Como ante el Cornellà, el Calahorra encajó una inmerecida derrota. El Nàstic se impuso por 3-2 en un encuentro loco en el que los rojillos no fueron inferiores al cuadro tarraconense, que en agosto aspiraba al ascenso y que ocho meses después transita por la zona de nadie de la liga.

Los granas rescataron dos puntos de penalti, en un duelo en el que el Calahorra se levantó dos veces pero no pudo contrarrestar el tanto de penalti de Bonilla.

Los rojillos, con esta derrota, siguen en la antepenúltima posición con 23 unidades, a tres de la UDLy a siete del decimoséptimo y decimosexto clasificado, el Real Unión y el Baleares, respectivamente.

La zona verde aguarda a nueve puntos, es decir, uno más que el pasado fin de semana.En esta zona se ubica el Sabadell y La Nucía, equipos que tienen un partido menos que los riojanos. Además, los vallesanos resuelven a su favor la diferencia de goles con los calagurritanos.

Con treinta puntos por repartirse, el Calahorra tiene que mejorar mucho sus prestaciones para soñar con la permanencia.

Los rojillos necesitan un milagro para salvarse y eso pasa por resolver, semana tras semana, sus finales. La próxima le lleva este sábado a Zubieta (17 horas), ante un Real B que en La Planilla no pudo con el Calahorra aunque los donostiarras han mejorado sus prestaciones.