Un año después de la invasión rusa de Ucrania, que ha causado 250.000 muertos y ocho millones de desplazados, el tablero de la guerra no muestra un claro vencedor, sin que las huestes de Putin sean capaces de aplastar la resistencia de las tropas de Kiev que, apoyadas por Occidente, están sellando los flancos que impiden avanzar al agresor.

Un año después del inicio del conflicto, las posiciones, lejos de acercarse, se han radicalizado. Parece que retrocedemos a la Guerra Fría.

Lo sucedido no han supuesto una sorpresa porque mantengo la idea de que la Guerra Fría nunca acabó, sino que estaba congelada  y en algún  momento tenía que aflorar. Y lo ha hecho con un personaje como Vladimir Putin, que tiene que reivindicar su poder y quiere recuperar el antiguo imperio soviético.

Así las cosas, la situación ha empeorado sin que se adivine una salida de este laberinto.

Está operación militar, según la denominación que empleó Putin, que pretendía que durara unos días, se ha prolongado un año sin perspectivas de solución. Hoy por hoy, la guerra está estancada y ninguna de las dos fuerzas en liza tiene capacidad para romper el frente.

Putin escenificó el miércoles un acercamiento a China. ¿Cómo lo interpreta?

China utiliza varios modelos diplomáticos, como el poder blando, que lo escenifica con la llamada diplomacia de la chequera, comprando voluntades entre grandes dirigentes. Pienso que a China, Rusia le interesa muy poco. Lo que le interesa es hacer daño a Occidente, convertirse en una superpotencia mundial y ser la hegemónica. Hay un factor, además, que preocupa a China por una cuestión de poder, prestigio y amor propio:Taiwan; ese es su verdadero objetivo. Ahora debe decidir si apoya a Rusia de una manera evidente o dedicarse a Taiwan. De ser así, conllevaría que Estados Unidos tenga que desviar su poder militar y diplomático de Europa al Pacífico, lo que favorecería a Rusia. 

Biden ha reforzado su compromiso con Ucrania. ¿Cómo valora la actuación de Occidente?

Putin ha conseguido unir a Occidente. Pensaba que iba a reaccionar de la misma manera que en 2014, cuando se anexionó Crimea, con tibias sanciones. No iba buscando una confrontación, sino un status quo, que el Donbas volviera a Rusia,  unirlo a Crimea y colocar un gobierno títere. Sin embargo, Occidente ha respondido de otra forma, con elevadas sanciones y ha logrado que países que eran neutrales, Finlandia y Suecia, se unan a la OTAN. Occidente no puede ir más allá, Ucrania no es OTAN y una intervención haría estallar la tercera guerra mundial.

Putin ha suspendido el último tratado de armas nucleares. ¿Hay peligro de llegar a su uso?

Existe la doctrina de la destrucción mutua asegurada, pero es posible que un día Putin pueda tirar por ahí. Yo no lo creo, pienso que no se va a utilizar el armamento nuclear ni siquiera de manera táctica.

La responsabilidad de esta conflagración se achaca a Vladimir Putin. ¿Es la única razón?

La megalomanía de Putin está ahí, creo que es un psicópata de libro, pero pienso que eso no es suficiente Para encontrar parte de la explicación hay que remontarse a la desmembración de la Unión Soviética. Los eslavos se quedaron huérfanos y heridos;el ruso medio, hoy incluso, piensa que Stalin fue una figura extraordinaria, aunque fue un genocida;creen que el imperio ruso debe sobrevivir por encima de todo. Hay quien piensa, además, que  Occidente está corrompido,  y entonces no lo ven mal. ¿Esto quiere decir que Putin representa a todo el pueblo ruso? No, pero a buena parte sí.

El presidente Sánchez estuvo ayer en Ucrania mostrando su respaldo al pueblo ucraniano. ¿España está haciendo lo que tiene que hacer?

Lo que debe y lo que puede; no nos engañemos. España tiene unas capacidades militares limitadas. Nuestro personal es maravilloso, con una capacitación ejemplar, y lo sé de primera mano, porque soy militar en la reserva, pero nuestras capacidades militares son muy justas.

Parecía que iba a ser una ciberguerra y es una guerra convencional.

La guerra convencional no ha dejado de existir porque el terreno es lo que prima y la única forma de conquistarlo es llevar militares. Dentro de la guerra híbrida de hoy, hay trincheras, carros de combate, espacio aéreo controlado y militares sobre el terreno conquistando el territorio.

Zelenski está siendo la gran sorpresa, mostrando una capacidad de liderazgo impensable.

Totalmente. Ha sabido liderar su país, es un líder internacional de primera mano, un estadista.