Es una de las profesiones más demandadas, especialmente durante la temporada alta del turismo. El cartel de 'Se busca camareros' es cada vez más frecuente en establecimientos hosteleros. Una alta demanda que no siempre se ve satisfecha: encontrar camareros no es fácil y menos, con formación. Y eso que el salario del sector de la hostelería ha experimentado la mayor subida a cierre del año 2022 desde  que finalizara la pandemia. Así lo establece la última encuesta sobre el Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) del Instituto Nacional de Estadística. El coste de la hora que se pagó a un camarero subió un 7,5 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. Más de tres puntos que la media del coste de todos los demás sectores. 

Esta subida no solo se explica por la alta demanda de mano de obra en el sector de la hostelería sino por el cumplimiento del convenio colectivo que establecía una subida del sueldo correspondiente a la del IPC fijada en un 4,75% y por la subida del salario mínimo interprofesional aprobada por el Gobierno central. 

El sueldo bruto de un camarero ronda en La Rioja entre 1.175 y 1.208 euros brutos. A los bajos salarios se añaden horarios imposibles que precarizan una profesión que se caracteriza por la poca formación. «Además, muchos trabajadores son contratados por debajo de su categoría profesional para realizar tareas por las que deberían recibir más salario», señala Ana Cruz, secretaria general de Federación de Movilidad y Consumo de UGT.

Horas extra que no se pagan, horarios incompatibles con la conciliación y una profesión muy denostada provocan que sean pocos los que se decidan a dedicarse a la hostelería. «Desde UGT abogamos por la formación. Si estamos vendiendo un turismo de calidad en La Rioja, con una gastronomía maravillosa no podemos tener a profesionales precarizados». 

Cruz espera que esas mejoras salariales se vean reflejadas en el nuevo convenio colectivo profesional del sector de la  hostelería. La próxima reunión entre la patronal y los sindicatos tendrá lugar el 20 de marzo. «Esperamos que ese nuevo convenio contenga la subida salarial», afirma Cruz, «entrará en vigor este año y se puede prolongar hasta 2027, aunque no queremos que sea tan extenso ya que actual situación está marcada por la crisis motivada por la guerra de Ucrania».

En las mejoras salarias incluidas en el nuevo convenio también coincide la Organización Empresarial de Hostelería de La Rioja, integrada en la Federación de Empresas de la región. Su presidente, Francisco Martínez Bergés, asegura que «vamos a ver si podemos establecer una subida porque necesitamos profesionales mejor formados».

Los empresarios insisten en que el sector adolece de trabajadores cualificados. «Cuando encontramos un camarero con formación que trabaja bien tenemos que cuidarlo», señala Bergés que advierte que la falta de mano de obra no está detrás de la subida salarial. «Es más, ahora nos sobran camareros y muchos empresarios están dando vacaciones a sus trabajadores debido al parón que la hostelería ha experimentado una vez finalizadas las navidades. La hostelería está trabajando bien en los viernes y los sábados por la noche, por mucha gente que se vea en la calle el consumo ha caído, y los hosteleros tenemos que pagar a nuestros trabajadores por toda la semana no por dos días».

Y esto va a afectar a las futuras contrataciones de cara a la festividad de Semana Santa. «Ni nos planteamos todavía contratar, puede que se opte por incorporar personal para el fin de semana, pero no para toda la temporada», advierte Martínez Bergés.

seis alumnos en la escuela de hostelería. La necesidad de mano de obra cualificada choca con la escasez de personal con formación, en una región que presume de contar con una de las escuelas de hostelería más prestigiosas del país. El centro de hostelería y turismo Camino de Santiago de Santo Domingo de la Calzada cumple 40 años de historia. Por su aulas se han formado centenares de cocineros y camareros de sala. Precisamente esta rama de la profesión hostelera no vive sus mejores días. El Grado Superior de Camarero de Sala de la escuela solo cuenta con seis alumnos. La falta de interés por esta profesión choca con el éxito que tienen otros grados como el de Cocina. 

Abencio Millán, director de la Escuela de Hostelería, lamenta que cada año haya menos gente interesada en formarse para una profesión cuya salida puede ser muy positiva. «Lo que ocurre es que no hay referentes. Lo mismo que en Cocina contamos profesionales que son ejemplo a seguir, no tanto en cuando a camareros», recuerda Millán, «y es una pena porque la profesión es muy bonita, yo he sido camarero durante 20 años".