El 41% de los 470.000 autónomos que están percibiendo el cese de actividad en este momento en nuestro país se dará de baja cuando se ponga fin a esta prestación. Así lo recoge el undécimo barómetro que elabora la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA, elaborado con encuestas realizadas a trabajadores por cuenta propia y que, según entiende su presidente en La Rioja, Fernando Melchor, son extrapolables a esta comunidad.
Este informe, publicado el lunes, arroja datos desalentadores y demuestra que la incertidumbre sigue siendo el sentimiento dominante entre los trabajadores autónomos, de los que dos de cada tres manifiestan tener algún tipo de restricciones en su negocio;solo el 28,8% de los encuestados por ATA asegura que está abierto y funcionando con total normalidad. Los resultados muestran que tres de cada cuatro afirman que la facturación de su negocio se ha visto reducida respecto a la del año anterior y para el 60,6% de ellos, la caída ha sido superior al 60%. Un porcentaje similar apunta que su facturación ha sido incluso peor que en el primer trimestre de 2020.
Melchor argumenta que «las cosas son peores» que el primer trimestre de hace un año, ya que durante los dos primeros meses de 2020 todos los negocios funcionaron con total normalidad y este año, a pesar de que, en principio, todas las actividades están en marcha, las limitaciones, la tercera ola y la demora en la vacunación ralentizan la llegada a situaciones previas al estallido de la crisis sanitaria.
El presidente de ATARioja apunta que la única solución a toda esta desdicha económica es la extensión de la vacunación para que alcance el 70% la población en verano y conseguir así la inmunidad de rebaño, un objetivo que, a tenor de los últimos acontecimientos con las vacunas de AstraZeneca y Jansen, se antoja cada vez más difícil. «Solo así se podrá hacer una vida lo más normal posible y allanar el camino para, sino alcanzar una vuelta a la actividad al 100%, sí que se acerque al 75/80%», vaticina Melchor.
La anunciada finalización del estado de alarma por parte de Pedro Sánchez no transmite mayor certidumbre a los autónomos que, al igual del resto de los ciudadanos, desconoce si las comunidades autónomas dispondrán de instrumentos legales para imponer medidas de limitación de movimientos o restricciones horarias.
Futuro incierto. De momento, parece que concluirá el periodo de confinamiento regional, lo que, en principio, facilitará el movimiento intercomunitario y el flujo de ciudadanos. «Pero tampoco confiamos mucho en que vaya a ser así», señala Melchor, que añade a su incertidumbre el temor a la evolución de la pandemia porque «los datos no son buenos».
«Habrá que ver cómo van las cosas, la crisis no se supera, los problemas siguen coleando y sigue habiendo mucho desánimo entre los autónomos porque hay actividades que continúan sin recuperarse del todo, como hostelería, comercio o turismo», constata el presidente de ATA, que destaca que los consumidores tienen «miedo a gastar», como lo demuestran los datos estadísticos, que apuntan al fuerte incremento del ahorro de las familias, detrayéndolo del consumo.
«Todos esto sumado hace prever que la ansiada normalidad no llegará hasta al finales de 2021», estima Melchor.