El Ayuntamiento de Logroño ha puesto en marcha el plan de emergencia de la presa de La Grajera, con el que "se establecen, por primera vez, las medidas preventivas para minimizar el riesgo a la ciudadanía ante una eventual rotura", como una sala de emergencia y un centro de control.

El concejal de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga, ha visitado este lunes la presa y ha añadido que este plan de emergencia indica las actuaciones que tiene que llevar a cabo el Consistorio como titular de la presa para hacer frente a eventuales emergencias, con el establecimiento de las medidas preventivas de reducción de riesgo.

Este plan de emergencia fue elaborado en 2016 por la consultora Berceo Ingenieros y en 2021 se han adjudicado las obras para implantarlo.

La presa de La Grajera está clasificada como "categoría A", en función del riesgo potencial de rotura, que es "una clasificación extrema que obedece a la proximidad a un núcleo poblacional, junto con una orografía y geología favorable a la escorrentía hidrológica", ha explicado.

Zúñiga ha indicado que las obras de implantación de este plan han comprendido un sistema de auscultación y adquisición de datos monitorizados, caudales y niveles; una sala de emergencia física en la presa; un centro de control en el Consistorio y un sistema de aviso a la población.

Ha detallado que se han colocado diez sondas en el cuerpo de la presa y, desde un centro en el Ayuntamiento, se controlará el software de gestión de la presa y emergencias; así como el servidor remoto de datos, los equipos de comunicaciones y de activación de sirenas para situaciones de emergencia.

En este centro de control se hará la interconexión con el espacio "smart city", que permitirá ubicar al personal de seguimiento del plan en situaciones de emergencia y de no emergencia, y donde se realizará la duplicación del servidor remoto de datos y comunicaciones y la activación de las sirenas instaladas, ha concretado.

El edil ha apuntado que habrá personas conocedoras en todo momento del estado de la presa, entre las que se encontrarán técnicos de Medio Ambiente y responsables de Protección Civil del Estado; la Comunidad Autónoma, el Ayuntamiento, la Confederación Hidrográfica del Ebro, la Policía Local y los Bomberos.

La sala de emergencia, ha proseguido, se ubica dentro del edificio de Cruz Roja, en la parte izquierda del embalse, con un acceso seguro para instalar los elementos de automatización y comunicaciones necesarios; y también dispone de un puesto de trabajo con conexión de red que permite la gestión "in situ" de la emergencia.

La implantación de este plan de emergencia se completa con un sistema de aviso a la población, formado por dos sirenas de aviso acústico, que están ubicadas estratégicamente.

Según este plan, ha resaltado, "no existe ninguna población ni infraestructura de comunicación relevante que se vea afectada en la primera media hora de que se produzca una eventual rotura de la presa", por lo que únicamente se ha instalado un puesto de sirena en la propia presa y otro adicional en la calle Las Tejeras.

La puesta en marcha de este plan de emergencia garantiza una mayor seguridad a los vecinos, que ahora se encuentran protegidos ante cualquier eventual daño o peligro por inundación, ha concluido.