"Me falta la cancha, el balón, el baloncesto de verdad"

EFE
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"Me falta la cancha, el balón, el baloncesto de verdad"

Desde su confinamiento canadiense, el seleccionador del equipo nacional de baloncesto de España, y entrenador asistente de los Toronto Raptors, Sergio Scariolo, confiesa su deseo de volver a la cancha mientras espera noticias de la NBA sobre el reinicio de la competición y asegura que ha hecho un gran esfuerzo para mantenerse al frente de la selección española.

Scariolo, que viene de una temporada espectacular en la que consiguió el anillo de la NBA con los Raptors y el campeonato del mundo con la selección española, empezó reconociendo que lo peor del confinamiento es la lejanía de las canchas y la incertidumbre.

¿Qué es lo más difícil del confinamiento?

Obviamente me falta la cancha, me falta el balón, el baloncesto entendido no como un baloncesto de estudio, de proyecto, de análisis, de ordenador, sino un baloncesto de verdad. Eso es lo que más me falta. Y obviamente una sensación de seguridad acerca de todo el mundo, sobre todo de las personas queridas, y cierta incertidumbre sobre lo que puede pasar. No hay un plazo, no hay una fecha, no hay una previsión. No hay nada de nada. Eso a mi me descoloca un poquito porque soy una persona a la que me gusta bastante planificar las cosas, los detalles.

Su madre, que tiene 90 años, fue profesora de biología y química. Vive sola en Brescia, en la zona más castigada de Italia por COVID-19. ¿Cómo se siente?

Ella sabe mucho más que nosotros. Nos los explica. Nos tranquiliza. Realmente la tengo mucha admiración porque estar más de dos meses prácticamente sin ver a nadie, encerrada en casa, cuidando de sí misma, pidiendo la compra por teléfono... Y ha aprendiendo a usar Facetime para vernos.

Se ha hablado de una competición «burbuja» en alguna localidad para terminar la temporada de la NBA.

En Orlando o Las Vegas. Parece que, desde un punto de vista logístico, sea lo menos incómodo, concentrar a todo el mundo en un mismo sitio, porque se eliminan los viajes. Puede que no sea tan sencillo después de haber tenido a un grupo de personas prácticamente encerradas en sus casas durante tres meses, volver a encerrarlas, durante otros dos o tres meses. Puede llegar a ser mentalmente muy, muy pesado. Pero a la vez entendemos que hay muchísimos intereses en juego, muchísimo dinero. Las televisiones reclaman por lo que han pagado y en este punto todos estamos comprometidos a que si hay condiciones de seguridad, se hará lo que se nos diga.

¿Confía en que se tome la decisión adecuada?

Cuando comparo la reacción de la NBA, que cerró enseguida, con la de buena parte del mundo del fútbol y veo lo que está pasando en los equipos que han empezado a entrenar, sinceramente, me reitero, la sensación es que la NBA ha tomado la mejor decisión.

¿Teme por la condición física de los jugadores?

Un kilito seguro que lo habré cogido (risas). No creo que mucho más. Pero la NBA es un mundo extremadamente profesional donde el cuidado individual ya se ha convertido en algo de los jugadores, que interiorizan la necesidad de cuidarse.

O sea que Serge Ibaka no se está pasando el tiempo en la cocina, devorando la despensa.

Si hay uno por el cual metería la mano en el fuego de que se esté cuidando y esté trabajando es justo Serge.

¿Cuál es la situación de Marc Gasol que antes del parón se lesionó?

Está bien. Perfectamente recuperado de la lesión. Está entrenando con una buen continuidad. Tiene una situación logística muy buena para entrenar física y técnicamente. No me preocupa francamente.

¿Qué hay de su renovación con la selección española?

No sé en que punto están porque es una cuestión entre la Federación y mi representante. He hecho un gran esfuerzo diplomático tanto en casa como con los Raptors para que pueda haber una disponibilidad. Honestamente no me siento ni con ansiedad ni con prisas. He hecho lo que podía hacer a este lado, y obviamente he tenido que hacer alguna renuncia, sacrificio importante aquí, pero ha sido más fácil de lo que pensaba. Ahora creo que en función de la agenda de la Federación, de la prioridad que le quieran dar, de sus posibilidades de maniobra. Cuando quieran afrontar el problema lo afrontarán. Ni pongo prisas ni las tengo.