La ciudad de Logroño contará con unos 700 árboles nuevos en los próximos meses. El Ayuntamiento ha planificado la plantación de unos mil ejemplares en todo el municipio. De ellos, unos 300 serián para remplazar otros que tienen que ser sustituidos porque estar dañados.
Actualmente, la capital cuenta con 43.600 árboles. De ellos, 21.000 están ubicados en las aceras de las calles de la ciudad, y 22.600 se encuentran situados en lo que se consideran superficies verdes o praderas con césped.
Durante todo el año, el Consistorio, a través del servicio de medio ambiente, realiza el control periódico de todos estos ejemplares de la ciudad. Se vigilia su estado de salud y también su estado estructural, esto es, si presentan ramas rotas o si algunas de ellas rozan con fachadas. En caso de necesidad, los operarios municipales realizan las actuaciones pertinentes.
Además, se revisan todos los avisos de ciudadanos que se reciben por medio del 010, alertando de posibles incidencias con algún árbol de la ciudad. Si dichos avisos son susceptibles de algún tipo de actuación, esta también se realiza por parte de los servicios municipales del Ayuntamiento.
Un conjunto de labores que se llevan a cabo a lo largo de todo el año con el objetivo de mantener el buen estado del arbolado de la ciudad de Logroño.
Todo ese trabajo se refuerza durante la campaña de poda que se realiza anualmente, comenzando en otoño y terminando en primavera. En concreto, este año se inició el 26 de octubre y está previsto que finalice la primera quincena de marzo.
Entra las actividades que se realizan se incluye «la revisión, mantenimiento y conservación del ramaje débil o enfermo» de los más de 40.000 árboles de la capital, con el objetivo de «garantizar el buen estado del arbolado de la ciudad, así como las seguridad ciudadana», según explicó José Manuel Zúñiga, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Logroño.
Con esta campaña, según detalló Zúñiga, se obtendrán «restos de poda de calibres menores», y añadió que «todos los restos vegetales recogidos se gestionan en la planta de compost municipal. El 100% del compost obtenido retorna a las zonas verdes municipales».
Formas naturales. El concejal de Medio Ambiente explicó que en esta ocasión la poda «va a ser menos intensiva, especialmente en el arbolado de aceras o de alineación, como japónicas, tilos, acacias o aceres». Zúñiga indicó que «se evitarán las podas artificiosas basadas en geometrías antinaturales, como la formación en bola o cubo en árboles de alineación y no se realizarán terciados o desmoches en árboles de alineación». Aun así, se mantendrán «en los parques y jardines, con una personalidad paisajística tradicional con podas de formación, como es el caso del Espolón». Respecto a otros parques más grandes de la ciudad, como el de la Vendimia, «verá como sus árboles mantendrán copas más amplias, lo que posibilitará que haya más sombras y que absorban más CO2 y que aíslen más del ruido».
El trabajo se lleva a cabo por cinco grupos, con una media de cuatro personas cada uno, que se reparten la ciudad en dos unidades, tomando la calle Vara de Rey como eje de división. Cada grupo va con una plataforma elevadora para acceder a las ramas y con un camión se recogen los restos de la poda para trasladarlos a la planta de compostaje.
Por otra parte, el concejal José Manuel Zúñiga anunció que Iberdrola Distribución Eléctrica talará este mes «alrededor de 130 pinos de La Grajera por encontrarse debajo de una línea eléctrica de alta tensión». Esta medida «se toma para evitar las interrupciones del servicio y los posibles incendios producidos por el contacto de ramas o troncos de árboles con los conductores de la línea eléctrica aérea», según explicó el concejal, que destacó que «la empresa eléctrica se ha comprometido a plantar una cantidad similar o superior de árboles para compensar esta actuación». Se trata de trabajos rutinarios en una línea eléctrica de transporte, un servicio público que debe cumplir ciertas condiciones de seguridad.
La campaña de poda aplicará los valores del programa Escudo Verde. La actual campaña de poda, que está realizando el Consistorio de la capital, tiene en cuenta los criterios establecidos en el programa Escudo Verde. De acuerdo con los valores defendidos en este programa, «se aplicará el mayor respeto a la biodiversidad existente en el follaje o entre el ramaje del arbolado, basado en anidamientos u otras formas de vida integradora», apuntó José Manuel Zúñiga, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Logroño. Asimismo, siguiendo esa línea de trabajó, el edil indicó que «se intentará llevar a cabo podas que permitan la mejor y más eficiente iluminación generada por el alumbrado nocturno en las calles de la ciudad, permitiendo una reducción de consumos energéticos». Con estos nuevos criterios, desde Medio Ambiente se pretende «mejorar la calidad sanitaria del arbolado y así reducir sus enfermedades», un objetivo que además, redundará «en un gasto menor en consumo de productos y en una mejora en la gestión de plagas, lucha integrada y planificación de organismo beneficiosos”, destacó Zúñiga.
Uno de los principales efectos y beneficios, según detalló el concejal de Medio Ambiente, es que se «potenciará un incremento de la biodiversidad en la flora y la fauna de la ciudad».Esto también «supondrá una reducción de costes, ya que al realizarse menos podas se reduce el personal dedicado a estas tareas para dedicar recursos humanos a otras, y se tiene menos consumos de energía eléctrica y de combustible», afirmó Zúñiga.
Escudo Verde es un programa de la concejalía de Medio Ambiente que pretende reforzar las capacidades y los recursos naturales y verdes de la ciudad de Logroño. Entre sus líneas de actuación se encuentran incrementar la masa arbórea de la ciudad, medida por habitante o implantar procesos de restauración de la biodiversidad.