueva ley de memoria democrática.
Fuentes diocesanas consultadas por El Día de La Rioja indicaron que por parte de la entidad religiosa «no hay ningún problema» para que la inscripción pueda ser retirada, algo que ya se ha solicitado en alguna otra ocasión. De hecho, es un asunto que estudia la Comisión de Patrimonio de la Diócesis.
Sin embargo, la institución católica aclara que la entidad que grabó la leyenda que aún puede leerse sobre las piedras de la basílica, tras la Guerra Civil, es el Ayuntamiento de Logroño, por lo que considera que la retirada sería responsabilidad del Consistorio de la ciudad.
Además, el Obispado opina que dado que el edificio tiene un valor patrimonial y la supresión de la inscripción obligaría a fresar la piedra, se precisaría autorización de la Comisión de Patrimonio, dependiente del Gobierno de La Rioja.
Fuentes municipales consultadas por este periódico apuntan a que al tratarse de un bien privado el Ayuntamiento no tendría competencia directa en ese intervención e indican que el asunto deberá abordarlo el Consejo Asesor de la Memoria Histórica, dependiente de la Consejería de Igualdad, Participación y Agenda 2030. El Día de La Rioja intentó, sin éxito, conocer la versión de la Consejería.
20 territorios diocesanos. En un comunicado difundido por la agencia Efe, el letrado de víctimas del franquismo relaciona veinte territorios diocesanos en el país con símbolos franquistas y explica que la ley señala que cuando los elementos contrarios a la memoria democrática estén ubicados en edificios de carácter privado o religioso pero con proyección a un espacio o uso público las personas o instituciones titulares o propietarias deben retirarlos o eliminarlos.
Ranz cita los arzobispados de Oviedo, Mérida-Badajoz, Pamplona-Tudela, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia y Zaragoza y los obispados de Getafe, Alcalá de Henares, Cartagena, Ciudad Rodrigo, Almería, Córdoba, Coria-Cáceres, Ourense, Orihuela-Alicante, Santander, Tui-Vigo, Calahorra y La Calzada-Logroño y Segovia.